APOLOGÉTICA
En Defensa de la Fe
TABLA DE
CONTENIDO
- INTRODUCCIÓN
- LECCIÓN 1: APRENDAMOS A RAZONAR LÓGICAMENTE
- LECCIÓN 2: ¿CÓMO SE PUEDE DEMOSTRAR QUE DIOS EXISTE?
- ¿EXISTE UN DIOS?
- MIRANDO LA OPOSICIÓN
- RESPUESTAS AL ATEISMO
- LECCIÓN 3: ¿CÓMO SE PUEDE DEMOSTRAR QUE LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS?
- Los varios documentos "originales"
- Pruebas "filosóficAs" de Inspiración
- LECCIÓN 4: LA EXISTENCIA DEL JESÚS HISTÓRICO, LA DIVINIDAD DE JESÚS, Y LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
- A - LA HISTORICIDAD DE JESUCRISTO
- B - LA DIVINIDAD DE JESUCRISTO 51
- C - LA DEMOSTRACIÓN DE LA RESURRECCIÓN
- A. La Tumba Vacía
- B. Los Apóstoles Transformados
- C. La Iglesia Primitiva
- LECCIÓN 5: LA TRINIDAD
- LECCIÓN 6: ¿SE PUEDE DEMOSTRAR QUE HUBO UNA ENCARNACIÓN?
- LECCIÓN 7: ¿LA ARROGANCIA DEL CRISTIANISMO?
- LECCIÓN 8: LA CIENCIA Y LA FE
- ¿HAY CONFLICTO ENTRE LA CIENCIA Y LA FE CRISTIANA?
- Científicos creyentes E INCRÉDULOS
- LECCIÓN 9: CREACIÓN O EVOLUCIÓN - I
- LECCIÓN 10: CREACIÓN O EVOLUCIÓN - II
- ¿CHAPUZAS DE LA CREACIÓN?
- LECCIÓN 11: CONTRADICCIONES Y MILAGROS
- ¿QUÉ HACER DE LAS CONTRADICCIONES EN LA BIBLIA?
- ¿SON POSIBLES LOS MILAGROS?
- LECCIÓN 12: LA MORALIDAD DEL CRISTIANISMO
- POR QUÉ DIOS PERMITE LA MALDAD Y EL SUFRIMIENTO
- LOS CRÍMENES EN EL NOMBRE DE CRISTO
- LOS ACTOS VIOLENTOS MANDADOS POR DIOS
- EL DERECHO DEL CRISTIANO DE JUZGAR ENTRE EL BIEN Y EL MAL MORAL
- CONCLUSIÓN
- BIBLIOGRAFÍA
Asignatura:
Apologética
INTRODUCCIÓN
Temas:
Hay
muchas clases de preguntas que un estudio de Apologética podría tratar de
contestar. Vemos algunos ejemplos a continuación.
Obviamente, no se
puede contestar a todas las preguntas en una asignatura como ésta, pero examinaremos
algunas de ellas.
"Santificad a Dios el Señor en vuestros
corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa (Gr: •pologia apologia) con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Pedro 3:15)
La
apologética, según el Diccionario Larousse, ed. 1963, es "la parte de la
teología que tiene por objeto defender la religión cristiana contra los ataques
de sus adversarios".
Otra
definición, que Jean Pierre Adoul adaptó de Dictionnaire de la Langue
Philosophique, Foulquier, P.U.F.: La
apologética es la parte de la teología que tiene por objeto establecer, por
medio de argumentos históricos y racionales, el hecho de la revelación
cristiana, terminando en el juicio entre creer y no creer, precediendo la fe.
Según
el diccionario Salvat Básico, es el "conjunto de argumentaciones
destinadas a demostrar la credibilidad del cristianismo. Aplicado
especialmente a la literatura antipagana de los primeros siglos o a la polémica
moderna contra el racionalismo".
En
la Biblia, y por tanto en la mente de Dios, la Fe, la Inteligencia, y la
Verdad, no son disociadas entre sí, ni mucho menos opuestas. La fe es el
consentimiento de la inteligencia a la Verdad discernida. No existe una
auténtica fe donde no hay una verdad al menos entrevista, conocida, discernida
por la inteligencia humana.
La
inteligencia del hombre natural necesita ser sanada, y renovada, según Efesios
4:18 y 23, por medio de la acción del Espíritu, pero éste nunca obliga; nunca
sustituye a la inteligencia.
Si
la apologética tiene que ver con "defender", con "argumentaciones",
con "credibilidad", y con "polémica", entonces es muy
importante desarrollar el arte del razonamiento lógico. Sino, nuestras
argumentaciones carecerán de credibilidad, y tampoco sabremos reconocer los
fallos de razonamiento de quienes se oponen a la fe.
No
es que la fe depende de los razonamientos. Pero la fe es razonable, y además el
razonamiento es una facultad de la cual Dios nos ha dotado y tenemos la
responsabilidad como seres humanos de desarrollarla. Las personas no vienen a
la fe por medio de argumentaciones y razonamientos, pero el razonamiento sano
puede quitar barreras que se interponen entre las personas y el oír el evangelio.
Si una persona se niega a escuchar la presentación del evangelio, porque ha
tropezado con un falso razonamiento, entonces el amor nos pide que le ayudemos
en su razonamiento.
¿Se puede demostrar
la realidad de la fe cristiana en el sentido científico? ¿Se
puede demostrar científicamente la Creación, la historicidad de
Jesucristo: su encarnación, su ministerio, su crucifixión, su resurrección, y
su ascensión? La respuesta es No. Pero en el mismo sentido tampoco se puede
demostrar que existieron los reyes católicos, o Napoleón, o el general
Franco. Ahora bien, negar que el General Franco haya existido sería una
necedad. Pero no se puede demostrar científicamente que existió. ¿Por
qué? Porque la demostración científica, empírica, necesita la posibilidad de repetir
una experiencia, y ninguna de esas realidades es repetible. No podemos
reproducir a Franco; ni tampoco a Napoleón o los Reyes Católicos. Tampoco
podemos reproducir la resurrección, la crucifixión, o la creación.
Por
tanto, que no nos pidan que demostremos la realidad de nuestra fe en una manera
científica, empírica. Muchas de las cosas que creemos, con razón, no se pueden
demostrar en esa manera.
Las
bases racionales de nuestra fe se encuentran en pruebas razonables; la carencia
de otras explicaciones; las consecuencias de estos acontecimientos; y los
testimonios sobre ellos. Porque si no podemos demostrarlos en una manera
empírica para satisfacer una investigación "científica", en cuanto a
muchos de ellos los podemos demostrar en una manera que podría satisfacer a un
tribunal legal. También podemos dar suficientes pruebas históricas.
La
ciencia empírica, por tanto, no es todo lo que hay en este mundo. Hay ciencia
histórica, ciencia legal, ciencia social, ciencia matemática, etc. Por tanto,
no hagamos de la ciencia empírica nuestro Dios. Y sepamos que es posible ser
incrédulo, o escéptico, y ser bastante dogmático. Como dice Paul Little, hay
muchas cosas reales que se hallan fuera del alcance de comprobación por medio
del método científico. El método científico es útil sólo con cosas que se
pueden medir. Nadie ha visto jamás tres metros de amor, o dos kilos de
justicia, pero sería ridículo negar la realidad de esos conceptos. Insistir que
hay que "demostrar" las realidades espirituales por medio del método
científico, es como insistir que se utilice un teléfono para medir la
radioactividad. No fue hecho para ello.[1]
En
este curso, la primera lección, que trata de cómo reflexionar de una manera lógica,
es opcional. En realidad, no forma parte del curso mismo. Es más bien como un apéndice
que he puesto al principio en vez de al final. La materia empieza
verdaderamente con la lección 2.
LECCIÓN
1: APRENDAMOS A RAZONAR LÓGICAMENTE
Sería
importante, antes de empezar, pues, entender ciertos principios del
razonamiento lógico. Porque muchos de los ataques que se hacen a la fe se hacen
desde argumentos que carecen de fuerza lógica, pero sólo podemos discernir esto
si entendemos algo de la lógica. Para esto, empezaremos con unas cuantas
definiciones que tienen que ver con el razonamiento lógico.
Razonamiento:
|
Facultad, acción
o modo de razonar. Serie de conceptos que se deducen unos de otros y permiten
llegar a una demostración: razonamiento
bien fundado. Operación mental o lingüística por la cual a partir de una
o varias proposiciones se infiere otra.
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Razonar:
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Valerse de la
razón para juzgar de una cosa. Hablar, discurrir. Explicar por medio de
razones y pruebas un dictamen, cuenta, etc.
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Razonamiento
subjetivo:
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Razonamiento
basado en, o en el cual influye fuertemente, lo que uno quiere creer,
en lo que uno siente, o en la posición filosófica de la persona.
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Razonamiento
Objetivo:
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Razonamiento
basado en los principios de la lógica, sin tener una filosofía, un
sentimiento, o un deseo personal como presuposición.
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Racionalismo:
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Doctrina
filosófica que rechaza la revelación y pretende explicarlo todo por medio de
la razón. Doctrina que pretende que las ideas no nacen de la experiencia, sino
de la razón.
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Lógica:
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Ciencia que
enseña a racionar con exactitud. Ciencia que estudia las condiciones
formales de la validez de una argumentación.
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Silogismo:
|
Argumento que
consta de tres proposiciones: la mayor,
la menor, y la conclusión, deducida la última de la primera, por medio de la
segunda. Ej: Todos los hombres son mortales (mayor), ahora bien, tú eres hombre (menor), luego eres mortal (conclusión). Argumento que consta de tres proposiciones,
la última de las cuales se deduce de las otras dos. (Las premisas pueden ser
universales o particulares, positivas, o negativas. Conforme a la clase de
premisa, y a su posición en el silogismo, la inferencia es lícito o no. Hay
256 combinaciones posibles, de las cuales sólo 24 son válidas, las demás
siendo excluidas por una u otra de las leyes de la lógica.
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|
Proposición:
|
(Dicc. Salvat):
Enunciación de una verdad demostrada o que se trata de demostrar.
Parte de un discurso en que se expone de que se quiere persuadir al oyente.
Una proposición es una frase (o porción de una frase) que es verdad o falsa.
Ejemplo: "Domingo es el primer día de la semana", es una
proposición. "Domingo es el segundo día de la semana" es también
una proposición. Pero "Vota por el sí en el referéndum" o
"Vota por el señor X" no son proposiciones. Sin embargo
pueden haber proposiciones implícitas en estos dos últimos ejemplos:
"El sí es la respuesta correcta", o "El señor X" sería
el mejor presidente (o diputado, o lo que sea)" serían proposiciones.
|
|
Premisa:
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Cada una de las
dos primeras proposiciones de un silogismo. De las premisas se saca la
conclusión. Base o supuesto para una discusión, tratado, etc.
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Demostración:
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Razonamiento
mediante el cual se establece la verdad de una proposición.
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Demostrar:
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Probar la verdad
de algo, sin que se pueda dudar de ello. En lógica, matemáticas u otra
ciencia, seguir un razonamiento que produce la certeza sobre una afirmación.
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Presuposición:
|
Suposición
previa. Lo que se supone causa o motivo de una cosa. Presuponer: Suponer
previamente una cosa antes de tratar otra.
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|
Conclusión:
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Consecuencia de
un argumento. En el silogismo, proposición derivada de las premisas.
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Deducción:
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En lógica,
inferencia en que una conclusión resulta necesariamente de una o varias
premisas. La lógica tradicional suele exigir que al menos una de éstas sea
más extensa que la conclusión.
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Antisobrenaturalismo:
|
Una presuposición común en el estudio histórico moderno, que afirma
que no hay Dios, los milagros no son posibles, vivimos en un sistema cerrado,
y lo sobrenatural no existe.
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Prejuicio:
|
Juicio u opinión
sobre algo antes de tener verdadero conocimiento de ello.
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Razonamiento
inductivo:
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Modo de
inferencia por el que se pasa de enunciados de hechos particulares a
enunciados generales.
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Razonamiento
Deductivo:
|
véase
"Deducción"
|
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El método histórico
moderno:
|
El método de
estudiar la historia que tiene como presuposición el antisobrenaturalismo.
|
Algunas definiciones más:
El pensamiento es un ejercicio de la imaginación que da al hombre su
dignidad y determina su parecido con Dios. El hombre tiene dos formas de
pensamiento:
a) el pensamiento creador (inventar, descubrir)
b) el pensamiento crítico (analizar, verificar, refutar)
La lógica el arte de pensar con justicia, o correctamente
El lenguaje es el soporte indispensable de los pensamientos
El discurso es un término general que designa las varias partes del
lenguaje con las cuales venimos en contacto.
Proposición es una frase (o parte de frase) que tiene que ser sea verdadera
o falsa. A veces es necesario tener algún conocimiento externo para poder
descubrir la proposición de una frase. A veces la proposición es sólo
implícita.
Verdad y Falsedad son conceptos
fundamentales a un estudio de discursos del punto de vista lógico. Nuestro
propósito es saber discernir, en la mayor medida posible, si una proposición es
cierta o no.
Ejercicio: (en papel aparte)
Identifica
las frases que son, o que contienen, una(s) proposición(es). Vuelve a
escribir aquella parte de la frase que es una proposición.
Diferentes
Clases de Discursos
Hay
que recordar que en la lógica no importa la forma del discurso (que sea poesía humor,
elocuencia), y la lógica debe apartarse de consideraciones estéticas o aun
morales.
El
hecho de enunciar una proposición, es un término general, que quiere
decir "producir" sea por medio de la palabra, por la escritura, o por
cualquier otro medio, una proposición.
El
hecho de afirmar una proposición, significa enunciarla de tal manera a
demostrar, o pretender, que el autor cree en ella y que invita al oyente o
lector a creer también.
Existen dos clases de afirmaciones:
1) un
razonamiento. Es un discurso que pretende que algunas de sus afirmaciones producen
razones para sostener otras afirmaciones. Por tanto, un razonamiento tiene que
contener al menos dos afirmaciones, puesto que hace falta al menos una para
sostener la otra.
2) una
exposición. Es un discurso afirmativo que no es un razonamiento. Es decir, en
el cual las afirmaciones no son justificadas.
La estructura de
los discursos tiene una importancia.
CLASIFICACIÓN DE DISCURSOS:
DISCURSOS
`
DISCURSOS CON PROPOSICIÓN
DISCURSOS SIN PROPOSICIÓN
DISCURSOS AFIRMATIVOS
DISCURSOS NO AFIRMATIVOS
RAZONAMIENTOS
EXPOSICIONES
´ exposiciones
´ narraciones
´ descripciones
Ejercicio:
Di si los pasajes siguientes
son razonamientos o exposiciones: (y si es razonamiento, cuál es la
conclusión). Romanos 14:23 Romanos 10:12 Juan 1:1-5 Juan 1:43-44
Analiza 2 Timoteo 2:11-13
Ahora,
vuelve a estudiar las definiciones de silogismo, proposiciones, premisa,
presuposición, conclusión, etc. en el cuadro.
Ejercicio:
I Subraya las respuestas correctas.
|
II En las parejas siguientes, si la
proposición 1. es correcta, )qué se puede decir de la
proposición 2.? (Describe un círculo alrededor de la respuesta).
2.
La falta de humildad es propia de grandes hombres V
F
|
BUSCANDO LA CONCLUSIÓN
En un razonamiento encontramos
palabras como: pues, puesto que, entonces, por tanto,
etc... que llamamos indicadores lógicos. Éstos señalan que la afirmación que
precede soporta, o es soportada por, la afirmación que sigue.
Premisas è Conclusión
por tanto
así
también
Llegamos a la
conclusión que
Eso implica que
lo que demuestra que
lo que indica que
lo que nos lleva a
creer que
lo que sugiere
...........................................................................
Ejemplo: "Mi coche no funciona, por tanto llegaré tarde".
Conclusión è Premisas
Puesto que
Porque
Por causa de
A partir de
la idea que
Por el hecho
que
Lo que es
indicado por
En vista de
lo que
Dado que
Ya que, por
otra parte...
...........................................................................
Ejemplo:
"Llegaré tarde, porque mi coche no funciona".
A
veces se omite el indicador lógico. Ejemplo: "Mi coche no funciona,
llegaré tarde".
Ejercicio:
1)
Releva los indicadores lógicos que
encuentras en Romanos 1:18-25
2) Añade indicadores
lógicos (pues, por tanto, si, ...) a 1 Corintios 15:16-19, donde cabrían. )Cuál
es la conclusión del razonamiento? ¿Es expresada o implícita?
La conclusión final: En un razonamiento
siempre hay al menos una afirmación que no está allí para soportar a otra
afirmación: es la conclusión final, que hay que tratar de descubrir aun si es
sólo implícita.
Un razonamiento es deductivo: si pretende que
la conclusión resulta necesariamente de las premisas (que el razonamiento sea
válido o no).
Un razonamiento es inductivo: si pretende que
las premisas sirven a hacer que la conclusión sea la más probable (o menos
probable).
DEDUCCIONES:
Consideremos
las proposiciones que tienen una estructura condicional, cuya forma general es:
Si
/ proposición / , / proposición
/
"antecedente"
"consecuencia"
Ejemplo: Si es un día de fiesta nacional, la
tienda estará cerrada.
Si
designamos la primera proposición por una letra, digamos A, y la segunda
proposición por B, la estructura condicional puede simbolizarse por: Si A , B.
Tres reglas de
deducción:
1. Cuando una estructura condicional puede
afirmarse, y su antecedente puede afirmarse, entonces la consecuencia también
puede afirmarse.
Si
A , B
A
Por
tanto: B
o:
Si
es un día de fiesta nacional, la tienda estará cerrada.
Es un día de fiesta nacional.
Por
tanto, la tienda está cerrada.
2. Cuando varias estructuras condicionales
pueden afirmarse, todas estas estructuras teniendo propiedades ilustradas por
el ejemplo siguiente, podemos afirmar una nueva estructura condicional.
Si
A , B.
Si
B , C.
Si C , D.
Por
tanto, Si A , D. 7 Nueva estructura condicional.
3. Estructuras condicionales sobre negativas.
Si designamos por A el contrario de la
proposición A, tenemos la regla siguiente:
Si A , B
Entonces,
si B , A.
Es
decir:
Si es día de fiesta nacional, entonces la tienda estará cerrada.
Por
tanto: si la tienda no está cerrada, no es día de fiesta nacional.
Errores típicos de deducción:
B.
Por tanto, A. falsa
deducción
por tanto, B. falsa deducción
Nota: las
proposiciones de estructura condicional no se encuentran siempre en la forma en
que las hemos descrito.
Por ejemplo:
No
voy si tú no vas.
No
voy a menos que vayas tú.
Sólo
iré bajo la condición de que tú también vayas.
Sólo
iré si tú vas.
son formas variadas
de la forma general:
Si
tú no vas, yo no iré.
Las conjunciones
y, o.
En lo que hemos visto, una proposición llamada condicional ha sido
construida a partir de dos proposiciones con la palabra "si". Se
puede también construir una nueva proposición con dos proposiciones con la
ayuda de las conjunciones y, o.
y: (
significa las dos proposiciones a la vez, o que son a la vez verdaderas.)
ejemplo:
Recibí cartas el lunes, y recibí cartas el martes.
Si
designamos la primera proposición por A y la segunda por B, hemos formado una
nueva proposición (que llamaremos C):
C = A y B = ( A
y B)
o: (significa:
uno u otra de las proposiciones es verdad, o las dos pueden ser verdad.
ejemplo:
Recibirás cartas mías el lunes o recibirás ...
el martes.
C = A
o B = (A o
B).
EJERCICIOS DE LÓGICA:
Decide si los razonamientos siguientes
son inductivos o deductivos.
1.
La
población de cierta ciudad ha ido desde 78.000 habitantes hasta 98.000
habitantes durante los cinco últimos años. Por tanto, ha habido un aumento de
25%.
2.
Llovió
las tres últimas veces que salimos a merendar al campo. Por tanto, si queremos
merendar al campo hoy, lloverá.
3.
Este
alumno hizo bien en sus asignaturas en CFBVO, y además tiene buenas cualidades
espirituales y humanas. Por tanto, será un buen pastor.
6.
Susana
es mayor que Emilia, y Emilia es mayor que Claudia, por tanto Claudia es más
joven que Susana.
7.
Las
primeras lecciones de apologética son aburridas. Por tanto la asignatura de
Apologética será aburrida.
Ante
un razonamiento deductivo, debemos hacer dos preguntas: (1) ¿Es válida la
deducción? (2) ¿Son ciertas las
premisas? Sólo podemos estar seguros de que la conclusión es cierta si podemos
contestar "sí" a esas dos preguntas.
TRABAJANDO
CON LA AYUDA DE UN DIAGRAMA
Cuando consideramos dos categorías,
(por ejemplo el sujeto y el predicado de una frase), utilizamos un diagrama con
cuatro áreas. Cada área tiene sus miembros. El cuadro exterior contiene
todos los miembros que nos conciernen en el discurso, y es el universo del
discurso.
Ejemplo: categoría
X : estudiantes de CFBVO
categoría Y : catalanes
Consideramos
que el universo del discurso es la membresía de las iglesias evangélicas de Granollers,
por cierto, los miembros de iglesia siendo los miembros del diagrama.
Representación:
Rectángulo horizontal que delimita los miembros de la categoría “X”
miembros que pertenecen a la vez a X y a Y
|
miembros que pertenecen a la
vez a X y a
|
miembros que pertenecen a la vez a
|
miembros que pertenecen a la
vez a X y
|
Rectángulo vertical que delimita los miembros de la categoría Y
UTILIZACIÓN
DEL DIAGRAMA:
Dos Convenciones:
X.Y
|
X.
|
(El punto "." en "X.Y" significa la conjunción
"y".)
1.
Cuando
sabemos que no hay ningún miembro en una región (cuadro o rectángulo),
tacharemos la región.
2. Cuando sabemos que hay al menos un miembro
en una región ponemos una estrella *. Si dudamos entre dos regiones, pondremos
la * en la frontera entre las dos.
Encontraremos
muchos ejemplos de la utilización de estas dos convenciones en un ejercicio de
lógica.
Conclusión.
Una
proposición simple consiste en dos categorías: el sujeto y el predicado. Lo que
la proposición dice puede resumirse por un diagrama de dos categorías
utilizando las dos convenciones que hemos mencionado. Notemos que X puede ser
tanto el sujeto como el predicado.
LOS SILOGISMOS
Si
tenemos que ver con tres categorías, digamos X, Y, y M, necesitamos ahora un
nuevo diagrama (con tres categorías).
XY
|
X
|
||
XYM
|
X
|
||
Tenemos
ahora 8 áreas. Notamos que el diagrama es un diagrama de dos categorías que ya
hemos visto, en el cual hemos añadido un pequeño cuadro al centro.
Ejemplo: Podríamos tomar el mismo universo de
discurso que el que teníamos en los diagramas de dos categorías, en el cual
"X" significaría los estudiantes de CFBVO, "Y" significaría
los catalanes, pero añadiríamos "M" = aquellos estudiantes que llevan
gafas.
Así,
podríamos decir que el área XYM sería
el conjunto de miembros de las iglesias de Granollers que son estudiantes de
CFBVO, que no son catalanes, y que no llevan gafas.
Un
silogismo es un grupo de 3 proposiciones de categorías (o existencias), las dos
primeras proposiciones son premisas, y la última es una conclusión.
Ejemplo de
silogismo:
LECCIÓN
2: ¿CÓMO
SE PUEDE DEMOSTRAR QUE DIOS EXISTE?
¿EXISTE
UN DIOS?
"¿Descubrirás tú los secretos de Dios?"
(Job 11:7). La respuesta implícita a esta pregunta es no. El hombre, de sí
mismo, con su gran sabiduría y habilidad científica, no puede descubrir
a Dios. Según la Biblia, Dios tiene que revelarse a sí mismo. Esto no
significa, sin embargo, que el hombre no tiene manera de saber si hay un Dios o
no.
"Hay cosas que no comprendo, y lugares hay que yo no iré
Pero sí sé y es verdad, mi Dios es real porque lo siento en mi
ser"
(Cantando
con Gracia, #77)
Paul
Little, en su libro "Know Why You Believe"[2]
nos presenta algunas bases para creer que Dios existe. Reconozcamos que no se
puede producir a Dios en un tubo de ensayo. No se puede crear a un dios, por
definición. Tampoco se le puede manipular al antojo del investigador. Si fuera
el caso, ¡no sería Dios! Pero eso tampoco "demuestra" que Dios no
existe. Al contrario. Sólo demuestra que Dios es uno de los muchos conceptos
que no se pueden demostrar mediante la ciencia empírica.
A
continuación veremos algunas de las pruebas que Paul Little presenta como
pruebas de la existencia del Dios único.
1.
La
creencia original monoteísta de los hombres. Al contrario de las teorías
evolucionistas de que el monoteísmo - el concepto de un sólo Dios - fue el
ápice de un desarrollo que empezó con conceptos politeístas, las investigaciones
antropológicas indican que entre los pueblos más remotos había una creencia en
Dios, y que el concepto de un Dios único se halla en las tradiciones más
antiguas.
2. La gran mayoría de la humanidad, en todo
tiempo y en todo lugar, ha creído en alguna especie de Dios o dioses.
3. La ley de causa y efecto. No puede haber
ningún efecto sin una causa. Por tanto nosotros, como seres humanos, y el mismo
universo, tiene que tener alguna causa original. Acabamos llegando a una causa
que no fue causado, por definición, Dios. El filósofo Bertrand Russel escribió
el libro "Why I am Not a Christian" ("Por qué no soy
cristiano"). Dice que en su infancia, se le daba la respuesta
"Dios" a todas las preguntas que hizo sobre la existencia. Eventualmente,
en su desesperación, preguntó: "Pues, ¿quién hizo a
Dios?" Cuando no había respuesta, su fe se tambaleó. Esto es ridículo,
porque Dios, por definición, es eterno y no creado. Si fuera un ser creado, no
sería Dios.
4. El evidente orden y designio del universo.
Nadie esperaría que un reloj hubiera llegado a existir sin un diseñador
inteligente. Es aun más increíble pensar que el universo, en toda su
complejidad infinita, podría haber llegado a la existencia por pura casualidad.
Ante la maravillosa complejidad del cuerpo humano, Albert Einstein dijo:
"Mi religión consiste en una humilde admiración del Espíritu Superior sin
límites que se revela en los pequeños detalles que nosotros llegamos a percibir
con nuestras débiles mentes. Aquella convicción profundamente emocional de la
presencia de un poder superior que razona, forma mi idea de Dios". Sería
inútil dar aquí las pruebas de tal designio. Las pruebas abundan, y ningún ser
racional lo niega. No podemos creer que un mono jugando en una antigua imprenta
podría juntar las letras e imprimir un discurso inteligente. Si encontráramos
tal discurso por escrito, concluiríamos razonablemente que una mente
inteligente era la única explicación por su impresión. En la misma manera,
sería increíble que el agua, con todas sus cualidades, simplemente llegó a
existir por casualidad. Bernard Ramm cita a L.J. Henderson, enumerando algunas
de las propiedades del agua:
"El
agua tiene un calor específico alto. Eso significa que las reacciones químicas
dentro del cuerpo humano se mantendrán bastante estables. Si el agua tuviera un
calor específico bajo, significa que herviría con la más mínima actividad del
cuerpo. Si aumentamos la temperatura de una solución por 10 grados
multiplicamos por dos la velocidad de reacción. Sin esa propiedad particular del
agua, la vida no sería posible. El océano es el mayor termostato del mundo. Se
necesita una enorme pérdida de calor para que el agua cambie del líquido al
hielo, y para que el agua llegue a ser vapor se necesita bastante energía. Por
tanto el océano sirve de protección contra el calor del sol y el frío helado
del invierno. Si las temperaturas de la superficie de la tierra no fueran
moduladas por el océano y mantenidas dentro de ciertos límites la vida moriría,
sea por congelación sea por consumición.
El agua
es el solvente universal. Disuelve los ácidos, las bases, y las sales. Es químicamente
inerte, y provee el medio para las reacciones sin tomar parte en ellas. Dentro
del sistema de circulación de sangre de nuestros cuerpos, contiene el mínimo de
64 sustancias. Quizá si conociéramos la verdadera cantidad estaríamos
asombrados por el número. Cualquier otro solvente sería como cieno. Sin las
propiedades particulares del agua, la vida tal como la conocemos sería
imposible."
A.
Rendle Short observa, sobre el agua: "Forma más de la mitad del peso
corporal de la mayoría de los animales y las plantas. No es fácilmente
descompuesta; disuelve muchas sustancias; hace que sustancias secas sean
coherentes y flexibles; con sales en solución, es conductor de electricidad.
Esa es una propiedad importantísima en el cuerpo animal. Casi única entre las
fluidas, llega a su mayor densidad al enfriarse, no al punto de congelación,
sino a 4 grados. Hay dos consecuencias importantes de eso. Una es que los lagos
y estanques se congelan en la parte superior, y no de abajo a arriba. Por tanto
los peces pueden sobrevivir un duro invierno. Otra consecuencia es que el agua,
por su expansión al congelarse, quiebra las rocas (y también, desgraciadamente,
los tubos de la fontanería de la casa), y de esa manera les hace desintegrarse
para formar tierra, además de esculpir escarpaduras y valles, y hace que la
vegetación sea posible. El agua tiene el calor de evaporación más alta que
cualquier sustancia conocida. Esto, junto con otras propiedades especiales,
reduce el aumento de la temperatura cuando una superficie de agua es calentada
por los rayos del sol."
La
misma tierra es una prueba de designio. Si fuera mucho más pequeña una
atmósfera sería imposible (Véase Mercurio y la luna). Si fuera mucho más
grande, la atmósfera contendría hidrógeno libre (como Júpiter y Saturno). Su
distancia del sol es perfecta. Un cambio muy pequeño haría que fuera demasiado
caliente o demasiado fría. La inclinación del eje de la tierra es responsable
de las estaciones del año.
5. Según DuNoüy, la formación por casualidad
de una molécula típica de proteína, que está compuesta por 3.000 átomos,
tendría la posibilidad de 2.02 en 10231,
o, en otras palabras, imposible. Aun si los elementos fueran sacudidos a la velocidad
de la vibración de la luz, costaría unos 10234
billones de años para conseguir la molécula necesaria para la vida, y aun los
que creen en una tierra vieja consideran que la vida en la tierra es limitada a
unos dos billones de años.
6. La segunda ley de la termodinámica, o ley
de la uniformidad. Ramm la explica así: "Esa ley puede ilustrarse por
medio de una bolsa de plástico que contiene margarina blanca, y una cápsula de
colorante amarillo. Cuando se rompe la cápsula, se manosea la bolsa, y el colorante
acaba extendiéndose por la margarina blanca. Si se sigue apretando la bolsa
indefinidamente el colorante seguirá hasta que esté perfectamente distribuido
por toda la masa. No importa cuánto apretamos, no se puede invertir el proceso
y devolver el colorante a la cápsula. Hay algunas partes del universo que son
mucho más calientes que otras partes del universo. La distribución del calor
siempre va de regiones más calientes a regiones más frías. Mientras el calor
"fluye" de las regiones calientes hacia regiones más frías, acaba
repartiéndose cada vez más igualmente por todo el universo. Si el universo es
infinitamente viejo, la energía ya estaría igualmente repartida por todas
partes. El hecho que todavía hay cuerpos calientes en el universo significa que
el horno fue atizado, para decirlo así, en algún momento mensurable en el
pasado. Eso sería el momento de la creación, o de alguna actividad creadora.
Según Ramm, por tanto, "Génesis 1 no está fuera de armonía con el curso de
la información científica".
Había
la creencia general en "la generación espontánea". Se suponía que la
vida podía formarse, por ejemplo, a partir de la carne podrida. Pero Pasteur y
otros nos han demostrado que la vida nunca se produce, sino de otra vida. Esta
conclusión nos lleva, sin embargo, a un acto creador sobrenatural, y por tanto
es una conclusión que muchas mentes científicas encuentran difíciles de
admitir. La dificultad reside no en problemas científicos, sino en
implicaciones filosóficas. Por esto muchos científicos prefieren suponer que la
vida surgió de materia inorgánica de alguna manera que todavía no podemos
entender, pero en conformidad con las leyes de química y física. Por tanto, el
hecho de creer que no hay Dios es también un acto de fe, y mucho más difícil
que creer que hay Dios.
7. Una otra prueba de la realidad de la
existencia de Dios es su clara presencia en las vidas de hombres y mujeres hoy
en día. Allá donde se confía en Jesucristo, hay un cambio profundo que tiene
lugar en la vida del individuo - y eventualmente en la comunidad. La historia Valle del Kwai por Ernest Gordon, (que
llegó a ser capellán de la Universidad Princeton) describe cómo, durante la
segunda guerra mundial, los prisioneros norteamericanos de los japoneses en la
península de Malaya habían sido reducidos casi al nivel de animales, robando
comida de sus propias camaradas. En su desesperación, los prisioneros
decidieron que sería bueno leer el Nuevo Testamento juntos. Puesto que Gordon
era graduado de la universidad, le pidieron que leyera. Él mismo era un escéptico,
ni tampoco eran creyentes aquellos que le pidieron que leyera. Tanto él como
varios otros llegaron a creer en Cristo al conocerle en su belleza y poder en
la simplicidad del Nuevo Testamento. Ese grupo de humanos que había llegado a
ser casi como bestias se transformó en una comunidad de amor. Esto demuestra la
realidad de Dios en Jesucristo. Otros tantos podrían contar historias
parecidas: todos aquellos que han conocido a Jesucristo como Salvador y Señor.
MIRANDO LA OPOSICIÓN
Ahora
bien, si consideramos aquel aspecto de la apologética que defiende la
existencia de Dios, hay que mirar también los ataques a esta postura. En
cualquier debate es importante conocer al contrincante. El Diccionario
Teológico Interdisciplinar nos da una descripción del ateísmo contemporáneo. En
la historia pasada, se consideraba el ateísmo como siendo una negación del
"verdadero Dios". Por tanto, los romanos, por ejemplo, consideraban a
los judíos y a los cristianos como siendo ateos porque negaban a "los
verdaderos dioses" de Roma. El ateísmo contemporáneo, por otra parte, es
un ateísmo humanista, lo que significa que no existe ningún Dios fuera del
mismo hombre. El ateísmo "negativo" insiste en las razones de la no
existencia de Dios, en las críticas de las distintas clases de demostración, y
en la burla de las creencias y ritos religiosos. El ateísmo
"positivo", sin omitir la crítica negativa, insiste más bien en el
hombre como absoluto. Pone más énfasis en la autonomía del hombre que en
derribar a los "ídolos". Eso es el humanismo cerrado a toda
trascendencia. Se trata de la exaltación del Yo, que ha llegado a dominar cada
vez más el pensamiento del mundo moderno.
Nota: La palabra "humanista" tiene más de un sentido.
Por ejemplo el Diccionario Larousse (1963) la define así: "Doctrina de los humanistas del renacimiento
que renovaron el estudio de las lenguas y literaturas antiguas. Cultivo de las
letras humanas."
El diccionario Salvat Básico añade a esto el sentido moderno filosófico
del término:
"El término se aplica
actualmente a cualquier doctrina que considere al hombre como instancia superior
y tenga como meta su bienestar y felicidad terrenal. Específicamente suele
llamarse humanismo al conjunto de tales doctrinas y tendencias en la época del
renacimiento, con su rebelión contra las limitaciones impuestas por la teología
o la religión positiva dogmática. Se aplica también a tendencias de la
filosofía moderna (especialmente a una forma de pragmatismo asociado al nombre
de Schiller) y a determinados aspectos de doctrinas a los que suele aplicarse
una caracterización central distinta, como ocurre con el humanismo marxista".
Por tanto, podemos considerar "humanismo" como "estudio
de las humanidades", como una rebelión contra el dogmatismo de la religión,
o como el hecho de situar al hombre al centro como árbitro de lo que está bien
o mal. El humanismo que consideramos aquí cae en esas dos últimas categorías.
Miano
considera que uno de los padres de ese ateísmo humanista, sin ser él mismo
ateo, es Kant, por su énfasis en la inflexión humanista-ética de la religión.
Para él, Dios era un simple ideal de la razón.
Una
de las causas de la popularidad de ese humanismo ateo es el nuevo empirismo,
que insiste en aplicar la ciencia empírica a todo, haciendo derivar todas
nuestras creencias de la experiencia, sin teorías ni razonamiento.
Algunos
de los proponentes más importantes de ese ateísmo moderno son: Ludwig Feuerbach
(1804-1872), Karl Marx (1818-1883), Friedrich Nietzsche (1844-1900), Jean-Paul
Sartre (1904-1980),
Sigmund
Freud (1856-1939), y Émile Durkheim (1858-1917). Es interesante que por ser humanistas,
no contribuyeron necesariamente más dignidad a la humanidad. Marx fue el padre
filosófico de algunos régimenes más deshumanizadores de la historia (véase
URSS, China, Albania, etc.). El filósofo preferido de Adolf Hitler, de quien
pretendió tomar buena parte de sus ideas, fue Nietzsche. Ése mismo acabó sus
días en la locura, suicidándose. El "padre" filosófico de Feuerbac y
Marx, por un lado, y de Nietzsche, por otro, era Hegel. Algunos dirían que eran
sus "hijos bastardos", pero hijos eran, sin embargo. Hegel desarrolló
una filosofía humanista en el cual el pensamiento central era "conocerse
a sí mismo" en una manera colectiva de la sociedad. No se habría dicho
ateo, pero lo que presentaba era una forma de ateísmo. Feuerbach, y luego
Marx, desarrollaron el ala izquierda del Hegelianismo. En cuanto a Freud, mucha
de su psicología se está desacreditando hoy en día. Tiene el crédito de haber
estimulado el estudio del psicoanálisis, pero sus propias teorías, o al menos
el fruto de ellas, acabaron quitando mucha de la responsabilidad
"humana".
Feuerbach
considera que la creencia en Dios por parte del hombre viene de tres cosas: su
tendencia a pensar según las leyes de la razón; su conciencia del bien y del
mal y su tendencia a actuar según las leyes de su propia conciencia; y su
tendencia a amar a los otros. Esas tendencias tendrían su origen desde fuera de
nosotros, en un ser superior. El hombre ve al máximo la distancia que le separa
de Dios, considerando que él mismo es nada, ignorancia, debilidad, y pecado.
Dios colmaría esa distancia, para los que confían en él, llamándoles a
participar de su felicidad. (Feuerbach toma evidentemente su descripción del
hombre de aquellos que pertenecen al mundo llamado "cristiano". (¡No
parece haber hecho un estudio de las sociedades "paganas"!)
Feuerbach
considera que el error del hombre religioso está en atribuir a un ser no humano
cualidades que son humanas, o cualidades que la humanidad poseería cuando se
hubiese realizado plenamente. Ve una contradicción en el Dios del hombre
religioso: por un lado es semejante al hombre; por otro lado es espíritu puro,
y por tanto diferente al hombre. Considera que la religión es inútil para el
desarrollo del hombre: el hombre no necesita a Dios; todo lo puede conseguir
colaborando con otros hombres. La religión es nociva porque lleva al hombre a
desinteresarse de la vida presente, y olvidarse del esfuerzo necesario para realizar
los valores humanos en este mundo. Considera necesariamente insincero y
deshonesto al hombre religioso, porque su servicio a los demás no es una
expresión de su amor por los demás sino la manera de merecerse la recompensa de
Dios. Considera que la religión es alienante, porque el hombre religioso, o
creyente, se despoja de sus propios atributos y los atribuye a Dios. Pretende
Feuerbach que el hombre necesita volver a tomar sus derechos. Para él, por
tanto, no importa tanto la negación de la existencia de Dios sino la afirmación
de la divinidad de la humanidad. Se puede llamar eso "antropoteísmo".
En
resumen, para Feuerbach, la creencia en Dios empuja al hombre a la hipocresía y
le quita tanto su sentido de responsabilidad como sus derechos.
Ejercicio: Contesta
a la aparente contradicción que Feuerbach ve entre un Dios que sea semejante al
hombre, y que a la vez sea espíritu puro, y por tanto infinitamente distinto al
hombre.
Marx
veía la religión como un resultado y no la causa de la miseria social del
hombre. Su tesis de doctorado fue: Diferencia
de la filosofía de la naturaleza en Demócrito y en Epicuro. En aquella
obra incluyó una crítica de las pruebas clásicas de la existencia de Dios. En
su prólogo se refirió a la profesión de
fe de Prometeo: "En una palabra, (yo odio a todos los dioses!" como siendo
su "juicio contra todas las deidades
celestiales y terrenales que no reconocen a la autoconciencia humana como la
divinidad suprema." (Prometeo era un héroe de la mitología griega,
iniciador de la primera civilización humana, que robó el fuego a los dioses
para darlo a los hombres, que había formado del barro de la tierra. Fue
castigado por los dioses por ese atrevimiento. Se puede ver cómo el humanismo
ateo aprecia ese mito.)
Marx
llegó a la conclusión de que la alienación del hombre (el atribuir sus derechos
propios a un ser supremo) depende de una situación de opresión, eliminada la
cual, la tendencia religiosa desaparecerá por sí sola. Consideró que en la
época industrial la opresión proviene de la acumulación capitalista. Las clases
oprimidas creerían en Dios y en un paraíso para consolarse de su miseria terrenal;
los patrones opresores, para tranquilizar su conciencia, se convencen de que
las desigualdades sociales entran en un orden querido por Dios. Para Marx, la
creencia en Dios nace de la injusticia, justifica la injusticia, y la perpetúa.
Su ateísmo no admite limitación alguna de la autonomía humana. Marx explica que
su ateísmo es positivo. Dice que empieza con la teoría, luego al ateísmo
negativo, luego al ateísmo positivo del humanismo.
"El
ateísmo es el humanismo conciliado consigo mismo mediante la superación de la
religión; el comunismo es el humanismo conciliado consigo mismo mediante la
superación de la propiedad privada. Sólo a través de la superación de esta
mediación (que es, sin embargo, un presupuesto necesario) se llega al humanismo
que comienza positivamente a partir de sí mismo, al humanismo positivo."
Marx
veía, pues, una progresión:
ATEÍSMO è COMUNISMO
è HUMANISMO
Ejercicio: "La religión nace
de la injusticia, justifica la injusticia, y la perpetúa". Comenta esa
afirmación. ¿Hay elementos de verdad en ella? ¿Cómo contestarías a alguien que
utilizara esto como argumento contra el cristianismo?
Para
Nietzsche, la creencia en Dios impide la libertad total y el autodesarrollo del
hombre. Es interesante ver los argumentos de Nietzsche:
4. Para desprenderse de esa creencia no se
trata de rechazar las pruebas de la existencia de Dios, sino mostrar la forma
en que tales creencias han podido nacer e imponerse en la conciencia de los
hombres.
Esto
suena como: "No creo en Dios porque no quiero que haya un Dios". No
tiene justificación ni empírica ni filosófica. En Nietzsche el rechazo de Dios
es un aspecto y una consecuencia del rechazo de todo lo que pretenda imponerse
al hombre, a su conciencia, tanto en el orden de lo verdadero como en el del
bien. Para Nietzsche el superhombre (el hombre llegado a su estado ideal)
excluye toda referencia a Dios. Para él, el deber moral, el "tú
debes", era el gran dragón. Para
él el cristianismo era la religión de los débiles, que impulsa al hombre a
someter su voluntad a Dios. Las críticas de Nietzsche contra toda religión,
pero especialmente contra el cristianismo, eran las siguientes:
Ejercicio: Analiza cada una de las
cuatro acusaciones de Nietzsche contra la religión. Describe qué aspecto de
verdad pueda haber en cada una de ellas, y contesta a las críticas.
Sartre
es el proponente más conocido del existencialismo de nuestro siglo. Para
él, el existencialismo no es más que un esfuerzo para deducir todas las
consecuencias a partir de una postura atea coherente. Para él, la creencia en
un Dios creador sería ilógico. Para Sartre, al no existir Dios para crear los
valores e imponerlos al hombre, es el mismo hombre quien los crea. Por otro
lado, decía, si nuestra libertad es lo único que da sentido y valor a las
cosas, es inútil creer en un Dios trascendente. Para él, si pudiera haber
alguna prueba de que Dios existiese nada cambiaría con respecto al hombre,
puesto que nada eximiría al hombre del "hacerse" mediante la propia
libertad. Dijo Sartre, en El Ser y la Nada: "La esencia del ser humano
se encuentra en suspensión en su libertad". Sartre aduce los argumentos
siguientes contra la existencia de un Dios Creador:
1. La creación es imposible porque supondría
que lo creado sufre la acción de Dios, antes incluso de existir, lo que
obviamente es contradictorio. Es decir que al ser Dios antes de que el mundo
existiera, su divinidad sería pura subjetividad, y no habría podido concebir un
mundo objetivo, y mucho menos quererlo y crearlo.
2. La creación continua no puede ser porque
el afirmar que la criatura es en sí misma nada, elimina la consistencia propia
del mundo y la transcendencia de Dios.
Parece
que Sartre define arbitrariamente sus propias premisas y construye su silogismo
con ellas para llegar a sus conclusiones preconcebidas. Razona en contra de
todas las reglas de la lógica.
Según
Miano, Sartre toma al pie de la letra las palabras de Dostoiewsky: "Si
Dios no existiera todo estaría permitido". Aplica esas palabras a la falta
de seguridad y el hecho de contar únicamente consigo mismo.
Freud
consideraba que el concepto de Dios era sencillamente una solución emocional a
nuestro sentimiento de culpa. Para él, la religión es una especie de neurosis
colectiva que tiene su origen en el "complejo de Edipo". Para él las
necesidades religiosas nacen como compensación de muchos deseos frustrados por
la vida social, y cuyas ventajas reconoce por otra parte; pero dada que tales
ventajas no compensan totalmente los sacrificios soportados, el libido - o
búsqueda de placer - lleva al hombre a transferir la satisfacción de sus
propias aspiraciones a una vida inmortal concedida por la benevolencia de un
Padre celestial.
Para
Durkheim, la religión es la expresión simbólica de la realidad social de una
comunidad. Ese símbolo sirve para imponer la voluntad de la sociedad sobre el
individuo o sobre la misma comunidad.
En
resumen, se nota que todos esos argumentos para el ateísmo se centran en la
libertad del individuo de hacer lo que quiere. Es decir, la libertad de todo
principio moral, o, en otras palabras, el libertinaje. No es un problema
intelectual, o un problema de razonamiento, sino un problema moral. El ateo no
tiene un problema intelectual con la existencia de Dios: la demostración de eso
ocurre cuando le ocurre alguna desgracia: (echa la culpa
a Dios! o cuando está en un apuro: (pide a Dios que lo libere de
ello! El problema del ateo parece ser simplemente una rebelión contra la
autoridad de Dios sobre su vida. "El hombre elimina a Dios para entrar en
posesión de la propia grandeza humana que él cree detentada indebidamente por
otro. En Dios derriba un obstáculo para conquistar la libertad"[3].
La religión sería considerada como la alienación fundamental, metafísica. Para
Marx, la religión es esencialmente alienación porque está en oposición radical
con la concepción "materialista" del hombre, que es un principio
absoluto. No se reconoce en el hombre como tal ninguna dimensión religiosa.
Para Nietzsche y Sartre se trata de humanismo ético o libertad: el hombre se
concibe como autonomía y libertad absolutas, que serían alienadas y negadas en
la relación del hombre con Dios.
En
cuanto al ateísmo "científico", está el principio del empirismo y la
no trascendentalidad de la experiencia. No disponemos de otro contenido de
conocimiento que el dado en la experiencia sensible. Ahora bien, la ciencia en
sí prescinde de problemas de sentido y se autolimita al campo de lo observable
y lo mensurable, y por tanto no lleva como tal al ateísmo.
Tanto
en el ateísmo de matriz científica como en el ateísmo humanista, el centro de
interés es el hombre. Se ve la religión como un hecho humano llamado ante el
tribunal del hombre que debe juzgar su valor. La cuestión de si Dios existe o
no llega a ser secundaria en relación con el problema existencial de la
religión: el del significado de Dios para el hombre, para su libertad,
para su vida, para la sociedad humana.
RESPUESTAS AL ATEISMO
En
cuanto a respuestas cristianas a ese ateísmo humanista que hemos considerado,
existen las siguientes (se contesta en la misma base en que se establece el
ateísmo - en la filosofía y no en nada empírico):
1.
La
"muerte de Dios" lleva de hecho a la muerte del hombre y del
humanismo. La evidencia de esto está en el sacrificio de seres humanos que está
llevado a cabo en los totalitarismos que están basados en ideologías ateas.
2. El ateísmo no puede dar una solución
satisfactoria a los enigmas de la vida y de la muerte, de la culpa y del dolor.
La misma existencia del hombre sigue siendo un problema irresuelto.
El
teísmo, al contrario, es la doctrina de un Dios extramundano y personal, el
creador, preservador y gobernador del mundo.[4]
Según Hodge, el designio de todos los argumentos acerca del teísmo es demostrar
que los hechos que nos rodean, y los hechos de la consciencia, demandan aceptar
la existencia de este Ser. Hodge divide los argumentos en los áreas Ontológico,
Cosmológico, Teleológico, y Moral.
Este
argumento es más bien metafísico. La existencia real y objetiva de Dios está
involucrada en la misma idea de tal Ser. Anselmo consideraba imposible la
negación de la existencia de Dios, porque Dios es la más elevada verdad, el más
alto bien, de quien toda otra verdad y todo otro bien son las manifestaciones.
Como todo hombre tiene la idea de Dios, tiene que admitir su existencia real,
porque lo que es necesario es de por sí real.
Hodge
considera que si este argumento tiene alguna validez, carece de importancia.
Descartes
desarrolló ese mismo argumento en una forma más convincente: Decía que tenemos
una idea de un Ser infinitamente perfecto. Como somos finitos, esta idea no
pudo originarse en nosotros. Como estamos familiarizados sólo con lo finito, no
podría haberse originado en nada de lo que tenemos a nuestro alrededor. Por
ello, tiene que proceder de Dios, cuya existencia es así una suposición
necesaria.
Éste es el
argumento que hemos considerado como el de causa y de efecto. Se basa en el principio
de una causa suficiente. El argumento se puede enunciar con el silogismo
siguiente:
3.
Por
ello, el mundo debe haber tenido una causa fuera de él mismo y adecuada para
dar cuenta de su existencia.
Según
Hodge, la validez del argumento depende del sentido que se dé a las palabras
causa y efecto. Por ejemplo, la definición de un efecto es un acontecimiento, o
un producto, no debido a nada inherente en sí mismo, sino producido por algo
fuera de sí mismo. Una causa es un antecedente a cuya eficacia se debe el
efecto. Según estas definiciones es obvia la conclusión de que la existencia
del mundo supone la existencia de una causa adecuada. Pero para que fuera
válido se tendría que demostrar que el mundo es un efecto. Es decir que el
mundo no es auto-causado, o eterno.
Una
causa es una entidad real, sustancial, y no una mera idea o relación. Una
no-entidad no podría actuar, y una causa, por definición, actúa. Además de ser
real, una causa debe tener poder, o eficiencia. Además, esta causa debe ser
adecuada para el efecto.
Ahora
bien, podríamos preguntar cuál es el fundamento de la creencia universal de que
cada efecto debe tener una causa. Se trata de una verdad intuitiva, un
principio primordial o evidente por sí mismo.
Hodge
reduce el problema a lo siguiente: El universo es. Por ello, o bien ha sido
desde toda la eternidad, o debe su existencia a una causa fuera de sí mismo,
adecuada para dar cuenta de que sea lo que es. El argumento teísta es que el
mundo es un efecto; que no tiene en sí mismo la causa de su existencia; que no
es eterno, y por ello tenemos la necesidad de aceptar la existencia de una gran
Primera Causa a cuya eficacia se debe atribuir la existencia del universo.
Hodge
da como primer argumento para demostrar que el mundo como un todo no es
existente por sí mismo y eterno, que todas sus partes, todo lo que entra en su
composición, es dependiente y cambiante. Puesto que un todo no puede ser
distinto de sus partes constitutivas, entonces el universo entero debe ser
dependiente de otra cosa u otro Ser. Añade como ejemplo que si nosotros no encontramos
la causa de nuestra existencia en nosotros mismos, ni nuestros padres en sí
mismos, ir atrás ad infinitum es sólo
añadir nada a nada. La mente demanda una causa suficiente y no se logra ninguna
solución yendo atrás indefinidamente de un efecto a otro.
Hay
además el argumento histórico. Tenemos la evidencia de que la raza humana ha
existido sólo por unos pocos miles de años. Es increíble que la raza humana
haya existido desde la eternidad. La teoría de la evolución no da ningún alivio
a este problema. Sólo añade millones de años en lugar de miles de años. La
célula germinal de Darwin demanda tan necesariamente una causa fuera de ella y
existente por sí misma como la demanda un hombre totalmente desarrollado, o
toda la raza del hombre, o el mismo universo. Sea que el universo salió de la
nada, lo que no puede ser, o existe un Ser auto existente, eterno, y
extramundano.
Otro
argumento parecido es de orden geológico. Los geólogos concuerdan en los puntos
siguientes: Primero, que los géneros existentes de plantas y animales que
habitan nuestra tierra comenzaron a existir en un cierto punto en el tiempo.
Segundo, que ni la experiencia, ni la ciencia, ni los hechos, ni la razón,
justifican la suposición de una generación espontánea. No hay ninguna evidencia
de que ningún organismo vivo sea jamás producido por unas causas meramente
físicas. Cada uno de esos organismos tuvo que ser sea creado inmediatamente,
sea derivado de algún otro organismo ya teniendo vida, previamente existente.
En tercer lugar, los géneros y las especies son permanentes. Uno nunca se
transmuta en otro. Un pez nunca se transforma en ave, ni un ave en cuadrúpedo.
La evidencia de esto es abrumadora a pesar de lo que dicen algunos.
Por
tanto todas las plantas y animales tuvieron un principio. Y si tuvieron un
principio, fueron creados. Y si fueron creados, tiene que haber un Creador.
El
argumento cosmológico no tiene la intención de demostrar todo lo que los
teístas sostienen acerca de Dios. Es suficiente con que demuestre que debemos
admitir la existencia de un Ser eterno y necesario. Otros argumentos
demuestran que es una persona: que este Ser es consciente de Sí mismo e
inteligente. El argumento demuestra, sin embargo, que este Ser es extramundano,
puesto que el principio de la causación es que todo lo contingente tiene que
tener la causa de su existencia fuera de sí mismo.
Para
demostrar el argumento de causa y efecto en una manera más específica, tomemos
la lectura del calendario "La Buena Semilla" del 5 de enero, 1996:
LA FIRMA DEL CREADOR
"Las cosas invisibles de él, su eterno poder
y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa."
(Romanos 1:20).
En
sus obras, un gran científico naturalista relata con mucha precisión sus
experiencias acerca de las costumbres y el instinto de los insectos. Despierta
una constante admiración.
He
aquí lo que él escribe respecto de la abeja albañil, una clase de pequeñas
abejas que se habían instalado bajo el techo de su cobertizo. Había capturado y
marcado a varias de ellas a costa de más de una picadura y las había soltado a
más de cuatro kilómetros de ese lugar: "De una veintena, por lo menos
quince habían vuelto: dos en la primera hora, tres al final de la tarde y las
demás a la mañana siguiente, no obstante el viento contrario y sobre todo a
pesar del lugar desconocido al que las había llevado, porque sus normales
expediciones diarias no superan un centenar de metros. )Cómo, pues,
volvieron a hallar su nido mis abejas desorientadas? )Quién es su
guía? Por cierto, no es su memoria, sino una especial facultad que debemos
limitarnos a comprobar por medio de sorprendentes efectos, sin pretender
explicarla, por estar ella tan fuera del alcance de nuestro
entendimiento".
La
única explicación - simple y grandiosa - es la intervención del Creador, cuyo universo
lleva la evidente firma hasta en los más ínfimos detalles. Sus obras colocadas
ante los ojos de los hombres, los vuelven inexcusables si no creen en él. Pero
el Dios creador es también el Dios Salvador por Jesús, su Hijo amado, quien nos
lo reveló."
Este
argumento proviene del designio obvio que hay en el universo. También se puede
presentar como un silogismo.
Por
"designio" significamos: la selección de un fin a alcanzar, la
elección de los medios apropiados para alcanzarlo, y la aplicación real de
estos medios para llegar al fin propuesto. Es una verdad evidente por sí misma
que el designio indica inteligencia, voluntad, y poder. Es decir que la
inteligencia en el efecto implica inteligencia en la causa. Y la inteligencia
indicada por el designio no está en la cosa diseñada. Tiene que ser en el
agente externo que diseña. Hodge nos da el ejemplo de un libro. La mente
indicada en un libro no se halla en el libro mismo, sino en el autor y en el
impresor. Lo mismo puede decirse de una calculadora, o cualquier invención u
obra de arte. En la misma manera, la mente indicada en la estructura de los
cuerpos de las plantas y de los animales está en ellos, sino en Aquél que los
hizo. Y la mente indicada en el mundo en general debe ser extramundano.
Hay
una infinidad de evidencias de inteligencia, orden, y designio en el mundo. Se
habla de la estructura del ojo, o de una simple célula, o del sistema solar, o
de las galaxias. En cualquier plano, si se cambiara el orden en desorden, los
resultados serían desastrosos. Sir Gilbert Eliot escribió: "El resultado
de toda nuestra experiencia parece consistir en esto. Hay sólo dos formas en
las que hemos observado las diferentes cantidades de materia echadas
juntamente: bien al azar, bien con designio y propósito. De la primera forma
nunca hemos visto la producción de un efecto complicado regular correspondiéndose
con un fin determinado; de la segunda forma, lo hemos visto de manera constante.
Se
ve este argumento basado en el designio varias veces en el Antiguo y el Nuevo
Testamento. (Por ejemplo: Salmos 19:1; Hechos 17:23-31; Romanos 1:20).
Este
argumento que Hodge desarrolla se basa en la naturaleza moral del hombre. La
compara a la imagen del sol reflejado en un espejo o la superficie de un lago.
Dice que el reflejo del sol no nos revela toda la verdad acerca de cómo es el
sol, pero sería irrazonable dudar de la existencia del sol. En la misma manera,
dice Hodge, el alma es el reflejo de la naturaleza de su Creador. No nos enseña
todo lo que hay que saber de Dios, pero frente a la existencia del alma sería
irrazonable dudar de la existencia de Dios. Dice que todo hombre tiene en su
propia naturaleza la evidencia de la existencia de Dios, una evidencia que no
puede ser nunca borrada, y que forzará la convicción de los más mal dispuestos.
Cada hombre, según Hodge, tiene en su propia naturaleza la evidencia de que
Dios es un ser extramundano, personal, inteligente, voluntario, moral, que
conoce, y que tiene el derecho de ordenar, castigar, y salvar. Las razones que
muchos hombres niegan la existencia de Dios a pesar de eso son tres: en primer
lugar, porque los hombres negarán a menudo hasta las verdades evidentes en sí mismas;
en segundo lugar, porque los hombres, por su estado moral, tienen un gran
interés en negar la existencia de un Dios santo y justo y por tanto la
tentación de distorsión de los argumentos en este sentido es grande; y
finalmente (y esta razón es una extensión de la segunda), porque se hacen
constantes esfuerzos para pervertir o contradecir el testimonio de nuestra
naturaleza acerca de la existencia y de la naturaleza de Dios.
Aunque
se llama el argumento moral, hay tres aspectos de este razonamiento: hay el
argumento basado en la existencia de la mente, el argumento basado en la
naturaleza del alma, y el argumento basado en la naturaleza moral del hombre.
Toda
persona tiene en su propia consciencia la evidencia de la existencia de la
mente. Cada persona sabe que tiene cierta inteligencia, y que su personalidad
no reside en su cuerpo, sino en su alma, o al menos en un aspecto intangible de
su ser, que llamaremos alma. Sabe que en este sentido alma y cuerpo son dos
cosas diferentes, y que tienen atributos incompatibles entre ellos. Todas las
lenguas del mundo reconocen esta distinción. Los únicos que lo negarían son
escritores especulativos o teóricos. Hodge pregunta: "Cómo se puede
explicar la existencia de esta sustancia inmaterial, pensante, inmortal, a la
que llamamos el yo? Es innegable que no ha existido siempre. Si comenzó a existir,
tiene que haber tenido la causa de su existencia fuera de ella misma. Esta
causa no puede ser el alma del padre, porque es también un efecto."
Hodge
cita dos leyes que parecen caracterizar todas las obras de la naturaleza. La
primera ley es que cuando existen capacidades, necesidades, o deseos, siempre
se da una provisión para suplirlas y satisfacerlas. Da por ejemplo el hecho
que las plantas tienen órganos para seleccionar los materiales del suelo
necesarios para su crecimiento y madurez, y tienen la capacidad de ser
afectadas de manera apropiada por la luz y el calor, y varios otros ejemplos.
Hodge dice que todas estas necesidades son suplidas, porque la tierra, la
atmósfera, la luz, el calor, y el agua están provistos. Habla también del hecho
que en el mundo animal las necesidades son suplidas: los alimentos, la luz, el
calor, el aire, y el agua son adecuados para sus varias necesidades, a sus
órganos, y sus instintos. La segunda ley es que todos estos organismos vivos
alcanzan la perfección y cumplen plenamente el fin de su existencia, Significa
que llegan a ser todo lo que son capaces de ser. Lo que pertenece a su
naturaleza queda plenamente desarrollado, y todas sus necesidades llegan a
satisfacerse plenamente.
Ahora
bien, estas dos cosas son ciertas de toda criatura viviente dentro del ámbito
de nuestro conocimiento, con la sola excepción del Hombre. Son ciertas en
cuanto a su cuerpo: sus necesidades físicas hallan la manera de suplirse,
Además, su cuerpo llega a ser todo lo que es capaz de ser. Pero en lo que
respecta al alma, esto no es cierto. El alma tiene capacidades que no son
plenamente desarrolladas en esta esfera de nuestra existencia, y nunca pueden
serlo. Tiene deseos, aspiraciones, u necesidades que este mundo no puede suplir
en ninguna manera. Por tanto, concluye Hodge, el alma está designado y adaptado
para un estado de existencia más elevado y espiritual, en la misma manera en
que el cuerpo está adaptado al presente orden de cosas. Hodge da los ejemplos
siguientes: Primero, el alma del hombre tiene poderes intelectuales capaces de
una expansión indefinida que nunca puede alcanzar su límite máximo en este
mundo. Tampoco se puede satisfacer su deseo de conocimiento. En segundo lugar
el alma tiene una capacidad para la dicha que el mundo presente no puede
llenar. Eso no es el caso para los animales. En tercer lugar, el alma tiene
aspiraciones para las que no se corresponde nada en esta vida, anhelando
comunión con lo eterno e infinito. Finalmente, con todos estos poderes, deseos,
y aspiraciones, está consciente de su debilidad, insuficiencia, y dependencia.
El alma siente la necesidad de un objeto que adorar, amar, y en que confiar.
Reconoce su necesidad de un ser que puede satisfacer a todas sus necesidades y
responder a sus anhelos.
Hodge
considera que no puede ser que el hombre sea una excepción a las leyes acabadas
de enunciar. Dios es el correlativo del hombre, en el sentido de que la
existencia de una criatura como el hombre demanda aceptar la realidad de un Ser
como Dios.
Para
ponerlo en forma de silogismo:
Existe algo para
colmar cada necesidad sentida por la naturaleza.
No existe nada en
el mundo que puede colmar la necesidad sentida del alma del hombre
Por tanto, debe
existir algo ultramundano para colmar la necesidad sentida del alma del hombre.
Este
argumento se basa en las premisas siguientes: Primero, está en la naturaleza de
todos el tener un sentido del bien y del mal. Así como la razón percibe que
algunas cosas son verdaderas, y otras falsas, y como los sentidos tienen una
percepción inmediata de sus objetos apropiados, en la misma manera el alma
puede valorar el carácter moral de los sentimientos y de las acciones, de manera
inmediata. En segundo lugar, nuestras percepciones morales o juicios tienen su
carácter distintivo y peculiar, que no pertenece a otros de nuestros estados
de conciencia. (El carácter de lo "bueno" es distinto de lo
"verdadero", o de lo "apropiado"). Tercero, estos juicios
morales son independientes. Es decir que no son bajo el control del entendimiento
ni de la voluntad. En la misma manera en que nadie puede, por su voluntad,
llegar a creer que lo negro es blanco, así nadie puede mediante razonamientos
llegar a creer que ha hecho lo bueno cuando su conciencia le dice que ha hecho
lo malo. En cuarto lugar, nuestro juicio moral, o la conciencia, tiene una
autoridad sobre nosotros. No podemos ni negarla ni ignorarla. Manda y prohibe;
puede premiar o castigar. Gozamos de sus recompensas, y nos duelen mucho sus
castigos. Quinto, nuestros juicios morales implican la idea de ley, de un
gobierno o norma a la que estamos obligados a amoldarnos. En sexto lugar, esta
ley tiene una autoridad que no se deriva de nosotros. No se trata de una
sensación de lo que es decoroso o conveniente. Es más bien algo que nos es
impuesto, y se nos demanda que nos amoldemos por una autoridad fuera de
nosotros mismos. Por último, nuestra naturaleza moral involucra un sentimiento
de responsabilidad. Tenemos que responder por lo que somos y por lo que
hacemos. No se trata de una responsabilidad hacia nosotros mismos, ni tampoco
hacia la sociedad. Se trata de una responsabilidad hacia la existencia en general.
Ahora
bien, si reconocemos que tenemos una naturaleza moral tal como acabamos de
describir, entonces estamos obligados a reconocer la existencia de un Dios
extramundano, personal, de quien dependemos, y ante quien hemos de responder.
Tanto Kant como Sir William Hamilton negaron la validez de los demás argumentos
para la existencia de Dios, pero admitieron que nuestra misma naturaleza nos
obliga a creer que él es, y que él es una persona.
Algunos
objetan que los fenómenos de nuestra naturaleza moral se deben a nuestra
educación. Sin embargo, lo que nuestra naturaleza moral percibe es a menudo
mucho más seguro que lo que percibe nuestra mente y nuestro razonamiento. Los
hombres pueden llegar a creer cosas absurdas, creyendo lo que contradice sus
sentidos. Pero no llegan a creer que la malignidad es una virtud. Además, esa
naturaleza moral es universal. Ningún hombre es exento de ese sentimiento de
obligación moral. Por eso, no se puede atribuir a la educación. Pablo dijo de
los paganos: "conociendo el justo
juicio de Dios" (Ro. 1:32). Quería decir que un sentimiento de pecado
involucra el conocimiento de un Dios santo.
Lectura: Lee el capítulo sobre "El Teísmo: Evidencia de la Existencia de Dios", pág.
76-94 en Manual De Evidencias Cristianas.
Ejercicio: Alguien te escribe una
carta, comentando lo siguiente: "ya he dejado de creer esas cosas de que
estaba convencido como niño. Con la madurez, me he dado cuenta de que no es ni
científico, ni razonable, ni útil, creer en la existencia de un Dios. Es
imposible tener una mente científica moderna, y a la misma vez ser
creyente." Escribe una carta a esta persona, respondiendo a lo que ha
dicho. (Al menos una o dos páginas).
LECCIÓN
3: ¿CÓMO SE PUEDE DEMOSTRAR QUE LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS?
Antes
de empezar esta lección sería bueno considerar algo que Paul Little dice en su
libro KNOW WHY YOU BELIEVE: "Muchos cristianos piensan que tienen
que demostrar que la Biblia es la Palabra de Dios antes de que puedan
testificar a los inconversos. Eso no es cierto. La cuestión central es la
relación que uno tiene con el Señor Jesucristo - no su opinión sobre la
Biblia. La Biblia es la Palabra de
Dios, piense lo que piense una persona de ella, y es posible llevar a alguien a
considerar lo que las Escrituras dicen aún antes de que haya resuelto la cuestión
de su inspiración. Lo único que se necesita para enfrentar a una persona con
Cristo es demostrarle que los Evangelios son documentos históricos fidedignos.
Eso es relativamente fácil, como veremos. ... Una vez que una persona haya
puesto su confianza en Cristo, la pregunta lógica que se le puede hacer es: ¿Cómo veía Cristo la Biblia?"
En
realidad, sería difícil demostrar a un no creyente que la Biblia es la
Palabra inspirada de Dios. Podríamos darle muchas razones para instarle a
examinar las Escrituras por él mismo; podemos contestar a sus objeciones, pero
no podemos demostrarle científicamente, basado en la experiencia de él, que se
trata de la Palabra de Dios.
AUTENTICIDAD INHERENTE
¿Cómo
sabemos nosotros que la Biblia es la Palabra de Dios? ¿De dónde viene nuestra
convicción? El profesor Miguel Herbage, en su asignatura de Teología
Sistemática (Escuela Evangélica de Teología a Distancia), contesta así:
"Esto
nos lleva a nuestro próximo punto, autenticidad inherente. Lo que se quiere
decir con esto es que las Escrituras son las que muestran su propia
autenticidad a todo creyente cristiano mediante la obra convencedora del
Espíritu Santo. El mismo Espíritu que inspiró las Escrituras también nos
convence que 66 trozos de escrito humano son la Palabra de Dios convertida en
Sagrada Escritura y dada para hacernos sabios para la salvación por la fe que
es en Cristo Jesús. Es importante darse cuenta en esta conexión de que no se
trata de una revelación privada de algo que no se ha hecho público, sino de la
iluminación de mentes entenebrecidas por el pecado. Las evidencias de la
divinidad de Jesucristo y de la inspiración divina de las Sagradas Escrituras
son claras y patentes. Pero los hombres, a causa de su pecado, no las quieren,
ni las pueden admitir a menos que el Espíritu les ilumine de esta manera. Es
por eso que los evangélicos insisten en contraposición a la iglesia de Roma,
que es el testimonio del Espíritu y no el de la iglesia que manifiesta para
nosotros la autenticidad de las Escrituras canónicas. La iglesia testifica,
pero es el Espíritu que convence."
El
hermano Herbage añade luego, hablando de la actitud de los evangélicos hacia
las Escrituras: "En resumen, los evangélicos siempre han tomado en
serio lo que la Biblia dice en cuanto a su propia inspiración. Pero
insisten también en que sólo aquellos escritos inspirados son canónicos y por
lo tanto autoritarios, que en la intención de Dios habían de ser incluidos en
las Sagradas Escrituras. Esas Escrituras canónicas llevan inherentes en sí mismas
el testimonio de su propia autoridad que también es apoyada por el testimonio
del Espíritu y son por sí solas
suficientes para lograr su propósito declarado. Así mismo, todas las enseñanzas
necesarias para lograr este propósito son claras y patentes a pesar del hecho
que contienen misterios impenetrables y problemas aparentemente insolubles -
lo que sólo indica su origen divino. Por lo tanto, este libro, que lleva en sí
sus propias marcas de su origen divino exige la sumisión intelectual y moral de
cada uno a quien llega".
Tenemos
que tener en cuenta varios elementos: primero, la convicción que entra en el
corazón del creyente al convertirse, de que las Escrituras son inspiradas por
Dios; luego, lo que la Biblia dice de sí mismo; luego, el hecho que ningún
escrito en todos los 66 libros de la Biblia ha sido demostrado erróneo, sino
que aquellos detalles de que algunos se han burlado han sido demostrados
verídicos; y, finalmente, las profecías de las Escrituras que han sido
cumplidas.
EL TESTIMONIO DE LAS MISMAS ESCRITURAS
El
hermano Herbage ha subrayado bien el primero de estos elementos. Pasemos al
segundo: lo que la Biblia dice de sí mismo.
Los escritores del
Antiguo Testamento se consideraron inspirados por Dios:
2 Samuel 23:2 "El espíritu
del Señor ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua".
Amós 3:8 "Si
habla el Soberano Señor, ¿quién
no profetizará?"
Los escritores del
Nuevo Testamento consideraron que los del Antiguo Testamento eran inspirados
por Dios:
2 Timoteo 3:16-17 "Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra".
2 Pedro 1:20-21 "entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación
privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo".
Mateo 5:17-18 "No penséis
que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido par abrogar,
sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la
tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo haya sido cumplido."
Hechos 4:24 "Que por
boca de David tu siervo, dijiste..." (y cita Salmo 2:1-2).
Además
de reconocer la inspiración de los escritos del Antiguo Testamento, los
escritores del Nuevo Testamento pretendían ser inspirados, y se apoyaron
mutuamente:
1 Corintios 14:37 "Si alguno se cree
profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del
Señor"
2 Pedro 3:15-16 "Y tened
entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también
nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os
ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas;
entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes
tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición".
Hay
muchos otros textos fáciles de encontrar dentro de las tres categorías.
La
cuestión de la Inspiración de las Escrituras, por tanto, hace que todas sean
entrelazadas entre sí. Son todas inspiradas, o no lo son ningunas. Aun que se
las puede examinar por separado, es útil también examinarlas como un conjunto
en cuanto a su autoridad e inspiración.
¿Qué es la importancia de esos textos que apoyan la inspiración de las Escrituras? Un investigador que no tiene ningún prejuicio ni en pro ni en contra de la inspiración las tomaría en serio. Cualquiera que pretendiera que sus escritos eran inspirados por Dios tendría que ser un loco, o un embustero, o, en efecto, diciendo la verdad. Pretensiones así deberían incitar al lector a examinar los escritos, a ver si parecen ser escritos por un loco o un embustero. Si tal fuera el caso, tendría que haber muchas contradicciones y errores. Tendría que haber, después de más de dos mil años, varios asuntos que hubiéramos podido identificar claramente como errores históricos, científicos, o literarios. Por esta razón la pretensión de los escritores tiene importancia en cualquier investigación seria de las Escrituras.
AUSENCIA DE ERRORES Y CONTRADICCIONES
La
tercera evidencia en cuanto a la inspiración y autoridad de las Escrituras es
que ningún escrito en todos los 66 libros de la Biblia ha sido jamás demostrado
erróneo. La Biblia fue escrita por al menos cuarenta distintos autores humanos,
durante un período de unos mil quinientos años. Los cuarenta autores vinieron
de un fondo muy distinto uno del otro: reyes, pastores de ganado, jardineros,
poetas, sacerdotes, un médico... A pesar de eso, hay una unidad notable entre
los sesenta y seis libros. No hay contradicción. No hay error literario.
Tampoco hay error científico o histórico, aun si en el pasado algunos han
creído posible identificar tales errores.
Se
ha pretendido que hay errores científicos: que el relato de la creación, tal
como descrita en la Biblia, es contrario a lo demostrado científicamente. Eso
no es cierto. En otra lección tocaremos el tema de la creación y la evolución.
Basta para el momento decir que la teoría de la evolución es una teoría,
que no es tan científica como se pretende, que sus propios proponentes han
dicho que hay que aceptarlo por la fe, sin pruebas, porque es la única teoría filosóficamente
aceptable: que la alternativa de un Dios creador, soberano, es inadmisible
por razones filosóficas. Cuando se elimina como premisa, la existencia
de un Dios soberano, creador de todo, a quien hemos de dar cuentas, entonces se
puede "demostrar" lo contrario. Pero es un fallo de lógica.
Por
otro lado, se ha atacado a algunas expresiones bíblicas como, por ejemplo, en
Isaías 55:12 "los montes y los
collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso" y Salmos 114:4, 6 "Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos".
Tratar de pretender que esas son inexactitudes científicas es peor que
infantil, y obviamente de mala fe. Cualquiera sabe que se trata de un lenguaje
poético. El tomar la Biblia literalmente no significa que se toma tales
expresiones literalmente. La Biblia habla del hecho que se levanta y se pone
el sol. Pues, cualquier científico moderno hablaría de igual manera, y nadie lo
pondría en ridículo. Es un lenguaje que sirve para describir lo que parece ser.
En
una universidad donde estudié en el Canadá un profesor de Religión se burló de
quienes tomaban la Biblia por Palabra inspirada de Dios. Dijo que en el libro
de Daniel, por ejemplo, había errores históricos: que el rey Belsasar[5]
nunca existió. Sin embargo, se aprende que el que está en la lista de los reyes
de Babilonia en aquel momento había sido enviado al exilio, y que era su hijo
Belsasar que reinaba en su lugar, aun cuando el nombre de su padre era quien
figuraba como rey.
Se
llegó a decir que en los tiempos de Moisés no se sabía escribir. Sin embargo
los arqueólogos han encontrado escritos anteriores al tiempo de Moisés. El
código de Hamurabi, por ejemplo, se fecha antes del tiempo de Moisés. (Entonces
ahora, ¡algunos acusan a Moisés de haber copiado el código de Hamurabi!) Desde
1974 más de 17.000 tablas y documentos han sido descubiertos en el lugar donde
estuvo el reino de Ebla, que tuvo una población de unas 260.000 personas en 2300
a. C. Estos documentos demuestran que
mil años antes de la vida de Moisés, las costumbres y las leyes eran registradas
por escrito en la misma parte del mundo en que Moisés vivió.
El
Dr. W. F. Albright, que fue profesor de la Universidad Johns Hopkins, dijo:
"No puede haber duda de que la arqueología ha confirmado la historicidad
de la tradición del Antiguo Testamento". Otros han confirmado esto, como
por ejemplo, Millar Burrows, de la Universidad Yale, Sir Frederic Kenyon, que
había sido director del "British Museum", y Nelson Glueck, el
conocido arqueólogo judío que dijo: "Ningún descubrimiento arqueológico ha
controvertido jamás una referencia bíblica".
Como
subraya Little, no es que podamos demostrar la inspiración de la Biblia
mediante la arqueología, y nuestra fe no depende de la arqueología, pero los
descubrimientos arqueológicos nos ayudan a ver que la Biblia en ninguna manera
contradice la realidad histórica. De los muchos miles de sitios bíblicos que
tienen alguna conexión con el período del Antiguo Testamento, hay relativamente
pocos que han sido explorados. Pocos documentos de los tiempos del Antiguo
Testamento han sido descubiertos en Palestina, y por tanto mucho de nuestro
conocimiento en esa área ha de venir de otros países vecinos. Pero la
excavación arqueológica de sitios bíblicos siempre apoya y nunca contradice
los datos históricos que la Biblia nos proporciona.
Little
cita el ejemplo de la vida y los tiempos de Abraham, como siendo ejemplo de la
ayuda que la arqueología nos proporciona. Los críticos del siglo diecinueve
echaban mucha duda sobre la historicidad del relato bíblico de Abraham.
Pensaron que tenía que ser un nómada ignorante y primitivo. No podría haber
sabido leer, ni tener ningún conocimiento de la ley, la historia, el comercio,
y la geografía. Para él, mudarse desde Ur hasta Harán era sencillamente un
cambio nomádico. Pero C. Leonard Wooley ha hecho excavaciones en el sito de Ur,
y descubrió que esas ideas eran bastante erróneas. La ciudad de Ur en el tiempo
de Abraham era una ciudad muy desarrollada, con una civilización avanzada.
Arqueólogos han descubierto casas bastante complejas, y tablas de arcilla que
servían de libros. Algunas de esas tablas eran recibos para transacciones
económicas, otras eran tablas matemáticas con fórmulas para calcular raíces
cuadradas y raíces cúbicas, además de cálculos más sencillos. En los almacenes
del templo se encontraron recibos para muchos objetos - ovejas, queso, cobre,
metales, aceite para lubrificación de bisagras - y además, listas de paga para
empleados. (Muy práctico, y moderno! Llegó a ser claro que Abraham era el producto
de una cultura brillante y muy desarrollada. Tiene que haberle costado mucho
marcharse para tierras desconocidas.
Se
han encontrado copias desde antes de 2.000 a. C., de listas que habían sido
hechas por escribas de Sumer: listas de reyes según dinastías sucesivas, con
anotaciones sobre la duración de sus reinos. A unos kilómetros de Ur, se
encontró una piedra de fundación que fue puesta por un rey cuyo nombre figura
en esas listas, descrito como siendo de la tercera dinastía después del
Diluvio. Habría reinado alrededor de mil años antes de Abraham.
Otra
contribución del descubrimiento de Ebla concierne el capítulo 14 de Génesis.
Durante muchos años este capítulo fue considerado como relatando algo
históricamente imposible. (¡Cuanto menos sepan algunos "eruditos",
más dogmáticos son en sus afirmaciones!) Se consideró que la victoria de
Abraham sobre Quedorlaomer y los reyes de Mesopotamia era ficticia, y las cinco
ciudades del llano (Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim, y Zoar) fueron consideradas
como siendo legendarias. Sin embargo, las tablas de Ebla se refieren a las
cinco ciudades en cuestión, y lo que es más sorprendente, las pone en
exactamente la misma secuencia que Génesis 14. Las tablas indican que antes de
la catástrofe relatada en Génesis, la región experimentaba una gran
prosperidad, tal como descrita en Génesis.
Los
descubrimientos arqueológicos confirman que el origen ancestral de Israel es
de Mesopotamia. Los filólogos modernos reconocen la probabilidad de que todos
los idiomas tienen un mismo origen.
Un
descubrimiento asombroso confirma el relato bíblico de la conquista de Jericó.
El arqueólogo Garstang excavó en Jericó entre los años 1930-1936. En relación
con lo que descubrió, escribió: "No hay ninguna duda de que las murallas
cayeron hacia fuera en una manera tan completa, que los atacantes
pudieron trepar fácilmente por encima y entrar en las ruinas de la
ciudad." Lo asombroso en esto es que cuando hay causas naturales, como un
terremoto, las murallas nunca caen hacia fuera, sino hacia dentro. Pero
en Josué 6:20 leemos "y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la
ciudad, cada uno derecho hacia delante, y la tomaron".
Algunos
eruditos han dudado de la información bíblica sobre los reyes de Judá e Israel.
Pusieron en duda la historicidad del relato bíblico sobre Salomón, por ejemplo.
I Reyes 9:26 habla de su armada, aunque no hay ningún puerto apropiado en toda
la costa de Palestina. Describe sus riquezas asombrosas, con un número
elevadísimo de caballos y carros, además de sus proyectos de construcción.
Fortificó las ciudades de Jerusalén, Azor, Gezer, y Meguido. Se han descubierto
varias cosas que confirman estos relatos. Particularmente los establos. Se
descubrió una calle ancha, pavimentada, desde la puerta de la ciudad de Meguido
hasta los establos de Salomón. La parte sur de los establos mide alrededor de
90 por 70 metros. Una fila de cinco establos daba al norte con un gran corral.
Una muralla, con más de un metro de espesura, fue construida alrededor del
terreno para impedir el desgaste de la arena. Hacia el centro se hallaba una
cisterna con una capacidad de alrededor de 14.000 litros de agua. Se hallaron
dos salas rectangulares a un lado del corral que habrían podido servir para
guardar los carros. En cada uno de los establos había sitio para hospedar 30
caballos con mucha comodidad. Sólo en la parte sur de los establos, por tanto,
se podían hospedar 150 caballos.
Además,
del tiempo de Salomón, se ha encontrado una de las mayores fábricas de
fundición de minerales en el próximo oriente.
En
el Louvre, de París, se encuentra una piedra memorial encontrada en la tierra
de Moab, conmemorando la guerra en la cual los reyes de Judá y de Edom se
unieron con Joram, el hijo de Acab, rey de Israel, para atacar a Mesha, rey de
Edom. Esta piedra fue descubierta por un alemán, apellidado Klein.
Ha
habido muchas más confirmaciones de lo relatado en el Nuevo Testamento. En
aquello en que Flavio Josefo habla de los mismos acontecimientos descritos por
el Nuevo Testamento, los dos relatos concuerdan.
No
es que se haya resuelto necesariamente todo problema histórico o científico en
cuanto a afirmaciones de la Biblia. Pero se han resueltos tantos, que
cualquier método honrado de investigación científico reconocería que con el
tiempo es muy posible que los demás también se resolverían. No se puede decir
que la ciencia o la historia haya demostrado en absoluto que algo en la Biblia
fuera inexacto.
Otra
clase de evidencia se encuentra en el cumplimiento de las predicciones
bíblicas. Cualquier libro que hace un número importante de predicciones, que
las hace con mucha antelación, que las hace con autoridad, y ninguna de cuyas
predicciones haya fallado, es digno de cierto respeto. La Biblia contiene miles
de predicciones. Sería muy fácil encontrar algunas que habrían fallado si fuera
un libro normal y corriente. Todavía estamos esperando a que alguien nos
muestre alguna. Si se toma las predicciones de cualquier adivino moderno, que
gana millones con sus predicciones, podríamos ver cómo fallan regularmente.
Dios puso la prueba siguiente para demostrar la fuente divina de una profecía:
"Y si dijeras en tu
corazón: )Cómo
conoceremos la palabra que el Señor no ha hablado?
Si el profeta hablare en
nombre del Señor, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que
el Señor no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor
de él". (Dt. 18:21-22).
Y por el profeta
Isaías, Dios echó el reto a los profetas de las falsas religiones que invadían
la tierra de Judá:
"Alegad por vuestra casa,
dice el Señor; presentad vuestras pruebas, dice el rey de Jacob.
Traigan, anúnciennos lo que ha
de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro
corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha
de venir.
Dadnos nuevas de lo que ha de
ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced
bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos" (Isaías 41:21-23)
Y el profeta
termina con la condenación:
"He aquí que vosotros
sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió" (Isaías 41:24).
La
Biblia está llena de predicciones que se han realizado. Hay predicciones sobre
el Mesías, y otras sobre la nación de Israel. Isaías 52:13 - 53:12 es
extraordinario si consideramos que fue escrito siglos antes de la venida de
Cristo. Salmo 22 describe su crucifixión. Miqueas 5:2 especifica que nacería en
Belén.
Hubo
además predicciones que tenían que ver con ciudades históricas. En Ezequiel 26
se habla de la destrucción de Tiro - una predicción que alguien podría haber
acusado de ser bastante exagerada, describiendo hasta cuál punto su destrucción
sería completa, y el hecho que nunca volvería a construirse de nuevo. Esa
profecía fue cumplida por etapas, primero con Nabucodonosor, y luego por Alejandro
Magno.
Finalmente,
la dispersión del pueblo de Israel por toda la tierra fue descrita por Moisés
en Deuteronomio 28:25, Oseas 9:17, y Jeremías 24:9. Además, Jeremías predijo la
vuelta del pueblo de Israel a su tierra. No era normal que un país despoblado
por un invasor volviera a recibir su población original. Pero Jeremías lo
predijo, y eso tuvo lugar bajo Ciro, del imperio medo-perso.
A
continuación reproduzco una página del calendario "La Buena Semilla"
que toca el tema:
UN
LIBRO VIVIENTE
Calendario
La Buena Semilla 2 octubre, 1995
La Biblia es esa palabra viva que nos impresiona por su maravillosa
adaptación a nuestras circunstancias y a nuestros estados de ánimo. Se dirige a
nosotros tan a propósito y con tanta frescura como si hubiese sido dictado hoy
mismo y especialmente para nosotros. Nada se asemeja a las Sagradas Escrituras.
Tome usted un relato humano de la misma fecha que los libros de Moisés. Si lo
encontrase, )qué vería
usted en él? Una curiosa reliquia de la antigüedad, un documento anticuado,
sin utilidad para nadie, que sólo trata de un orden de cosas y de un estado de
la sociedad ya pasados desde hace mucho tiempo y caídos en el olvido.
Al contrario, la Biblia es el
Libro del día, adaptado a todas las edades, a todas las clases y a todas las
condiciones. Generalmente habla un lenguaje tan simple que un niño lo puede
comprender y al mismo tiempo tan profundo que la más vasta inteligencia no lo
puede agotar. Ante todo, va derecho al corazón; toca las fuentes más escondidas
de nuestro ser moral; nos juzga completamente. Ella es "viva y eficaz, y
más cortante que toda espada de dos filos..., y discierne los pensamientos y
las intenciones del corazón" (Hebreos 4:12).
(Qué privilegio poseer tal libro, tener en las manos una Revelación
divina, poseer la historia moral dada por Dios del pasado, del presente y del
porvenir de la humanidad en general y de cada uno en particular!
En
la asignatura de Introducción al Nuevo Testamento que preparé para la Escuela
Evangélica de Teología a Distancia, hay una lección sobre los documentos
originales del Nuevo Testamento. Reproduciremos parte de ello a continuación.
Los varios documentos "originales"
El
Nuevo Testamento fue escrito por sus autores inspirados en el griego. Hasta la
invención de la imprenta, en 1450, se contaba con copias hechas a mano. Hoy en
día nos quedan unos cinco mil de estos manuscritos, algunos completos, otros
parciales. Ninguno de estos manuscritos
es un documento original. Son copias, y copias de copias, la mayoría siendo
valiosas por su antigüedad. Los testimonios disponibles, pues, para el texto
del Nuevo Testamento son muchísimo más numerosos que para cualquier otro libro
de antigüedad.
Cuando
miramos a los documentos del Nuevo Testamento, se nos confronta tal tamaño de
pruebas que el problema es el de redacción. Hay miles de manuscritos, en
contraste con los pocos manuscritos de los escritores griegos clásicos. Además
de miles de manuscritos en griego, hay un gran número de manuscritos de
traducciones en latín, siríaco, egipcio, y otros idiomas. Tenemos además citas
del Nuevo Testamento en los escritos de los primeros "padres" de la
iglesia. Sin embargo, no todos los manuscritos pueden considerarse como siendo
exactos.
La
gran mayoría de manuscritos griegos contienen un texto que se normalizó en el
siglo cinco. Unos pocos manuscritos parecen conservar un texto mucho más
antiguo, y se da por cierto una mayor importancia a éstas. La primera edición
impresa de manuscritos griegos fue el texto de Erasmo, publicado en 1516.
Anteriormente, no se había pensado examinar la historia del texto. La
autenticidad completa del texto normalizado, sostenida también por la Biblia
latina (la Vulgata), se daba por descontado. Algunas ediciones publicadas en
los siglos XVI y XVII notaban la evidencia de manuscritos que eran distintos
del texto normalizado. Los más conocidos de éstos eran las ediciones de
Estienne, que formó la base de la "King James Version" en Inglaterra,
y el de Elzevir, que llegó a ser el texto normativo del continente. Este texto
recibió el nombre "Textus Receptus", o Texto Recibido.
Este
texto normativo quedó básicamente inalterado hasta que los críticos de texto
empezaron a investigar la historia del texto en los siglos XVIII y XIX.
Descubrieron que muchos manuscritos más antiguos eran distintos del Textus
Receptus. Se estableció que la edad y la cualidad de un manuscrito era más
importante que simple cantidad. Otros eruditos desarrollaron la idea de agrupar
manuscritos conforme a ciertas características. Esto resultó en el rechazo del
texto normalizado del siglo V, y su sustitución por grupos más antiguos, como,
por ejemplo, el texto de Alejandría, y el Texto Occidental. Generalmente estos
textos eran de Egipto.
Por
otra parte, los partidarios del "Texto Mayoritario" insisten en que
no se puede justificar una selección de texto basada en unos pocos manuscritos
de una región geográfica limitada, sólo por su mayor antigüedad: consideran que
era normal que se conservase textos más antiguos en Egipto, puesto que las
condiciones climáticas favorecían su conservación. Consideran que no se puede
descartar la importancia del gran número de textos aún siendo más
recientes: que no es científico ignorar de 80 a 90% de las pruebas en
cualquier disciplina. Las lecturas de estos textos mayoritarios han sido
rechazadas como siendo "tardías y secundarias", basado en la teoría
de que hubiera habido una recensión oficial eclesiástica impuesta en la iglesia
del cuarto siglo, explicando así la preponderancia de los llamados manuscritos
Bizantinos de después. La historia, sin embargo, no ha producido ninguna evidencia
de tal recensión por la iglesia. También alguno de los papiros de los siglos
II y III apoyan muchas lecturas que habían sido descartadas como
"tardías". Para apoyar el uso del "Texto Mayoritario" se
menciona el hecho que sus manuscritos vienen de todas partes del mundo
antiguo. Siendo los manuscritos numerosos, habrían de representar una extensa
cadena de tradición de manuscritos. Se considera que estos documentos que
sobreviven descendían de otros documentos desaparecidos de gran antigüedad,
tan antiguos o más que los de Egipto.
Por
tanto, consideran que el Texto Mayoritario merece la atención del mundo
cristiano, que tiene más base para representar el texto original que el texto
Egipcio. Pretenden que éste era sin duda un texto local que sólo se utilizó en
aquella parte del mundo.
Los
partidarios de los textos más antiguos, por otra parte, dicen que el gran
número de textos apoyando el "texto mayoritario" significa
simplemente que muchas copias se hicieron de un mismo texto, por razones
geográficos, y que por tanto la evidencia de diez o veinte textos, en este
caso, no valen más que un solo texto.
No
hay que confundir el Texto Mayoritario con el Textus Receptus, que viene del
Mayoritario, pero con un ámbito mucho más restringido.
Todo
esto para demostrar que ha habido razones para discutir sobre el valor relativo
de distintos grupos de manuscritos antiguos; que es una cuestión difícil, que
no ha sido resuelta por completo todavía, aunque la gran mayoría de eruditos de
hoy apoyan el trabajo de Westcott y Hort. Deberías saber que existen, pues: el Texto
Mayoritario, el Textus Receptus,
y el Texto Egipcio, de Westcott y Hort, basado en el Codex
Sinaíticus (descubierto por Tischendorf en el monasterio de Sta Catalina en
1859) y el Codex Vaticanus, los dos siendo del cuarto siglo.
En
la mayoría de las ediciones del Nuevo Testamento en griego, se puede ver al pie
de página variaciones de lectura, con algún símbolo para identificar el
manuscrito o grupo de manuscritos que justifican esta versión de la palabra o
frase.
Si hemos hablado de divergencias,
por ejemplo, entre documentos del "Texto Mayoritario", del
"Textus Receptus", y del texto Egipcio, no se trata de diferencias
que cambian cualquier cosa de importancia en la doctrina cristiana. Son
diferencias menores, la mayoría siendo de ortografía, pero hay alguna palabra o
versículo que se omite según ciertos manuscritos. El hecho que esta cuestión
sea todavía abierta demuestra la importancia que se pone en el texto de las
Escrituras, y la honradez intelectual de los investigadores. No se trata de
algún texto impuesto en la iglesia cristiana por fiat, sino de una
investigación científica y abierta de los distintos manuscritos. Es asombroso
que a la luz de esto, tengamos las Escrituras sin verdadera variación.
La inspiración de los
documentos originales
Thiessen,
autor de "Introduction to the New Testament" sugiere la
pregunta: "¿Por qué han alcanzado estos libros un lugar de preeminencia? ¿Por
qué se ha puesto tanta labor en el texto de sólo un libro? Se han sugerido
varias explicaciones, pero la mayoría parecen insuficientes. Creemos que la
razón se debe a su inspiración divina."
Para Thiessen, el
empeño con el cual tantos hombres se han dedicado a analizar las Escrituras
para ver si hay fallos nos proporciona una prueba más de la inspiración de las
Escrituras.
Cuando
se habla de inspiración de la Biblia, por cierto, se trata de los documentos
originales, tales como escritos por sus autores, y no las copias que pueden
traer algún error. Por esto existe la importancia de establecer cuáles
documentos son las copias más fidedignas y exactas de los originales.
Definición de Inspiración
Thiessen presenta la definición propuesta
por el Dr. L. Gaussen, profesor de teología sistemática al Oratoire, en Ginebra.
Según éste, la inspiración es:
"aquel poder inexplicable que el Espíritu divino ejerció en
tiempos antiguos sobre los autores de las Escrituras Sagradas, para guiarlos
aun en el uso de las palabras que utilizaron, y para preservarlos tanto de
todo error, como de toda omisión."
Thiessen
nota que primero, la definición dice "inexplicable". Es el poder
ejercido por el Espíritu Santo, pero no sabemos precisamente cómo aquel
poder operó. Obró en varias maneras. También limita la inspiración a los autores
de las Escrituras; no existe otra inspiración en este sentido. Esto excluye por
tanto todos los concilios de iglesia, etc....
Luego la definición presenta la cuestión de dirección. Esto implica que
el Espíritu guió y vigiló en la selección de los materiales que servirían,
viniesen de observación personal de los autores, de información oral, de
fuentes escritas, o de revelación directa al autor; y por otro lado implica su
vigilancia en la selección de palabras. La definición insiste, por fin, en que
los autores fueron guardados, no sólo de todo error, sino también de toda
omisión. Es decir que los documentos originales eran tanto exactos como
completos.
No
podemos decir precisamente qué hizo el Espíritu, sólo que guió a los autores en
la producción de sus obras. Algunas veces, seguramente, el Espíritu dictó las
mismas palabras que iban a ser escritas; pero eso no sería el método usual,
dadas las variaciones gramáticas y estilísticas que serían difíciles si el
Espíritu lo hubiera dictado todo. Creer
que fue inspirado todo por dictado sería confundir el resultado de la
inspiración con su método. Tampoco se trata de inspiración de
pensamientos y conceptos generales. Cualquier método que el Espíritu pueda
haber utilizado, él guió, dirigió, a los escritores para que eligiesen palabras
que expresaran su mensaje que serían normales para su estilo y vocabulario,
siendo a la vez las palabras exactas con que él quiso expresar el asunto. Por supuesto la inspiración se aplica a los
autógrafos de las Sagradas Escrituras, y no se aplica, como algunos suponen, a
ninguna de las versiones existentes, ni modernas ni antiguas. Los documentos originales
fueron inspirados. Sin embargo, se ha establecido sin lugar a dudas que en
los textos que tenemos a nuestra disposición, aparte algunas trivialidades
comparativas, las palabras en el Nuevo Testamento que tenemos que están
todavía en duda no hacen más que una milésima del todo. Se puede decir que en
todas las cosas de importancia se han recuperado las palabras de los
autógrafos, y que ninguna doctrina de la Escritura está comprometida por
aquellas pocas palabras que quedan todavía en duda.
.........................
Ninguna enseñanza o doctrina de las Escrituras es afectada por las
pequeñas diferencias que se puedan encontrar entre distintos manuscritos
primitivos del Nuevo Testamento.
Pruebas “FILOSÓFICAS” de Inspiración
La definición que hemos presentado
de la inspiración es muy completa, pero, )se puede demostrar que es
verdad? Ha sido la creencia de la iglesia cristiana en general durante los
primeros siglos. No se puede encontrar ningún maestro de los ocho primeros
siglos del cristianismo que haya negado la inspiración plena de las
Escrituras, a menos que se le buscara en las herejías más violentas. Hay dos
bases fundamentales por la creencia en la inspiración verbal, plena, e
inerrante de las Escrituras: nuestro concepto del carácter de Dios, y la naturaleza
y las pretensiones de las Escrituras, particularmente del Nuevo Testamento.
i) El
Carácter de Dios:
Aquí
entramos en el dominio de la teología sistemática.
Creemos
que Dios es una persona, omnipotente, omnisciente, omnipresente, perfecto en
santidad, justicia, y amor; y que él es el Creador, el Preservador, y el
Gobernador del universo. Este concepto lo daremos por descontado del momento.[6]
Si aceptamos esta visión de Dios, ya tenemos la base para creer en una
revelación e inspiración sobrenatural.
Si
Dios es persona, pues tiene inteligencia, sensibilidad, y voluntad, y es
posible tener comunión con él; si es omnipotente, es capaz de crear,
preservar, y gobernar el universo; si es omnisciente, pues sabe todo sobre las
necesidades de sus criaturas; si es omnipresente, entonces puede revelarse al
hombre; si es perfecto en santidad y justicia, entonces existe una norma de
moralidad en el universo; si es perfecto en amor, entonces seguramente quiere
salvar a los que no lo merecen, y además quiere comunicarse con ellos. La
demostración de estas realidades sobre Dios se halla en la misma creación,
tanto como en nuestras conciencias. Ahora bien, si Dios ama al hombre y quiere
proveer sus mayores necesidades de salvación, etc., )no informará
al hombre sobre esta provisión, sobre la naturaleza de la provisión, y sobre
las condiciones con que hay que entrar en posesión de ella? Nos parece que si
Dios es tanto como lo decimos, él hará todo aquello.
Por
tanto, es lógico que examinemos a los llamados "libros sagrados" del
mundo para encontrar una respuesta a nuestros problemas. No encontramos ninguna
solución adecuada al problema del pecado en los Cinco Clásicos del
Confucianismo, en las Vedas del Hinduismo, en la Zend Avesta del
Zoroastrianismo, ni en el Corán de Islam. Pero cuando leemos la Biblia,
especialmente el Nuevo Testamento, conseguimos una respuesta que satisface
tanto a la mente como al corazón. Es que Cristo "llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por
cuya herida fuisteis sanados" (1 P. 2:24). Dios ha hallado
la manera de permanecer justo, y a la vez declarar justo a aquel pecador que
cree en Jesús (Ro. 3:26).
Pero,
suponiendo que la Biblia presenta la única solución satisfactoria al problema
del pecado, )requiere eso una creencia en la inspiración verbal de los escritos?
Claro, es una ventaja, pues reduce al mínimo las posibilidades de incertidumbre.
Podemos pensar en el hecho que Dios es perfecto en todas sus obras. Si es el
Autor de la Biblia, nos parece que debemos pensar que Su Libro, también, será
perfecto. Pero hay otra razón para creerlo.
ii) La
Naturaleza y la pretensión de las Escrituras, particularmente del Nuevo
Testamento.
Al
mirar la naturaleza de la Biblia, podemos preguntarnos: )Cómo podía un
hombre sin inspiración escribir un libro que exige todos los deberes, prohibe
todo pecado, incluyendo el pecado de hipocresía y mentira, que denuncia a todo
mérito humano como siendo insuficiente para la salvación, que presenta como
única esperanza para el hombre la fe en la muerte propiciatoria, de la
resurrección física, y la intercesión presente de Cristo, y que condena al
infierno para toda la eternidad a todos aquellos que rechazan este único
camino de salvación y que persisten en su pecado? )Cómo podrían
cuarenta hombres distintos en un período de alrededor de 1500 años escribir
sesenta y seis libros que en realidad son un solo libro? Estos libros tienen un
solo punto de vista doctrinal, una sola norma moral, un solo plan de salvación,
un programa para todos los siglos y una sola visión mundial.
No existen otros "libros
sagrados" que se acercan a las Escrituras en el carácter de su contenido y
la unidad de su plan. Hablando de las Escrituras de Islam, del Zoroastrismo,
del Budismo, James Orr comenta que son "desprovistos de principio, de
centro, o de fin; son colecciones de materiales heterogéneos, colocados más o
menos juntos.... ¡Cuán distinto ... la Biblia! Desde Génesis hasta Apocalipsis
sentimos que este libro es verdaderamente una unidad... No hay nada que le parece,
ni que se acerca a ella, en toda la literatura."
)Qué
argumentos se encuentran en las Escrituras para su propia inspiración? Primero,
hay que considerar que si son verídicas al hablar de otras cosas, han de ser
verídicas al hablar de su propia condición. Ahora, no podemos considerar la
inspiración del Nuevo Testamento sin tocar primero el asunto del Antiguo
Testamento, puesto que son interdependientes.
Más
de 3800 veces los escritores del Antiguo Testamento introducen sus mensajes con
declaraciones como: "El Señor dijo..." "Vino la palabra del
Señor...". (En mi Biblia, esto significa un promedio de 4,36 veces por
página). Continuamente los escritores del Antiguo Testamento nos dicen que
Dios les ordenó que escribieran, y que escribieron conforme al mandamiento.
Algunos escritores bíblicos dicen
que "la ley y el testimonio" son absolutamente perfectos. Varios
libros hablan de otros del Antiguo Testamento como hablando con una autoridad
absoluta. Jesús y los apóstoles reconocieron el Antiguo Testamento como siendo
plenamente inspirado. (Pablo y Pedro lo dicen expresamente: 2 Ti. 3:16; 2 P.
1:20,21).
Consideremos
ahora el Nuevo Testamento. Escrito por ocho o nueve autores distintos durante
medio siglo, sobrepasa, si fuera posible, al Antiguo Testamento en profundidad
intelectual, unidad doctrinal, tono espiritual, y valor práctico. Rellena el
esquema del plan redentor de Dios revelado en el Antiguo Testamento, y
presenta la naturaleza y la misión de la Iglesia, lo que no se conocía en los
siglos anteriores.
Pedro
puso las palabras del Señor y de los apóstoles en un mismo plano con los
profetas del Antiguo Testamento (1 P. 1:25; 2 P. 3:2).
Judas hace igual (v. 17). Pablo insiste en la autoridad divina de su
evangelio (Gá. 1:8,9) y de sus palabras (1 Ts. 2:13;
Gá. 1:11,12; 1 Ti. 6:3; 1 Ts. 4:15; 1 Co. 14:37; 2 Ti. 1:13;
1 Co. 2:13). Juan insiste en lo mismo (Ap. 21:5;
22:6, 18, 19) Pedro pone las
epístolas de Pablo en un plano igual como las demás Escrituras
(2 P.3:15,16). La palabra "Escrituras" aquí sólo puede
significar el Antiguo Testamento.
Jesucristo
prometió la inspiración por el Espíritu Santo a los apóstoles
(Mt. 10:19,20; Jn. 14:26; 16:12,13).
Algunos han pensado que esto era una promesa para todos los creyentes,
pero cuando examinamos lo que dice en su contexto y con el resultado, es fácil
de entender que se trataba de la inspiración que los apóstoles tendrían para
recordar las cosas de la vida y del ministerio de Jesús y sus enseñanzas; y
para conocer las doctrinas para la iglesia, tanto como los acontecimientos
futuros.
Se
ha dicho que la Biblia es Palabra de Dios en palabras de los hombres.
1.
El Nuevo Testamento es Palabra de Dios. Hemos estudiado ya los argumentos para
creer que nuestro Nuevo testamento es la Palabra inspirada de Dios, sin errores
en su autógrafos[7].
2.
El Nuevo Testamento es palabra de hombres. Esta afirmación no contradice la
primera. Ladd cita las palabras de R.D. Preuss: "La Biblia no nos cayó
del cielo, pero tuvo su origen y su crecimiento en la Iglesia de Dios. Los
libros de la Biblia fueron escritos según las demandas y exigencias de los
tiempos. No hay nada mecánico o artificial o inhumano en la Biblia." Dios
utilizó, y hasta preparó, las condiciones históricas que causaron estas
exigencias. Pero esta dimensión humana e histórica exige la formulación y el
uso de un método histórico-crítico de estudio. Dios, en su providencia, dio la
Palabra de Dios a la iglesia a través de acontecimientos y procesos históricos
que no siempre podemos recobrar. El crítico debe reconstruir la situación
histórica en lo posible. Siendo escaso nuestro conocimiento en muchos puntos,
no podemos siempre hablar confiadamente de hechos, sino sólo de probabilidades,
posibilidades, e hipótesis. Eso es lo mismo que tiene que hacer el crítico
racionalista.
El crítico
evangélico debe construir sus teorías e hipótesis, haciendo continuamente la
diferencia entre hechos y teorías; pero sus hipótesis serán establecidas de
una manera consecuente con la información de toda la Biblia, incluso su doctrina
de revelación y de inspiración.
Se
ha dicho a menudo: "Estoy contento de que la Biblia nos da la palabra de
Dios, y no las palabras de hombres". El espíritu de esta declaración es
básicamente correcta: se quiere hablar de autoridad y de origen. Sin embargo,
el elemento humano, aunque inspirado, está allí. Los libros están escritos,
como lo hemos dicho, conforme a ciertas necesidades del tiempo. En algunos
casos, sabemos quién fue el autor, como en el caso de las epístolas de Pablo, y
hasta se puede deducir con alguna certeza la fecha y el lugar del escrito. En
otros casos, sin embargo, no podemos estar seguros de la fecha, el autor, ni
del lugar de origen del libro. Esto no disminuye el hecho que cada libro tiene
un origen histórico, y desde un punto de vista se puede ver como un producto
histórico, humano, y literario. Algunos cristianos han tenido la idea de que
los libros fueron dictados por Dios, palabra por palabra, sin que la
mentalidad, el sentimiento, condición intelectual, etc. del autor entrara en
el asunto. En el libro apócrifo de II Esdras tenemos una descripción de este
método de inspiración (traduzco de la versión inglesa presentada en el libro de
Ladd): La historia presenta a Esdras en Babilonia, tras la destrucción de
Jerusalén, lamentándose de que los libros de Moisés habían sido quemados, y
suplicando a Dios que "me envíe al Espíritu Santo, y escribiré todo lo que
ha sucedido en el mundo desde el principio, las cosas que fueron escritos en
tu ley, para que los hombres puedan hallar el camino, y que aquellos que desean
vivir en los últimos días puedan vivir". (II Esdras 14:22). Contestándole,
Dios dice a Esdras que tome cinco escribas formados para escribir rápidamente,
y retirarse del pueblo durante cuarenta días, "y encenderé en tu corazón
la lámpara de entendimiento, que no se apagará hasta que se haya terminado lo
que vas a terminar" (II Esdras 14:25). Así Esdras toma sus cinco escribas
y se retira al campo. El día siguiente Dios dice, "Esdras, abre tu boca y
bebe lo que te doy de beber". "Entonces abrí mi boca y he aquí, se me
ofreció una copa; estaba llena de algo como agua, pero su color era como color
de fuego. La tomé, y bebí; y cuando hube bebido, mi corazón vertió
entendimiento, y sabiduría creció en mi pecho, porque mi espíritu retuvo su
memoria; y mi boca fue abierta, y ya no estaba cerrada. Y el Altísimo dio entendimiento
a los cinco hombres, y en turnos escribieron lo que se dictó, en caracteres que
no conocían... se escribieron noventa y cuatro libros" (II Esdras
14:39-44). En este modo tan maravilloso de inspiración, se habría escrito no
sólo todo el Antiguo Testamento, sino también muchos más libros extracanónicos.
Si
la inspiración hubiera sido así, no haría falta hacer un estudio con el método
crítico-histórico. Todas las cuestiones de esa naturaleza ya estarían
resueltas. Ahora bien, muchos eruditos críticos se han enamorado tanto del
descubierto de que la Biblia es, en efecto, las palabras de hombres escritas
dentro del proceso histórico que a menudo han descuidado por completo su
significado como Palabra de Dios. La norma de los críticos modernos ha sido muy
sencilla: La Biblia es un libro antiguo y ha de estudiarse exactamente como
todo otro libro antiguo. Esto es sólo una parte de la verdad, sin embargo es
una parte de la verdad.
Por
esta razón se estudia la Biblia con métodos críticos: porque la Biblia no
es un libro mágico, sino un producto de la historia escrito en las palabras de
hombres. El griego del Nuevo Testamento no era un idioma especial creado por el
Espíritu Santo, sino el lenguaje vulgar de la gente ordinaria. Los libros de
la Biblia fueron escritos en estilos literarios muy distintos, que reflejan la
diversidad de sus autores.
Para
entender cómo la Biblia puede ser palabras de hombres, escrita en el
contexto de hechos históricos, y siendo parte de aquella historia, y a la vez
ser Palabra de Dios, hay que considerar que Dios es Dios también de la
historia. Él se reveló en los hechos históricos tanto como en sus palabras. La
historia escrita en la Biblia es la interpretación divina, inspirada, de
aquella historia. Podemos considerar también el paralelo con la persona de
Jesús, el Hijo de Dios. El nuevo Testamento hace muy claro la divinidad de
Cristo: Él es Dios. A la misma vez su humanidad está continuamente subrayada.
No sólo es llamado Hijo del Hombre, y nació de una virgen; no sólo creció como
hombre en Palestina; pero Jesús era hombre. Algunos creen que era mitad
hombre y mitad Dios. No fue así. Jesús era completamente hombre, y
completamente Dios. (Es un caso en que 1 + 1 = 1! Se cansaba como hombre; fue tentado como
hombre; tuvo sed como hombre; como un hombre dependía del poder del Espíritu
Santo. Tuvo necesidad de consuelo humano como hombre. Pero al mismo tiempo,
era Dios soberano. En la misma manera, la Biblia es un libro totalmente de
palabras humanas, producidas en condiciones humanas, y al mismo tiempo, es
Palabra de Dios, inspirada en su concepto general e inspirada en todas sus
palabras individuales. Los libros del Nuevo Testamento, como los del
Antiguo Testamento, son a la vez historia y revelación. Marcan la misión de
Jesucristo y lo que sucedió como resultado de su vida, muerte, y resurrección.
Pero engloban también la Palabra de Dios, interpretando Su venida futura para
establecer el Reino eterno de Dios. El método crítico moderno de estudiar la
historia ha asumido que todo acontecimiento histórico ha de explicarse por
medio de causas naturales históricas. Desde este perspectivo, hechos
sostenidos como el nacimiento de un niño de una virgen o la resurrección de un
muerto son sencillamente hechos increíbles y por tanto excluidos de toda
consideración seria.
Por
ser historia, la Biblia ha de estudiarse de una manera crítica e histórica;
pero por ser historia-revelación, el
método crítico tiene que dejar sitio para esta dimensión suprahistórica de la
actividad divina en la revelación y en la redención. Una metodología que
reconoce los dos aspectos: histórico y revelación, de la Biblia, es lo que
llamamos la crítica evangélica.
Por
razón de la cualidad del contenido de las Escrituras, estamos obligados a tomar
en serio su pretensión a la inspiración divina.
Las
varias escuelas de crítica de la Biblia han dejado de lado los mismos hechos
importantes:
a.
La brevedad del tiempo que pasó entre los acontecimientos y los escritos.
b.
El papel de los testigos oculares en la preservación de la tradición.
c.
El papel del testimonio apostólico autoritario.
d.
El papel del Espíritu Santo.
Ejercicio
3.
¿Crees que su inspiración aniquiló (en la
manifestación escrita) la personalidad y el temperamento de los autores
humanos?
4.
Lee
todos los textos del Nuevo Testamento mencionados en estas referencias, y haz
una clasificación de las varias afirmaciones hechas en cuanto a la inspiración.
Luego, considera la pregunta siguiente: ¿qué serían las consecuencias lógicas si a
pesar de esto, las Escrituras no fueran inspiradas?
LECCIÓN
4: LA EXISTENCIA DEL JESÚS HISTÓRICO, LA DIVINIDAD DE JESÚS, Y LA RESURRECCIÓN
DE JESÚS
A - LA HISTORICIDAD
DE JESUCRISTO
Hay
quienes han sugerido que Jesús de Nazaret nunca existió como figura histórica.
Pretenden que fue una invención total de la iglesia de los primeros siglos; una
leyenda. Y si existió un líder llamado Jesús, no tenía mucho que ver con el
Jesús de los Evangelios: nunca fue crucificado, y la historia de la
resurrección fue inventada en el siglo siguiente, o en el primer siglo por sus
discípulos, pero nadie se lo creó. En otras palabras, que todo fue una historia
inventada.
Los
mismos documentos del Nuevo Testamento, obviamente escritos en el primer siglo,
y bastante pronto en aquel siglo, ya son una prueba contraria a esa teoría (que
cada vez menos personas creen). Sin embargo, para armarnos para hacer frente a
algunos que todavía creerían esa teoría, sería bueno que examinemos las
evidencias. Josh McDowell trata esa teoría en su libro EVIDENCE THAT DEMANDS
A VERDICT, primer tomo. McDowell cuenta que cuando tenía que participar en
un debate en una universidad norteamericana contra una mujer marxista, estuvo
asombrado al oír a su adversario decir: "Los historiadores de hoy en día
han descartado casi por completo a Jesús como una persona histórica...".
En la realidad, según McDowell, no son los historiadores, sino algunos economistas
que descartan la existencia de un Jesús histórico. Por otro lado hay teólogos
que pretenden buscar al Jesús "histórico" como siendo un Jesús distinto
del Jesús de los Evangelios. Esa actitud no nos parece muy seria para un
verdadero historiador.
McDowell
nos presenta una lista impresionante de fuentes históricas para la existencia
del Jesús de los Evangelios como siendo una figura histórica.
En
primer lugar McDowell apela a los veintisiete documentos del Nuevo Testamento
como prueba histórica de la existencia de Jesucristo. No fueron escritos todos
para engañar. Tampoco surgió nadie para negar lo que dicen los documentos del
Nuevo Testamento, que fueron escritos todos en el primer siglo. Un historiador,
según John Montgomery, sabe que se puede contar con los documentos del Nuevo
Testamento para dar un cuadro bastante exacto de Jesús, y que este cuadro no
puede ser "racionalizado" por ilusiones anhelosos, por presuposiciones
filosóficas, o por maniobras literarias.
En
segundo lugar hay los padres de la iglesia, como Policarpo, Eusebio, Ireneo,
Ignacio, Justino, Orígenes, y muchos más. Así tenemos una lista importante de
fuentes sobre la vida de Cristo. Una lista que debería ser tomado en serio por
cualquier historiador sin presuposiciones. Pero hay más.
McDowell
nos presenta también con una lista de personas que no eran cristianos que
hablaron de la realidad de la existencia del Jesús de los Evangelios. Por
ejemplo, Cornelio Tácito, que nació en 52-54 d. C., era un historiador romano,
gobernador de la provincia de Asia (parte de lo que ahora es Turquía), y yerno
de Julio Agrícola que fue gobernador de la provincia de Britania en los años
80-84 d.C. En el año 112 d. C. Tácito escribió acerca del reino de Nerón, y se
refirió a la muerte de Cristo y a la existencia de cristianos en Roma:
"Pero ni todo el alivio que podía venir de un hombre, ni todas las
riquezas que el príncipe podía otorgar, ni todas las propiciaciones que podían
presentarse a los dioses, consiguieron aliviar a Nerón de la infamia de ser
acusado de haber mandado el incendio de Roma. Por tanto, para suprimir el
rumor, acusó falsamente de la culpabilidad, y castigó con las torturas más exquisitas,
a las personas vulgarmente llamados cristianos, que eran odiados por sus
atrocidades. Cristus, el fundador de aquel nombre, fue ejecutado por Pontio
Pilato, procurador de Judea durante el reino de Tiberio; pero la superstición
perniciosa, reprimida durante un tiempo, volvió a brotar, no sólo por toda
Judea, donde el daño empezó, sino también por la ciudad de Roma."
Luego
McDowell nos habla de Luciano de Samosata, un escritor satírico del siglo dos,
que habló en manera burlona de Cristo y de los cristianos. Les relacionó a las
sinagogas de Palestina y aludió a Cristo como siendo "... el hombre que
fue crucificado en Palestina por haber introducido esa nueva secta en el
mundo... Además, su primer Legislador les persuadió de que eran todos hermanos
el uno del otro después de que habían transgredido una vez para siempre,
negando los dioses griegos y adorando a aquel mismo sofista crucificado y
viviendo bajo sus leyes."
McDowell
cita también a Flavio Josefo, nacido en 37 d.C. Éste era un historiador judío
que llegó a ser fariseo a la edad de diecinueve años. Según una cita discutida,
dijo: "Ahora bien en ese tiempo Jesús, un hombre sabio, si es correcto
llamarle un hombre, porque era un hacedor de maravillas, un maestro de tales
hombres que reciben la verdad con placer. Se atrajo a sí mismo muchos de los
judíos y además muchos de los gentiles. Era el Cristo, y cuando Pilato,
conforme a la sugerencia de los hombres principales entre nosotros, le había
condenado a morir en una cruz, aquellos que le amaron desde el principio no le
abandonaron; porque apareció a ellos vivo el tercer día; tal como las profecías
habían predicho estos y diez mil otras maravillas acerca de él. Y la tribu de
cristianos nombrados por él sigue sin extinguirse hasta hoy en día." El
texto árabe del pasaje, cuya probabilidad de haber sido cambiado por cristianos
es mucho menor, se lee así: "En ese tiempo había un hombre sabio que se
llamaba Jesús. Y su comportamiento era bueno, y era conocido como siendo
virtuoso. Y muchas personas de entre los judíos y otras naciones llegaron a
ser sus discípulos. Pilato le condenó a ser crucificado y muerto. Y aquellos
que eran sus discípulos no abandonaron su estado de discípulo. Dieron el
informe de que había aparecido a ellos tres días después de su crucifixión y
que vivía todavía; según eso, puede haber sido el Mesías acerca de quien los
profetas han hablado de maravillas." En otra parte de su libro Josefo se
refiere a Jacobo (lo conocemos como Santiago) el hermano de Jesús. Describe las
acciones del sumo sacerdote Ananus: "Pero el más joven Ananus que, como
dijimos, recibió el sumo sacerdocio, tenía una disposición osada y era excepcionalmente
atrevido; siguió el partido de los saduceos, que son severos en el juicio más
que todos los judíos, como ya lo hemos demostrado. Siendo pues Ananus de tal
disposición, pensaba que tenía una buena oportunidad puesto que Festo ya había
muerto, y Albino estaba todavía en camino; así que juntó un consejo de jueces,
y trajo ante ellos al hermano de Jesús, el supuesto Cristo, cuyo nombre era
Jacobo, junto con algunos más, y habiéndoles acusado de ser gente que no respetaba
la ley, los entregó para ser apedreado".
El
Obispo Apapio del siglo décimo escribió: "Hemos encontrado en muchos
libros de los filósofos antiguos que se refieren al día de la crucifixión de
Cristo". Luego da una lista y cita porciones de aquellas obras, algunas de
las cuales son conocidas por los eruditos modernos, y otras no conocidas.
Suetonio,
en el año 120 d. C. fue un oficial de la corte de Hadriano, como analista de la
casa imperial. Éste dijo: "Puesto que los judíos causaban disturbios
constantes bajo la instigación de Crestus, les expulsó de Roma". Escribe
además: "Nerón infligió un castigo a los cristianos, una clase de hombres entregados
a una nueva superstición dañosa".
Plinio
Segundo, gobernador de Bitinia en Asia Menor alrededor del año 112 d. C.,
escribió al emperador Trajano pidiendo consejo en cuanto a cómo tratar a los
cristianos. Explicó que había matado a hombres, mujeres, niños y niñas. Se
había entregado tantos a la muerte que se preguntaba si debería seguir matando
a cualquiera que fuera descubierto como siendo cristiano, o si sólo debería
matar a algunos. Explicó que había obligado a los cristianos a postrarse ante
las estatuas de Trajano. Dijo que también les había "obligado a maldecir a
Cristo, lo que sería imposible obligar a un verdadero cristiano a hacer".
En la misma carta escribe sobre las personas que eran procesados ante el
tribunal: "Afirmaron, sin embargo, que toda su culpabilidad, o su error,
era que tenían el costumbre de reunirse en un cierto día antes de que hiciera
luz, cuando cantaban en versos alternados un himno a Cristo como a un dios, y
se liaban por un voto solemne a no cometer ninguna acción mala, a nunca cometer
fraude, robos, adulterio, nunca mentir, ni fallar a un compromiso en que se han
fiado de ellos."
Tertuliano,
un teólogo de Cartago, en el año 197 d.C., escribió una defensa del
cristianismo para las autoridades de Roma en África, y menciona la comunicación
entre Tiberio y Pilato: "Tiberio, en aquellos días en los cuales el nombre
cristiano entró en el mundo, habiendo recibido inteligencia de la verdad de la
divinidad de Cristo, trajo la cuestión ante el senado, con su propia decisión a
favor de Cristo. El senado, porque no había quien diera la aprobación, rechazó
su proposición. Cesar mantuvo su opinión, amenazando con su ira en contra de
todos los acusadores de los cristianos."
Uno
de los primeros escritores gentiles que menciona a Cristo era Talus, que
escribió en 52 d.C. Ese escritor nació en Samaria. Sus escritos, sin embargo,
han desaparecido, y sólo conocemos fragmentos de sus escritos citados por otros
escritores. Uno de ellos era Julio Africano, un escritor cristiano alrededor de
221 d.C. Un pasaje interesante se relaciona a un comentario de Talus. Africano
escribe: "Talus, en el tercer libro de sus historias, explica esa
oscuridad (del tiempo de la crucifixión) como siendo un eclipse del sol - sin
razón, me parece". (McDowell añade que era verdad que la explicación no
tenía razón, porque un eclipse solar no puede ocurrir durante la luna llena, y
era en tiempo de Pascua, cuando la luna está llena, que Cristo murió). Así
vemos que el relato del Evangelio de la oscuridad que hubo en el momento de la
crucifixión era bien conocida y que ya la gente trataba de encontrar una
explicación natural para ella.
Otro
historiador del primer siglo era Flegón. Se han perdido sus Crónicos, pero un fragmento de aquella
obra, que confirma la oscuridad al momento de la crucifixión, es citado por
Julio Africano. Habría dicho que en el tiempo de Tiberio Cesar, hubo un eclipse
del sol en el tiempo de luna llena. McDowell cita F.F. Bruce que se refiere al
escrito de Mara Bar Serapión, un escritor también del primer siglo, cuyo
manuscrito está hoy en el Museo Británico. Desde la cárcel, éste escribió a su
hijo Serapión, y habló de la mala suerte que ocurría a los que perseguían a
buenos hombres. Da por ejemplo la manera en que murieron Sócrates, Pitágoras, y
Cristo. Dice: "¿Qué ventaja consiguieron los judíos a ejecutar a su sabio
Rey? Fue poco después de eso que el reino de ellos fue abolido. Dios vengó
justamente a estos hombres sabios: los Atenienses murieron de hambre; los
Samianos fueron destruidos por la arena del mar; los judíos, arruinados y
echados de su tierra, viven en dispersión total."
McDowell
cita también a los Talmud judíos que hablan de Jesús, mencionando que fue colgado
en la víspera de Pascua, y que era de Nazaret.
Finalmente
se refiere a la Enciclopedia Británica, que utiliza 20.000 palabras para
describir a esta persona, Jesús, tomando más espacio de lo que utiliza para
Aristóteles, Cicerón, Alejandro Magno, Julio Cesar, Budha, Confucio, Mahoma, o
Napoleón Bonaparte. Hablando del testimonio de los muchos informes seglares
independientes sobre Jesús de Nazaret, dice la Enciclopedia: "Estos informes
independientes demuestran que en los tiempos antiguos aún los adversarios del
cristianismo nunca dudaron de la historicidad de Jesús. Sólo fue discutida por
primera vez y sin razones adecuadas por algunos escritores a finales del siglo
XVIII, durante el siglo XIX, y a principios del siglo XX".
Todo
esto para demostrar que ninguna erudición digna del término puede pretender que
haya dudas sobre la existencia histórica de Jesús de Nazaret. Para que alguien
pusiera en duda la existencia de Jesús, tendría que ser muy poco informado o,
más probable, tener interés en negar su existencia. Lo que demuestra más que
nada la importancia de Jesús de Nazaret.
B - LA DIVINIDAD DE
JESUCRISTO
¿Era
Jesús Dios? Más bien, hay que preguntar:
¿Es Jesús Dios? Una vez más se trata aquí de una cuestión para la teología.
Pero toca también el área de la apologética. Adversarios del cristianismo
histórico dirán por un lado que Jesús nunca pretendió ser Dios, o, por otro
lado, que Jesús no era Dios.
En
su proceso ante Caifás y luego ante Pilato, Jesús dijo ser Dios. En otros
momentos durante su enseñanza había dicho que era Dios. Aceptó que los
discípulos, y particularmente en una ocasión después de su resurrección, Tomás,
le adorara como Dios. Los a quienes enseñó por él creyeron que era Dios, y los
adversarios le condenaron en parte porque consideraban que pretendía ser Dios.
En
manera indirecta también Jesús pretendió ser Dios. Cuando perdonó los pecados,
pretendía ser Dios porque para un judío, y con razón, sólo Dios podía perdonar
los pecados. Al menos un apóstol pretendió que Jesús era inmutable (He 13:8) lo
que era un atributo de Dios (Malaquías 3:6). Jesús pretendió ser "la
vida". Habló de su autoridad absoluta y del hecho de que será el juez en
el último día.
Las
afirmaciones de Jesús sobre su misma persona eran, pues, que era el Hijo del
Bendito, que era aquél que se sentaría a la diestra del Poder, y que era el
Hijo del Hombre que vendría del cielo en las nubes. Es esta última afirmación
que el sumo sacerdote consideró como siendo la más fuerte, suficiente para
acusarle de blasfemia.
Ejercicio: Busca las referencias en
los Evangelios en las cuales Jesús pretende directamente ser Dios. Luego, busca
las citas en las cuales Jesús perdona los pecados, pretende ser "la
vida", y los textos en que pretende ser el juez futuro.
Luego,
vemos los títulos de la deidad que Jesús se atribuye: YHVH (cuando dice
"Yo soy" tan a menudo, especialmente "Antes de que Abraham fue,
yo soy", y cuando los hombres vinieron en busca de él en el huerto de
Getsemaní, les preguntó a quién buscaban. Cuando dijeron: Jesús de Nazaret, él
dijo: "Yo soy" y los hombres cayeron de espaldas); Hijo de Dios; e
Hijo del Hombre (una expresión que muestra no su humanidad sino su divinidad.
Habla del ser glorioso en el cielo que viene en juicio, como vemos en el libro
de Daniel, por ejemplo).
No
estamos obligados a aceptar la palabra de cualquiera que viene y dice que es
Dios, por cierto. Pero cuando alguien dice tal cosa estamos obligados a tomar
una decisión. Cuando examinamos la pretensión de Jesús tenemos que decidir
entre tres posibilidades: Primero, que Jesús de Nazaret pensaba que era Dios,
pero no lo era. Así tendría que haber sido sinceramente equivocado, y en
realidad, tendría que ser un loco. La
segunda posibilidad es que sabía muy bien que sus pretensiones eran falsas. En
otras palabras, hizo deliberadamente una falsificación sobre su persona. Así
que tenía que ser mentiroso, hipócrita, demonio, y necio, puesto que murió por
tal mentira. Tiene que haber sido un embustero sumamente malvado. La tercera
posibilidad, la única que nos queda si se rechaza las dos primeras, es que
decía la verdad, y era Dios. Pero escoger una de las dos primeras posibilidades
sería difícil.
¿Era Jesús un
demente? En todo lo que hizo razonaba con cordura. Se mostró no sólo inteligente
en su conocimiento de las Escrituras, sino sabio en su relación con los hombres.
Era un hombre perfectamente equilibrado. Aquellos escritores que se oponen al
cristianismo y a la pretensión de que Cristo era Dios, son casi unánimes en
admirar la inteligencia de Jesús. Y si examinamos de cerca la manera que Jesús
hablaba en los Evangelios, notamos que nunca usaba la clase de lenguaje que un
demente utilizaría, poniendo un énfasis en descripciones fantásticas de cosas
desconocidas del Cielo, por ejemplo. El lenguaje que utilizaba era muy distinto
del lenguaje de un loco.
¿Era un embustero malvado? Habría que examinar de más cerca el carácter de esta persona Jesús: su humildad, por ejemplo - no era pretencioso, y enseñó lo mismo que practicó: que el que quiere ser primero ha de ser servidor de todos. Se nota su amor y su compasión. No era un hombre que buscaba su propio interés. En todos los demás aspectos de la vida de Jesús no hay nada que podemos descubrir que nos permite ver la posibilidad de un hombre malvado, o un embustero. Jesús mismo retó a sus acusadores si alguno de ellos podía encontrar cosa cualquiera en su vida que fuera mal. Los acusadores no tuvieron nada que decir, por más que querían culparlo de algo. McDowell cita a dos hombres que son adversarios del cristianismo: J. S. Mill, y William Lecky, que están de acuerdo en decir que si hubo un hombre que merecía ser escogido como ejemplo de rectitud moral, bondad, y representante o modelo de la raza humana, era Jesús de Nazaret. Por tanto, Jesús no era un hombre a quien podemos acusar de ser malvado. El carácter de Jesús en todo lo que no concierne su pretensión de igualdad con Dios, demuestra que no era ni un embustero, ni un hombre malvado, ni un loco. Por eliminación, pues, habría que tomar muy en serio la tercera posibilidad: que su pretensión de ser Dios era la verdad. Y si examinamos la resurrección, esto confirmará que era Dios, y que es Dios.
C - LA DEMOSTRACIÓN
DE LA RESURRECCIÓN
¿SE
PUEDE DEMOSTRAR QUE JESÚS RESUCITÓ DE LOS MUERTOS?
Hay un Hombre glorificado en el Cielo hoy que es el único Mediador entre
el Dios justo y el pecador. Pablo lo llama el Hombre Jesucristo. Murió en una
cruz hace casi dos mil años y ahora es nuestro Sumo Sacerdote vivo en el Cielo.
Esto es lo que pone el cristianismo aparte de toda otra religión, porque es la única que tiene un autor vivo.
Los fundadores de las demás religiones del mundo son todos muertos; mientras
los que originaron las sectas modernas, si no han muerto ya, pronto lo serán.
Sólo el cristianismo puede glorificarse de tener un Jefe vivo que hoy está
sentado a la diestra de Dios. Aunque otras religiones pueden tener algunas
enseñanzas morales y éticas valiosas, son sin embargo preceptos de hombres muertos. Pero lo genial del
Evangelio es que (está centrado en el Cristo vivo!
Ni siquiera los devotos más fanáticos de las religiones del mundo se atreverían
hacer una aseveración tan radical. Algunos pretenden que su jefe volverá algún
día, pero ninguno pretende que su jefe está vivo hoy en día. En contraste a
esto, nos regocijamos y proclamamos que Jesús
vive. La doctrina de la resurrección corporal del Salvador tiene, pues, la
mayor importancia. Devuelve a Cristo a la tumba y todo el plan de salvación se
derrumbe, y, como dice Pablo, “somos los
más dignos de conmiseración de todos los hombre” (1 Co. 15:19). Quita al Salvador
vivo, y el cristianismo muere.
No hay salvación para quien rechaza el hecho de la resurrección literal de nuestro Señor. Está al corazón mismo del
Evangelio, porque Pablo afirma “Si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo” (Ro. 10:9).
(Daily Bread 13 abril, 1971)
Según
un libro escrito por Richard Dehaan, si estudias las obras de hombres conocidos
como Bertrand Russell, Rudolph Bultmann, y Paul Tillich, encontrarás que nunca
consideraron seriamente las pruebas del Nuevo Testamento en cuanto a la
resurrección de Cristo. Lo mismo puede decirse en cuanto a la mayoría de los
estudios escritos por historiadores, filósofos, y teólogos modernos. La mayoría
ignoran la resurrección de Cristo, o lo niegan, o afirman que la veracidad de
la resurrección tiene poca importancia. Hace unos años tales eruditos
descartaron los manuscritos del Nuevo Testamento por no ser fidedignos, o hasta
ser fraudulentos, pero las investigaciones arqueológicos recientes han
obligado hasta a los incrédulos a reconocer que la mayoría de los documentos
originales del Nuevo Testamento estaban en existencia antes de 70 d. C. Estas
pruebas para la veracidad histórica de los Evangelios son simplemente descartados,
sin embargo, y muchos se niegan a aceptar los métodos aceptados de la
investigación histórica sobre este punto. Por otro lado, los creyentes pueden
presentar el testimonio de la tumba vacía, los apóstoles transformados, y la
Iglesia novotestamentaria del primer siglo como estableciendo fuertemente la
credibilidad de la resurrección de Cristo.
A. La
Tumba Vacía
Las
narraciones de los Evangelios no dejan ningún lugar a duda de que Jesucristo
murió en realidad. Su cuerpo sin vida fue tomado de la cruz, llevado a una
tumba, en la cual fue sellado, y vigilado por soldados romanos (Mateo
27:57-66). En la mañana del tercer día, sin embargo, los guardias fueron
aterrorizados por un terremoto y por la apariencia de un ángel que les
deslumbró y quitó la piedra de la tumba. Tras recobrarse de su parálisis, los
soldados huyeron en su terror. Poco tiempo después un grupo de mujeres que
quisieron ungir el cuerpo del Señor hallaron la tumba vacía.
Se
han hecho algunas teorías fantásticas para explicar la tumba vacía, pero todas
tienen debilidades inherentes que les desacreditan totalmente. Cuando leemos el
relato del Nuevo Testamento, encontramos que la tumba vacía es presentada como
siendo un hecho puramente histórico, y no como un argumento para apoyar una
pretensión. Las mujeres, al venir a ungir un cuerpo muerto, no esperaban
encontrar la tumba vacía. Los enemigos estaban pasmados, y si hubieron podido
producir el cuerpo, puedes estar seguro que lo habrían hecho.
El
Dr. John Warwick Montgomery comenta sobre la actitud moderna en cuanto al
acontecimiento de la resurrección: "... ¿puede el hombre moderno admitir
un milagro como la resurrección? La respuesta es sorprendente: La resurrección
tiene que ser admitida principalmente porque somos hombres modernos - hombres
que viven en la era de relativismo de Einstein. Para nosotros, al contrario de
aquellos que vivían en la época de Newton, el universo ya no es más un campo
cerrado, seguro, en el cual conocemos todas las reglas. Desde Einstein, ningún
hombre moderno tiene el derecho de excluir la posibilidad de algún
acontecimiento basado en su conocimiento anterior de la ley natural... )Qué hacemos (como historiadores) cuando experimentamos sorpresas que
van en contra de todas nuestras expectativas, quizá todas nuestras convicciones
y aún toda la comprensión de verdad de nuestra era? Decimos como solía decir un
gran historiador: Es seguramente
posible. ¿Y por qué no? Para el historiador crítico nada es imposible. Si
en efecto la resurrección ocurrió - y la evidencia para ella es tremenda -
entonces no podemos excluir la posibilidad de ella sólo porque no llegamos a explicarla
por medio de algún esquema causal a priori. Más bien, hemos de acercarnos a Aquél
que resucitó para encontrar la explicación - y su explicación, aunque quizá no
nos guste, es que sólo Dios mismo, el Señor de la vida, pudo vencer los poderes
de la muerte."
En
otras palabras, nadie tiene el derecho de afirmar que la resurrección de Cristo
no pudo haber sucedido. La persona que hace tal aseveración pretende que lo
sabe todo en un mundo en el cual cada nuevo acontecimiento científico suscita
nuevos problemas a los cuales los hombres no llegan a contestar. Ninguna
persona honrada puede decir que sabe que una resurrección corporal es
imposible.
Todos
los escritores de los Evangelios afirman que la tumba en la cual el cuerpo de
Jesús fue puesto estaba vacía aquella primera mañana de la resurrección. Tres
testimonios distintos lo confirman: el informe de las mujeres, la observación
de Pedro y Juan y la afirmación pública de los enemigos de Cristo. Esta última
es muy importante. Según Mateo 28:11-15, pagaron a los guardias para que
dijeran que los discípulos habían robado el cuerpo. En esta manera confirmaban
abiertamente que tenían el problema del sepulcro vacío. No se escribió nada
durante aquel siglo que negara el testimonio de los Evangelistas, ni sobre la
resurrección, ni sobre la tumba vacía.
Ahora
bien, los incrédulos han adelantado algunas posibles explicaciones de la tumba
vacía. Sugieren cuatro posibles explicaciones: (1) Cristo no estaba realmente
muerto cuando fue puesto en el sepulcro. (2) El cuerpo de Jesús fue robado (3)
Animales salvajes destruyeron su cuerpo en la tumba (4) los amigos de Cristo
fueron a la tumba equivocada.
(1) la teoría de que Cristo no hubiera
muerto.
La
teoría que nunca murió en verdad y que volvió a la conciencia en el aire fresco
del sepulcro, es bastante antigua. Últimamente se ha añadido a esta teoría la
especulación de que Jesús hubiera fingido deliberadamente estar muerto. Otros
sugieren que estaba en un coma inducido por la droga. Es bastante fácil refutar
tales ideas.
En primer lugar, los escritores
de los Evangelios afirman claramente que Jesús había muerto. Marcos nos dice
que “Jesús, dando una gran voz, expiró”.
Juan afirma que los soldados, tras haber roto las piernas de los otros dos
hombres que habían sido crucificado con Jesús, “cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las
piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al
instante salió sangre y agua” (Juan 19:33-34). Los hombres que afirmaron
que Jesús estaba muerto eran expertos en hacer tal juicio. Además, ningún ser
humano podría haber sobrevivido la lanzada sin haber recibido atención médica
inmediata. (El agua con la sangre implica que le dieron en el diafragma, justo
debajo de los pulmones).
Además,
nadie podía desmayarse en una cruz romana sin morir casi en seguida, porque le
sería imposible respirar. Por esta razón la idea de que Jesús entró en un
estado de coma inducido por una droga, o que fingió estar muerto, es absurda.
La posición de un hombre crucificado ponía una gran carga en los brazos,
elevaba y expansionaba el tórax, y causaba que el diafragma cayera. El que
padecía allí podía inhalar, pero no podía exhalar sin empujar su cuerpo hacia
arriba con sus piernas. Por esta razón los soldados rompieron las piernas de
los hombres cuando querían que murieran enseguida. Cesaba de respirar al
momento en que dejaba de levantarse en esta manera. Podías ver fácilmente
cuando un hombre vivía por los movimientos de su cuerpo al respirar. Los
soldados sabían que Jesús había muerto, y uno de esos hombres endurecidos le
puso la lanza en el costado simplemente para mutilarle el cuerpo. También algún
tiempo tuvo que pasar antes de que José de Arimatea hubiera obtenido el permiso
de Pilato para llevar el cuerpo de Cristo de la cruz. Recuerda que el
gobernador romano tomó el tiempo de verificar con el centurión si Cristo había
muerto o no antes de admitir la petición de José. (Marcos 15:44-45).
Por
tanto la teoría de que Jesús no hubiera muerto en verdad no tiene mucha
credibilidad. Aun si los discípulos hubieran conseguido deslizarse entre los
guardias, mover la piedra, tener acceso al cuerpo de Jesús y darle atención
médico, no habrían podido hacer vivir un cuerpo que no había respirado desde
una hora o más. La honradez intelectual exige que se descarte cualquier idea de
que Cristo no estuviera muerto cuando fue puesto en la tumba.
(2) La
teoría de que hubieran robado el cuerpo de Jesús
Los
primeros que expresaron esta teoría fueron los enemigos de Cristo, puesto que
Mateo 28:11-15 nos dice que sobornaron a los guardias para que dijeran que el
cuerpo de Cristo había sido robado. Hay que recordar, sin embargo, que los
enemigos de Cristo habían tomado sus precauciones contra esta misma
eventualidad. Habían dicho a Pilato que Jesús había dicho que resucitaría el
tercer día ((escucharon mejor que los discípulos!). Pidieron que se asegurara que
los discípulos no pudieran quitar el cuerpo y pretender que había habido una
resurrección. El gobernador romano, queriendo evitar más problemas, les dijo
que pusieran una guardia al sepulcro y que lo vigilaran con todas las precauciones.
Decir que los discípulos aturdidos y atemorizados hubieron tenido el valor o la
astucia de robar el cuerpo bajo tales circunstancias es ridículo. Además, el
hecho que estos hombres estaban dispuestos luego a padecer y a morir por Cristo
es prueba amplia de que no habían robado el cuerpo, sino que ellos, al menos,
estaban sinceramente convencidos de la verdad de la resurrección.
Algunos
pretenden que los enemigos de Jesús habían robado el cuerpo sin vida del
sepulcro. Pero no se puede encontrar ninguna razón para que hicieran tal cosa.
Aquel Maestro tan molesto ya estaba muerto y fuera del camino. Ya no podía
molestar más. ¡Tanto mejor! Pero digamos que los enemigos del Señor hubieran
quitado el cuerpo por alguna razón que no entendemos. ¿Crees que hubieran
permanecido sin hacer nada cuando los discípulos empezaron a predicar la
resurrección de Cristo? Tres mil personas se convirtieron en el día de
Pentecostés, y tanto el paganismo como el judaísmo fue convulsionado por el
mensaje del Evangelio. Podrían haber mostrado el cuerpo inmediatamente, para
que los discípulos no pudieran seguir predicando un Cristo resucitado.
(3) La teoría
de que animales salvajes lo hubieran destruido
A veces se nos dice que animales
salvajes podrían haber entrado en el sepulcro y destruido el cuerpo - una idea que
hasta muchos incrédulos se niegan a utilizar. En primer lugar, los animales no
habrían quitado toda señal del cuerpo. En segundo lugar, no podrían haber
dejado los lienzos y el sudario todo en orden. Los apóstoles, Pedro y Juan, los
encontraron en su lugar ordenados. Podían ver que la tumba no había sidoviolada
ni por hombre ni por bestia. En efecto el apóstol Juan nos informa que cuando
vio los lienzos y el sudario, se dieron cuenta de que había habido una
resurrección. Si animales salvajes hubieran entrado en el sepulcro, habrían
dejado rastro, y los líderes religiosos del tiempo, con toda su amabilidad,
habrían mostrado el hecho a los discípulos. ¡Pero no había rastro de animales!
(4) La
teoría de la tumba equivocada
Para
mostrar hasta cuál punto ridículo los teoristas ateos irán para sostener su
incredulidad, comentamos la idea de que las mujeres hicieron el error de ir a
la tumba equivocada. Si lo hicieron, ¿habrían hecho el mismo error los
discípulos? ¿No habría sabido José de Arimatea el lugar exacto del sepulcro que
él había preparado para sí mismo, y habría corregido el error el primer día? Y
los enemigos de Cristo, para protegerse, pronto habrían demostrado que los
discípulos habían ido a la tumba equivocada. Sin embargo ellos mismos confesaban
que la tumba estaba vacía. Esa teoría demuestra la ceguera y la necedad de la
incredulidad obstinada.
El
Señor Jesús murió y fue enterrado. Su cuerpo no fue robado, ni destruido por
animales. No se trató de una tumba equivocada. La única explicación razonable
para la tumba vacía es la que fue dada por los escritores de los Evangelios, es
decir que Jesús se levantó en victoria sobre la muerte. La tumba vacía es un
detalle de la historia de la resurrección que ayuda a establecer su
credibilidad. Quien no admite este milagro, está rechazando a Dios y su
salvación. Que tal persona examine las pruebas y estudie el Nuevo Testamento.
Si lo hace, llegará a creer que Jesús murió y resucitó para ofrecer el perdón y
la vida eterna.
B. Los Apóstoles Transformados
La
segunda prueba para la resurrección de Cristo es la transformación de los
discípulos. Cuando Jesús murió, eran temerosos y desanimados, porque sus
esperanzas habían sido echadas por el suelo. Es obvio que no esperaban una
resurrección literal porque creyeron que las mujeres se habían equivocado
cuando dijeron que el cuerpo de Jesús ya no estaba en la tumba. No estaban
condicionados psicológicamente para una alucinación. Además, puesto que Cristo
les apareció en su cuerpo de resurrección en al menos diez distintas ocasiones
durante los cuarenta días antes de la ascensión, no se puede aceptar la teoría
de una visión. El Señor Jesús se aseguró de que los discípulos entendieran que
él estaba físicamente presente, y no un espíritu imaginado o una aparición fantasmagórica.
Así, convencidos de que él había resucitado de los muertos, y capacitados por
medio del derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, estos
hombres humildes y sin instrucción proclamaron el mensaje de un Cristo
resucitado con tanto celo y eficacia que miles de personas creyeron su
testimonio. La persecución, los azotes, el encarcelamiento, y aun la muerte, no
pudieron parar a estos cristianos primitivos.
Si
te has sentido influenciado por inconversos que ridiculizan la Biblia y sus
enseñanzas, te reto a leer el Nuevo Testamento por ti mismo con una mente
abierta que busca la verdad. Los evangelios te presentarán a Jesucristo, y, si
buscas sinceramente la verdad, el Espíritu Santo te mostrará que él ha
resucitado, y te llevará a una relación personal con el Cristo vivo. Te
juntarás a esa compañía de personas que junto con Tomás han confesado "Mi
Señor y mi Dios". Serás liberado de la culpabilidad del pecado y las
cadenas de su poder. Además descubrirás en la Biblia las respuestas para las
cuestiones más profundas de la vida.
C. La Iglesia Primitiva
El
tercer testimonio a la credibilidad de la resurrección es la formación rápida
de la iglesia primitiva. Ya no se puede dudar del hecho que existían varias
asambleas de creyentes tan pronto como 40 d. C. puesto que es un hecho
histórico establecido por pruebas arqueológicas. Hay una gran cantidad de
literatura desde el principio del secundo siglo que confirma el relato
novotestamentario de la iglesia en el período apostólico. ¿Cómo surgieron tan rápidamente tantas
iglesias? Seguramente algún
acontecimiento extraordinario habría sido al origen de eso – un acontecimiento
que las personas creyeron, siendo convencido sin posibilidad de duda alguna.
En
un otro libro Richard Dehaan dice: “La resurrección de Cristo es un
acontecimiento histórico establecido, aunque muchas personas creen que nunca
tuvo lugar. Bien documentado por la investigación moderna, es tan creíble como
cualquier otro acontecimiento bien documentado del pasado. Pero pocos han
considerado las pruebas. Reconocemos, por supuesto, que la resurrección de
Cristo no puede demostrarse en el mismo sentido que una ecuación matemática. Es
imposible llevar un acontecimiento de la historia al laboratorio y repetirlo
unas cuantas veces para verificación. Por tanto no pretendemos tener
"pruebas científicas", pero afirmamos sin avergonzarnos que las
pruebas para la resurrección de Cristo son tan abrumadores que cada persona que
hace frente a ellas tiene que tomar una decisión moral. Sea que la rechace
porque niega lo sobrenatural o la acepte como siendo verdad y se entregue a
Jesucristo”.
En
aquel libro de estudio, publicado por Radio Bible Class (autores de Pan
Diario), Dehaan habla del testimonio de los documentos. Cualquiera que lee el Nuevo
Testamento sabe que sus escritores pretendían que Jesucristo resucitó de los
muertos. Pero puedes preguntarte cómo estar seguro que el Nuevo Testamento era
verdaderamente escrito por contemporáneos de Jesús. ¿Podría ser que estos
libros fueran escritos unos siglos más tarde, y que tomaron los nombres de los
apóstoles? Así los evangelios podrían ser llenos de materia legendaria. Los
documentos del Nuevo Testamento tendrían poco valor si fueran escritos unos
siglos más tarde por unos hombres que fueron lo suficiente sinvergüenza para
atribuir los nombres de los apóstoles a sus libros.
Pero
se puede demostrar sin duda razonable que los documentos del Nuevo Testamento
son auténticos y fidedignos. Los investigadores han establecido claramente que
fueron escritos por hombres del primer siglo. El griego del Nuevo Testamento es
del estilo del primer siglo. Los eruditos son bastante unánimes en cuanto a
esto. Además, los documentos se han demostrado fidedignos en cuanto a todos los
datos históricos y geográficos que se pueden averiguar por otros medios. Además
la cualidad de los escritos son excelentes. Y la cantidad de documentos, de
copias de manuscritos, es muy alta, sin hablar del hecho que concuerdan entre
sí.
Puesto
que se puede demostrar que los que escribieron los cuatro Evangelios son
historiadores fidedignos, ya es razón para tomar en serio sus pretensiones
sobre la resurrección de Jesucristo. Estos hombres eran claramente sanos,
dignos de confianza, honrados, y sinceros. Es absurdo admitir que su historia
era exacta en otras áreas pero dudar de ellos porque hablaron de la
resurrección de Jesucristo.
Lo
escrito por Lucas en Hechos 1:1-3 es también una prueba en sí. “En el primer tratado, o Teófilo, hablé
acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día
en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu
Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber
padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoles
durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios”.
Las
palabras "muchas pruebas
indubitables" se traduce simplemente "pruebas" en algunas versiones.
Pero hay una palabra en el griego para "pruebas" que en sí puede
tener más o menos valor; hay otra palabra, tekmerion,
para pruebas infalibles, que no se pueden contradecir. Es esta segunda palabra
que Lucas utiliza aquí. M. R. Dehaan, el padre de Richard Dehaan, dijo: “Esto
es más que una afirmación histórica. Es un reto que Lucas hace a todos los
críticos que niegan la resurrección corporal literal del Señor Jesucristo. Hace
la afirmación sorprendente de que Jesús vivía, que fue visto por muchas
personas, y que su resurrección es autentificada por un buen número de pruebas
infalibles. Cuando consideramos las circunstancias bajo las cuales se hizo esta
afirmación, nos choca con cierta énfasis. Viniendo de nadie más que el
instruido Doctor Lucas, nos exige la atención. Si hubiera sido la afirmación de
un hombre con poca instrucción y sin tener una mente científica, podríamos
tener alguna excusa por no hacer caso a ella. Pero vino de un hombre que
pertenecía a aquella profesión que siempre exige la demostración positiva y
pruebas. Por tanto, hemos de tomar en serio lo que él nos dice - muchas pruebas infalibles.”
Al
manifestarse a sus discípulos en las maneras siguientes, el Señor Jesús
demostró en manera innegable que ahora poseía un cuerpo nuevo y tocable:
(1)
permitió al grupo de mujeres que
tocasen sus pies cuando le encontraron (Mt. 28:9).
(2)
Lucas nos dice que cuando apareció
por primera vez a sus apóstoles después de su resurrección, les aseguró de que
no era simplemente espíritu, permitiendo que le tocasen. Después de decir “un espíritu no tiene carne ni huesos, como
veis que yo tengo” (Lucas 24:39), comió un trozo de pez asado junto con un
panal de miel.
(3)
Hasta el escéptico Tomás fue
convencido cuando el Señor le animó a que tocase las heridas en sus manos y su
costado (Jn 20:27).
(4)
Cuando se mostró a siete de los
apóstoles que pescaban en el mar de Galilea demostró la realidad de su
presencia corporal preparándoles un desayuno en la playa. Ninguno de los siete
dudó.
Lectura: E. Y. Mullins, Manual de Evidencias
Cristianas, (CLIE), Capítulo XIII (pág. 188-202)
Ejercicio: ¿Cómo sabes
que Cristo resucitó de los muertos? Contesta para satisfacer primero:
1.
A alguien que cree que la Biblia
es la revelación de Dios, pero que cree que Cristo nunca resucitó físicamente.
2.
A alguien que es un escéptico: no
cree en Dios, o no sabe si hay un Dios.
3.
A alguien que está algo
convencido, tiene un fondo creyente, pero tiene serias dudas por lo que le han
dicho personas instruidas para quienes tiene mucho respeto.
LECCIÓN
5: LA TRINIDAD
¿CÓMO SE PUEDE JUSTIFICAR LA CREENCIA
EN LA TRINIDAD?
Una
de las creencias más distintivas, pero a la vez más controvertidas del
cristianismo, y sin embargo una de las doctrinas más grandes, es la creencia en
la Trinidad. A menudo la gente piensa que significa que creemos en tres dioses.
Otros se sienten confusos cuando tratamos de explicar que creemos en un sólo
Dios, pero que es tres personas distintas.
La
Biblia en ninguna manera enseña que hay tres dioses. Tampoco enseña que Dios
se presenta con tres distintas personalidades, o con tres máscaras para
disfrazarse. Lo que la Biblia enseña es que hay un Dios, que se ha
revelado en tres personas distintas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
No
pretendemos que esto sea fácil de entender. No lo es. Pero es lo que la Biblia
enseña. Se han hecho muchos esfuerzos para explicar esta gran verdad, y sin
embargo sigue retando la comprensión humana. El cristiano, sin embargo, no
permite que su incapacidad de comprender la Trinidad le desanime. Sabe que algunos
aspectos de la verdad divina sobrepasan su inteligencia, especialmente
aquellos aspectos que se relacionan con la naturaleza de Dios. El creyente
acepta simplemente lo que dice la Biblia. Sigue adorando a Dios el Padre como
siendo su Padre Celestial, a Dios el Hijo como siendo su Redentor, a Dios el
Espíritu Santo como siendo su Consolador y su Guía. En la realidad estaríamos
algo consternados, o decepcionados, si viéramos que podíamos entender todo lo
que hay que entender sobre la persona de Dios. Porque esto rebajaría al Dios eterno
e infinito a nuestro nivel. ¿Cómo, pues, podríamos adorarlo?
Agustín,
que a veces es llamado el "padre de los teólogos" andaba en la playa
del océano un día, meditando en el misterio de la Trinidad. Vio a un niño que
jugaba con una concha marina. El niño hacía un agujero en la arena con su
concha, y luego iba hacia las olas del mar para llenar su concha de agua y
verterla en el agujero que había hecho. Agustín le preguntó: "¿Qué estás
haciendo, pequeño?" El niño contestó: "Voy a verter el mar en aquel
agujero". "Ah," dijo Agustín, "Esto es lo que yo he estado
tratando de hacer. Estando al lado del océano de la infinidad, he intentado
comprenderlo con mi mente finita".
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos mis caminos, dijo el SEÑOR. Como son más altos los cielos que la
tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos (Isaías 55:8-9).
Ahora bien, hay quienes pretenden que
la Biblia no enseña la doctrina de la Trinidad; que la posición evangélica, y
cristiana tradicional, sobre la trinidad, es antibíblica. Podemos al menos demostrar
que la Biblia enseña claramente la doctrina de la Trinidad.
(Nota: Los
"Testigos de Jehová" insisten que la palabra "trinidad" no
está en la Biblia. Tienen razón. Es nuestra palabra para describir lo que la
Biblia enseña sobre tres Personas que son un solo Dios. Pero por otro lado los
"Testigos de Jehová" insisten en utilizar el nombre
"Jehová" como parte central de su doctrina, y este nombre tampoco
está en la Biblia: en el Antiguo Testamento es YHVH, sin vocales, y en el Nuevo
Testamento es traducido "Señor".)
Hay
varios textos que dicen que sólo hay un Dios:
Deuteronomio 6:4 "Oye, Israel: el
Señor nuestro Dios, el Señor uno es"
Isaías 44:6 "Así dice el Señor Rey de Israel, y su Redentor, el Señor de los
ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
1 Timoteo 2:5 "Hay
un solo Dios."
A
pesar de estas afirmaciones de que Dios es uno, hay además varios textos
en la Biblia que indican la naturaleza plural de Dios.
Génesis 1:26 "Entonces
dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestro imagen"
Génesis 3:22 "Y
dijo el Señor Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros".
En
estos textos se trata de la pluralidad de Dios. No se trata de ángeles, porque
los ángeles no crearon el mundo. Según Juan 1:3, Colosenses 1:15, y Hebreos
1:2, fue Jesucristo quien creó el mundo.
Además
el nombre más utilizado para Dios en el Antiguo Testamento es una palabra plural
"Elohim". Esta forma plural ocurre unas 2.570 veces en el Antiguo
Testamento. A veces, este término para Dios se presenta junto con un verbo al
singular. Otras veces, viene al lado de otro nombre para Dios, que es singular.
Por ejemplo, en el Salmo 88:1 leemos "Oh
SEÑOR (YHVH) Dios de mi salvación". Aquí la palabra "Dios"
es el plural "Elohim", mientras la palabra YHVH es singular.
Un
texto del Antiguo Testamento que más muestra la idea de un Dios Trinitario se
encuentra en Isaías 48:16
"Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto;
desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió EL SEÑOR (YHVH) el Señor, y su
Espíritu".
Muchos
textos en la Biblia se refieren al Padre como siendo Dios. El Padre nuestro,
por ejemplo, en Mateo 6:9; el texto de Gálatas 1:1 que dice "Dios el Padre". Hay una persona,
pues, llamado el Padre en la Biblia, y esta persona es Dios. Luego, la Biblia
nos habla del Hijo, y lo llama Dios. En Juan 1:1 es llamado el Verbo, o el
"Logos", y dice "y el
Verbo era Dios". (El orden en el griego es "y Dios era el
Verbo"). En Juan 5:18, al llamar a Dios su Padre, se hacía "igual a Dios". En su encuentro con
Tomás el incrédulo, acepta que Tomás le llama "Mi Señor y mi Dios". Allí Tomás no estaba tomando el nombre
del Señor en vano. Si Jesús no hubiera considerado que era Dios, habría
reprendido a Tomás severamente. En vez de eso, aceptó esta adoración. Además,
si Jesús no hubiera sido Dios, su obra de redención no habría tenido valor más
que simbólico. Habría sido inadecuado. ¿Cómo podría ser que la muerte de un
solo hombre, por más perfecto y santo que fuera, y esta muerte durante sólo
tres días, pudiera rescatar a un número indeterminado de hombres para la
eternidad? Esto sólo valdría si el valor de aquel hombre fuera infinito e a la
vez eterno. En otras palabras, si aquel hombre fuera Dios. Finalmente, hay una
tercera persona que es llamada Dios en la Biblia. Se trata del Espíritu Santo.
En Hechos 5:3,4, Pedro pregunta a Ananías: "Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu
Santo...? ...No has mentido a los hombres, sino a Dios".
Además,
hay un argumento filosófico para la naturaleza Trinitaria de Dios. Si el Señor
fuera un Ser de una sola persona, entonces en la eternidad que precedió a la
creación de los ángeles y los hombres, habría sido una persona muy solitaria.
La Biblia dice que Dios es amor, pero habría sido miserable antes de haber
creado a alguien que pudiera recibir aquel amor. En tales condiciones Dios no
sería suficiente en sí mismo en cuanto a su atributo de amor. Pero puesto que
existe eternamente en tres Personas, siempre pudo encontrar el amor y la
comunión dentro de sí mismo, aún antes de la creación.
Ahora
bien, ¿se puede acusar a los cristianos de irracionalidad al creer esta
doctrina de la Trinidad? Josh McDowell cita una analogía presentada por el Dr.
John Warwick Montgomery que puede ayudarnos a entender la manera de acercarnos
a esta doctrina:
"La doctrina de la Trinidad no es irracional; lo que sería irracional sería suprimir las pruebas
bíblicas por la Trinidad a favor de la unidad, o las pruebas de la unidad a
favor de la Trinidad.
"Nuestras informaciones han de tomar precedencia sobre nuestros
modelos - o, para decirlo mejor, nuestros modelos han de reflejar todo el ámbito
de la información con sensatez.
"Una analogía al procedimiento del teólogo se encuentra en el
trabajo del físico teórico: Se encuentra con entidades subatómicas y, al
examinarlos, tienen propiedades de ondas (W), propiedades de partículas (P), y
propiedades cuánticas (h).
"Aunque esas propiedades son, en muchos respectos, incompatibles
(las partículas no difractan; las ondas sí, etc.), los físicos explican o modelan un electrón como siendo PWh. Tienen que hacer esto para dar
el peso apropiado a toda la información relevante.
"En el mismo sentido, el teólogo habla de Dios como siendo tres en uno. Ni el científico ni el
teólogo espera que consigas una imagen
por medio de su modelo; el propósito del modelo es ayudarte a tomar en cuenta todos
los hechos, en vez de pervertir la realidad por sobreponerla una "consistencia" aparente.
"La elección es clara: sea que se trate de la Trinidad, o se trate
de un "Dios que no es nada más que una pálida imitación del Señor del
cristianismo bíblico y confesional."[8]
C.
S. Lewis compara la cuestión de la Trinidad a nuestro mundo de tres
dimensiones. Hace la analogía siguiente:
“En
el espacio, puedes mover en tres maneras - hacia la izquierda o derecha, hacia
delante o atrás, y hacia arriba o abajo. Cada sentido en que se mueva es uno de
estos tres, o un término medio entre ellos. Se llaman las tres Dimensiones.
Ahora si sólo usas una Dimensión, lo único que puedes dibujar es una línea
recta
si utilizas dos
dimensiones, puedes hacer una silueta - como un cuadro, por ejemplo
Ahora bien, un
cuadro está compuesto de cuatro líneas rectas. Demos un paso más. Si tienes
tres dimensiones, entonces puedes construir lo que llamamos un cuerpo sólido,
una forma cúbica, por ejemplo
y un cubo consiste en
seis cuadros.
Un
mundo de una dimensión sería una línea recta. En un mundo de dos dimensiones,
seguirías con líneas rectas, pero varias líneas forman una silueta. En un mundo
de tres dimensiones, sigues con siluetas, pero con varias siluetas consigues un
cuerpo sólido
Ahora
la descripción cristiana de Dios implica el mismo principio. El nivel humano es
un nivel sencillo y algo vacío. En el nivel humano una persona es un ser, y
cualesquier dos personas son dos seres separados - igual como en dos dimensiones
un cuadro es una figura, y cualquier dos cuadros son dos figuras separadas. En
el nivel divino sigues hallando personalidades, pero allí arriba las hallas
combinadas en nuevas maneras que nosotros, que no vivimos en aquel nivel, no
podemos imaginar. En la dimensión de Dios, para decirlo así, encuentras a un
ser que es tres Personas, aun permaneciendo como un solo Ser, igual como un
cubo es seis cuadros mientras permanece siendo un solo cubo. Es normal que
nosotros no podemos concebir un Ser así: es como si nosotros hubiéramos sido
hechos para percibir sólo dos dimensiones en el espacio y por tanto nunca
podríamos imaginar un cubo. Pero podemos conseguir una débil noción de ella. Y
cuando la conseguimos, conseguimos entonces, para primera vez en nuestras
vidas, alguna idea positiva, por débil que sea, de algo supra-personal - algo
más que una persona. Es algo que nunca podríamos haber adivinado, sin embargo
una vez nos lo han dicho, casi sentimos que deberíamos haberlo adivinado porque
cabe tan bien con lo que sabemos ya.
Puedes
preguntar, "Si no podemos imaginar un Ser de tres personas, )qué ventaja
hay en hablar de él?" Bien, en realidad no hay ventaja en hablar de él. Lo
que importa es el ser arrastrado hacia dentro de aquella vida de tres personas,
y eso puede empezar en cualquier momento - ahora mismo, si quieres.
Lo
que quiero decir es esto. Un simple cristiano normal y corriente se arrodilla
para orar. Está tratando de entrar en contacto con Dios. Pero si es un
cristiano sabe que lo que le está empujando a orar es Dios: Dios dentro de él.
Pero sabe además que todo su verdadero conocimiento de Dios viene por Cristo,
el Hombre que era Dios - que Cristo está de pie a su lado, ayudándole a orar,
orando por él. Ya ves lo que ocurre. Es a Dios que está orando - la meta que
trata de alcanzar. Dios es también lo que hay dentro de él que le está
empujando - el poder motor. Dios está también en el camino o en el puente sobre
el cual se siente empujado hacia aquella meta. Así toda la triple vida del Ser
tri-personal se está pasando en aquella pequeña habitación donde un hombre
normal y corriente está orando. Aquel hombre está siendo arrastrado hacia las
clases más altas de la vida - lo que podemos llamar Zoe o la vida espiritual: está siendo arrastrado hacia dentro de
Dios, por Dios, mientras sigue siendo él mismo.”[9]
Ahora
bien, lo que más nos interesa como cristianos no es si es filosóficamente
posible o aceptable que haya una Trinidad, sino la cuestión de si la Biblia
enseña la doctrina de la Trinidad. (La palabra "Trinidad" en sí no se
encuentra en la Biblia: es una expresión que ha servido a los teólogos para
resumir lo que la Biblia enseña sobre la tri-personalidad de Dios).
Walter
Martin, en su libro The Kingdom of the Cults trata de la acusación de
los "Testigos de Jehová" de que creemos en tres dioses:
Los
"Testigos de Jehová" nos acusan de creer en "tres dioses en
uno". Esto no es la creencia cristiana. Lo que creemos es que hay
tres Personas, todas de la misma Sustancia, co-igual, co-existente, y co-eterna.
Hemos visto ya cómo el Antiguo Testamento ya implica pluralidad en la deidad, y
cómo el Nuevo Testamento llama a las tres Personas Dios. Cuando, por ejemplo,
en Génesis 1:26, Dios dice "Hagamos
al hombre a nuestra imagen", es obvio que no está hablando de hacer al
hombre al imagen de Dios y también al imagen de los ángeles. Porque se
trataría de dos imágenes distintas. Sólo el hombre fue creado al imagen de
Dios. Por tanto la expresión "nuestra imagen" y "nuestra
semejanza" se refiere a una pluralidad dentro de Dios. Dios tiene que
haber estado hablando a otra persona, y )a quién, sino a su Hijo y al
Espíritu Santo, que le son iguales en Sustancia, podría dirigirse en términos
tan familiares? Según Isaías 43:10, 11, no existe otro Dios que el Señor
(Jehová o Yahveh); ni siquiera un "dios poderoso menor" como los
"Testigos de Jehová" pretenden que es Cristo. Por tanto ha de haber
una unidad en la pluralidad y en sustancia; sino, el texto no tiene sentido. Lo
mismo podemos decir de Génesis 11:7 "Ahora,
pues, descendamos, y confundamos allí su lengua...", y Isaías 6:8
"A quién enviaré, y quién irá por nosotros?".
Estas indicaciones de pluralidad sugieren fuertemente lo que el Nuevo
Testamento desarrolla plenamente, una tri-unidad en el Dios Único.
Los
"Testigos de Jehová" atacan la doctrina también en base histórica.
Pretenden que fueron Tertuliano y Teófilo que propagaron e introdujeron la
triple unidad de Dios en el cristianismo. Esta pretensión, según Walter
Martin, a penas necesita ser refutada. Mucho antes de que vivieron Teófilo o
Tertuliano, la doctrina era conocida y considerada como siendo sana.
Uno
de los argumentos que utilizan para negar la posibilidad de Dios siendo
Trinitario está basado en su entendimiento erróneo de la "muerte" tal
como aparece en la Biblia. En manera arbitraria, definen la muerte como siendo
la cesación de la conciencia, y destrucción. Sin embargo no hay ninguna fuente
que da este sentido a las palabras griegas o hebreas para
"muerte". La muerte en las Escrituras es
"separación" del cuerpo en lo que concierne la primera muerte, que
es física, y la separación de Dios durante la eternidad, que es la segunda
muerte (en el lago de fuego, Ap. 20:14-15). La muerte nunca significa la
aniquilación, y los Testigos de Jehová no podrían presentarnos ni una sola
palabra en las Escrituras que demostrara lo contrario.
Esa
secta hace preguntas como ")Quién dirigió el universo mientras Jesús estaba en la tumba?" Una vez más, implican que la muerte es la
extinción de la conciencia.
El
sugerir que la Trinidad era encarnado en Cristo sería negar el sentido de la
Trinidad. Cristo se limitó voluntariamente durante su ministerio a su cuerpo
terrenal, pero el cielo le estaba abierto, como vemos en su bautismo y su
transfiguración.
Cuando
Jesús dijo en Juan 14:28 que "el
Padre es mayor que yo", era cierto, porque Jesús había tomado la forma
de un siervo según Filipenses 2:7, y como hombre, el Hijo era voluntariamente
sujeto, o sometido, al Padre. Pero en su resurrección su gloria le fue devuelta
y pudo decir "Toda potestad
(autoridad) me es dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18).
Queda claro que Jesucristo nunca fue inferior en el sentido espiritual a su
Padre aún durante su estancia en la tierra.[10]
Los
proponentes de la "Ciencia Cristiana" (ni científico ni cristiano)
consideran que "La teoría de tres personas en Dios sugiere a unos dioses
paganos, más que el siempre presente Yo
Soy". Sin embargo, como lo
hemos visto ya, la Biblia lo enseña claramente. Por tanto no es una doctrina
pagana. De todos modos un estudio de las doctrinas de la Ciencia Cristina (Mary
Baker Eddy) podrían enseñarnos algo sobre el paganismo.
Entre
aquellos que pretenden que la doctrina de la Trinidad se deriva del paganismo,
algunos apuntan a las tríadas de dioses que fueron adorados por paganos. Es
cierto que el paganismo ha tenido muchos dioses, y a veces eran en grupos de
tres. Pero en ninguna de esas religiones se puede encontrar algo que se acerca
a la doctrina cristiana de la Trinidad. Pretender que hay una similitud entre
ellos sería el colmo del ridículo.
Se
ha sugerido, sin embargo, que las tríadas en el paganismo podrían ser una
sombra del conocimiento que los hombres de antaño tuvieron sobre el Dios Trino.
La
construcción del universo podría dar evidencia de la Trinidad en su manera de
ser organizado. El universo está compuesto de espacio, tiempo, y materia. El
espacio está compuesto de longitud, anchura, y altitud. La materia es energía,
moción, y fenómenos. El tiempo consiste en pasado, presente, y futuro. Según
Richard Dehaan, estos aspectos de la creación reflejan al Dios Trino que hizo y
que sostiene todas las cosas.
C.S.
Lewis, en su libro Mere Christianity, trata una cuestión en cuanto a la
igualdad de Dios Hijo con Dios Padre. En Juan 1:14 y en Juan 3:16, la expresión
para el "Hijo Único" es una que implica que es el Hijo
"engendrado" de Dios. Esto implica una relación de causa y efecto.
Algunos dicen que en este caso, el Hijo no puede ser eterno: tuvo que tener un
comienzo. Lewis sugiere una otra imagen para comparación:
Hay
dos libros sobre una mesa. Un libro está en cima de otro. Llamaremos el libro
de abajo el libro A, y el libro de arriba el libro B. Ahora bien, es claro que
el libro A sostiene el libro B. Es decir que el libro A impide que el libro B
toque la superficie de la mesa. Ahora bien, imagina que esta situación está
allí desde la eternidad. Es decir que siempre han estado en aquella posición.
Poco probable, pero lo imaginamos en teoría. Esto no impide la relación causa y
efecto: un libro no antecede al otro, porque los dos han estado en aquella
posición desde siempre. Pero sigue siendo el libro A la causa por la cual el
libro B no toca la superficie de la mesa. La relación causa-efecto no afecta el
tiempo en el cual los dos libros han estado en aquella posición. Se
trata de una causa eterna con un efecto eterno. En la misma manera, la relación
causal del Padre hacia el Hijo no cambiaría que los dos sean eternos.
Por
otro lado, esta traducción o interpretación de la palabra "unigénito"
es discutible. Parece que sería más exacto entender la expresión como siendo
"único de su clase": que no hay ningún otro como él.
Haz
uno de los ejercicios siguientes:
1)
Escribe una carta a un Testigo de
Jehová que pretende creer todo lo que dice la Biblia, pero que te ha retado en
lo que concierne la creencia Evangélica sobre la Trinidad.
2)
Escribe una carta a un amigo(a)
incrédulo(a) que se burla de la creencia cristiana sobre la Trinidad.
LECCIÓN
6: ¿SE
PUEDE DEMOSTRAR QUE HUBO UNA ENCARNACIÓN?
¿Se puede
demostrar que hubo una encarnación? Una vez más, la respuesta, por cierto, es
no, si hablamos de demostración empírica. Los cristianos creen esto por fe. Sin
embargo, se puede contestar a algunas de las objeciones a la encarnación. Que
la Biblia enseña la doctrina de la encarnación no hay duda (Juan 1:14; Fil.
2:5-11). Pero no es el propósito de nuestro estudio examinar la doctrina bíblica
de la encarnación como tal. Sería la tarea del teólogo, y se estudiaría en el
contexto de la teología sistemática. Nuestra tarea, al estudiar la apologética,
es demostrar que la doctrina de la encarnación no va en contra de la razón.
Dios,
el Verbo, se hizo hombre. Esto es lo que la Biblia enseña. Los gnósticos
enseñaron que esto sería imposible, porque Dios es espíritu y el hombre es
materia, y no se puede combinar los dos. Esto, sin embargo, depende totalmente
de las definiciones filosóficas y arbitrarias de los gnósticos y no debería
preocuparnos demasiado.
La
esencia de la encarnación es el nacimiento de Cristo de una virgen. Es decir
que no tuvo padre humano. Ahora bien, algunos quieren pretender que esta
doctrina está basada en una interpretación equivocada de un texto del Antiguo
Testamento. "Por tanto, el Señor
mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel" (Isaías 7:14). Pretenden que la palabra
traducida "virgen" significa "doncella" o "joven
mujer", y que no tiene nada que ver con su estado de virginidad. Según
este argumento, el texto en Mateo 1:23, y luego Lucas 1:27, y 34-35, donde la
palabra virgen en el griego sólo admite una interpretación, sería basada en
una interpretación errónea de Isaías 7:14.
En
primer lugar, hemos de considerar si creemos que el Nuevo Testamento es
inspirado de Dios. Si creemos esto, entonces no debería haber ninguna
dificultad: María era virgen. No sólo la palabra griega lo dice claramente,
sino el contexto también: ")Cómo
será esto? pues no conozco varón". (La palabra
"conozco" implica relación sexual).
En segundo lugar, nuestro texto en
Isaías 7:14 habla de una "señal". Una señal significa alguna
maravilla; un milagro para mostrar que Dios está actuando; algo fuera de lo
normal. Si se tratara de una doncella, o una joven mujer, ¿dónde sería
la señal? Jóvenes mujeres tienen bebés a menudo. El hecho que una virgen
concibiera, sin embargo, sería una señal incomparable.
La
palabra hebrea traducida "virgen" en este versículo es
"almah". Los críticos insisten que la palabra para "virgen"
es "bethulah". Cada vez que la palabra "almah" ocurre en el
Antiguo Testamento, sin embargo, se traduce "virgen". Los eruditos
hebreos antes de que Cristo naciera, al traducir este texto en la Septuaginta
(en griego) también tradujeron la palabra como "virgen" en el griego,
una palabra que no admite ningún otro sentido. El que originó la idea de que la
palabra "almah" significaba "joven mujer" era Gesenio, un
alemán incrédulo que era uno de los primeros de los "Altos Críticos"
que no creían la Biblia, y trabajaron para demostrar que no era verdad. Esa
interpretación de la palabra "virgen", pues, viene de personas
predispuestas para no creer en lo sobrenatural[11],
y no proviene de una verdadera erudición.
Además,
hay otros textos en el Antiguo Testamento que indican el nacimiento del
Salvador de una virgen. En el huerto de Edén Dios dijo que la simiente de la
mujer heriría al diablo en la cabeza. Es sorprendente que no dijo la simiente
del hombre, o del hombre y de la mujer. Parece indicar ya que no habría hombre
implicado en la concepción del Salvador. En Jeremías 31:22 leemos "Porque el SEÑOR creará una cosa nueva sobre
la tierra: la mujer rodeará al varón". Esto es generalmente aceptado
como significando el nacimiento de un varón de una mujer. Sólo que una vez más
no hay padre implicado. Cuando se habla del Mesías en el Antiguo Testamento, si
habla de su origen humano, sólo se habla de la madre; nunca de un padre.
Aunque no sea tan claro como el texto de Isaías, y los del Nuevo Testamento,
apoyan estos textos con cierta consistencia. Así que decir que el texto de
Isaías no habla de una virgen es tendencioso.
Es
cierto que no podemos "defender" la encarnación desde el punto de
vista natural: un niño humano, para existir, tiene que haber tenido un padre y
una madre humana. Los niños que son concebidos en tubos de ensayos no cambian
nada a esto. Tienen padre humano y madre humana. )Pero es
necesario defender la encarnación? Una vez que hemos establecido que Dios el
Creador existe, ningún otro prodigio debería perturbarnos. Si Dios existe,
entonces él puede hacer lo que quiere. No está limitado por nuestras leyes
humanas.
Desde
el punto de vista filosófica, la encarnación era imprescindible para nuestra
salvación. Si Dios iba a salvarnos por medio de un Sustituto, entonces el
Sustituto tenía que ser hombre. No mitad hombre, sino hombre. Porque iba
a representar a toda la humanidad. Iba a vivir una vida sin pecado como hombre,
para que pudiera ser una ofrenda perfecta, sin mancha. Iba a morir como hombre,
porque pagaba por el hombre. El hombre que peca, ése debe morir. Cuando Jesús
tomó nuestro pecado sobre él mismo, en la cruz, llegó a ser "el hombre que
peca" aunque él mismo nunca había pecado. Pero también tenía que ser Dios.
No parcialmente Dios, sino Dios en el pleno sentido de la palabra. Para ser el
Salvador de todos los hombres, como lo hemos dicho ya, tenía que ser infinito y
eterno. Siendo sólo eterno, podría haber pagado por un hombre mediante
su muerte en la cruz y su resurrección. Sería un hombre, pagando por un hombre.
Siendo sólo infinito, habría podido pagar por todos los hombres, puesto que su
sacrificio tendría un valor infinito, pero tendría que haber permanecido muerto
para siempre para que su ofrenda tuviera valor eterno. No puedes pagar una
eternidad con tres días. Pero siendo Dios, Jesús era tanto infinito como
eterno, y su sacrificio valía para cuántos creerían, y para la eternidad. No
existe otra manera en la cual el Dios santo y justo, Dios que es luz y verdad,
podría haber salvado a los hombres, sin que Dios mismo se hiciera hombre. Por
tanto, sin la encarnación rechazas toda posibilidad de salvación para el
hombre.
Otro
aspecto importante de la encarnación, o del nacimiento virginal de Cristo, es
que resuelve el problema de la herencia del pecado. Todo lo que se herede es
del padre. Si Jesús hubiera tenido un padre humano, habría heredado la
naturaleza pecaminosa, y la culpa del pecado. De su madre no podía heredar
esto. (Sino, tendría que haber nacido de una madre inmaculada. Pero en tal caso
su madre tendría que haber nacido de madre y padre sin pecado. (Esto
iría atrás hasta Adán!) Teniendo a Dios por Padre, sin ningún padre humano, la
naturaleza pecaminosa no intervino en su vida. En su humanidad podía volver a
escoger como Adán. La batalla del Huerto de Edén volvió a hacerse en la persona
de Jesús, y él venció.
"¡Oh profundidad de las riquezas de la
sabiduría y de la ciencia de Dios! (Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque )quién entendió la mente del
Señor? )O quién fue su consejero? )O quién le dio a él primero,
para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la
gloria por todos los siglos. Amén" (Romanos 11:33-36).
Jesús,
pues, es completamente Dios y completamente hombre. NO es mitad Dios y mitad
hombre. Tiene dos naturalezas completas en sí, sin embargo es una sola persona.
Allí vemos el problema de la Trinidad invertida. Una vez más tenemos el
problema matemática de que uno más uno son uno. Pero )desde cuándo
se reduce la vida a las matemáticas? No estamos hablando de números, sino de
principios de vida. Y se trata de principios que van mucho más allá de nuestra
experiencia limitada humana. Por tanto no hemos de preocuparnos si en nuestras
limitaciones no entendemos la lógica de algo perfectamente. Entendemos ya lo
bastante para admirar la perfección de ello. Ningún ser humano habría podido
inventar tal doctrina. Haber sido una invención humana, habríamos tenido a un
Jesús que era dos personas, o que a veces era Dios y otras veces era hombre.
Pero no es así. En la misma manera, si la Trinidad hubiera sido una invención
humana, entonces se habría presentado como siendo: sea tres dioses, sea tres
partes de Dios. Pero tampoco es así. Dios no nos presenta las cosas para que
las podamos entender perfectamente. Nos las presenta tales como son. Pero al
mismo tiempo podemos admirar la maravillosa consistencia lógica de estas verdades,
a pesar de haber sido presentadas por tantos distintos hombres. En un tribunal
de justicia, la consistencia de los testimonios tiene una gran importancia en
la decisión del juez o del jurado.
Lectura: Mullins, E. Y. MANUAL
DE EVIDENCIAS CRISTIANAS, pág. 120-122.
Ejercicio: Intente explicar por qué la doctrina
bíblica de la encarnación no puede haber sido inventada por la iglesia.
LECCIÓN
7: ¿LA ARROGANCIA DEL CRISTIANISMO?
¿CÓMO SE PUEDE PRETENDER QUE
EL CRISTIANISMO ES EL ÚNICO CAMINO A DIOS?
Es
una pregunta que muchos hacen: ¿No es el cristianismo una religión muy cerrada
y limitada en su visión, si considera que es el único camino a Dios? La
filosofía popular de hoy es el sincretismo, y el liberalismo: todos los caminos
son buenos; todos los caminos deberían combinarse, porque llegan a lo mismo.
En
primer lugar, una persona tiene que considerar la cuestión: ¿Es verdad que el
cristianismo es el único camino? Porque esta cuestión es mucho más importante
que saber si es una posición demasiado cerrada.
Hay
un incendio importante en un edificio grande con muchísimos pasillos. Desde
cualquier punto en el edificio hay varias maneras de salir. Unas personas están
atrapadas en medio del edificio, buscando un camino seguro para salir. Tienen
que hacer una decisión pronto. De repente, alguien les llega desde fuera:
"He venido por tal pasillo. Es el único que está libre del incendio del
momento. Si tomáis cualquier otro
camino, estaréis incinerados. ¡Seguidme! Las personas atrapadas en el edificio ¿tardarán
a considerar si la persona que ha venido a rescatarlos tiene una visión
demasiada limitada de la situación? Más bien apreciarán su realismo, y lo
seguirán. En la misma manera, si alguien tiene que cruzar una ciénaga, querrá
saber el camino. No querrá ser tragado por la tierra. Por tanto, si alguien le
informa que sólo hay un camino seguro a través de la ciénaga, seguramente
seguirá aquel camino. ¡Su vida puede depender de ello!
El
mundo, como la vida misma, está lleno de situaciones en las cuales sólo hay un
camino para la salvación, y generalmente la gente no discute de ello. Es sólo
cuando se trata de Dios que cada uno quiere hallar su propio camino, y eso
desde Caín - o desde Adán.
En
cuanto a la acusación de que los cristianos tienen una mente cerrada hacia todo
el resto del mundo, C. S. Lewis lo trata en una manera interesante:
"Si
eres cristiano no estás obligado a creer que todas aquellas religiones están
totalmente en error. Si eres ateo, tienes que creer que la idea central de
todas las religiones del mundo es simplemente un error monumental. Si eres
cristiano, puedes creer que todas las religiones, hasta las más raras,
contienen al menos alguna sugestión de verdad. Cuando yo era ateo tuve que
persuadirme a mí mismo de que la mayoría de la raza humana siempre se ha
equivocado sobre la cuestión que más les importaba; cuando llegué a ser
cristiano pude tomar un punto de vista más liberal. Pero, por cierto, el ser
cristiano significa que piensas que en las áreas en las cuales el cristianismo
difiere de otras religiones, el cristianismo tiene razón y aquellas se
equivocan. Como en las matemáticas - sólo hay una respuesta correcta a una
suma, y todas las demás respuestas son equivocadas; pero algunas de las respuestas
equivocadas son mucho más cercanas a lo correcto que otras.
"La
primera gran división de la humanidad es entre la mayoría, que cree que hay
algún Dios o dioses, y la minoría, que no lo cree. En este punto, el
cristianismo está en la mayoría junto con los antiguos griegos y romanos, con
salvajes modernos, con estoicos, platonistas, hindúes, mahometanos, etc., en
contra del materialismo occidental moderno.
"Ahora,
vamos a la próxima gran división. Las personas que creen en Dios pueden
dividirse conforme a la clase de Dios en que creen. Hay dos ideas muy distintas
en cuanto a este tema. Una de estas ideas es que Dios es más allá del bien y
del mal. Nosotros los seres humanos llamamos a un ser bueno y a otro malo. Pero
según algunas personas esto es sólo nuestro punto de vista humano. Estas
personas dirían que lo más sabio que eres, menos querrás llamar algo bueno o
malo, y con más luz verías que todo es bueno en un sentido y malo en otro, y
que nada podría haber sido distinto. Por consecuencia, estas personas creen que
mucho antes de que te hubieras acercado al punto de vista divino, la distinción
habría desaparecido por completo. Llamamos un cáncer malo, dirían, porque mata
a una persona; pero podrías igualmente llamar a un buen cirujano malo porque
mata un cáncer. Depende del punto de vista. La otra idea, contraria, es que
Dios es definitivamente "bueno", o "justo", un Dios que
toma partes, que ama al amor y que odia al odio, que quiere que actuemos en una
manera y no en otra. El primero punto de vista - el que cree que Dios es más
allá del bien y del mal - se llama panteísmo. Fue la idea del gran filósofo
pruso Hegel y, en cuanto los puedo entender, de los hindús. El otro punto de
vista es el de los judíos, de los mahometanos, y de los cristianos."
Lewis
sigue explicando que la gran diferencia entre el panteísmo y el concepto
cristiano de Dios tiene otra cosa más: los panteístas creen que Dios anima el
universo en el mismo sentido en que tú animas tu cuerpo. Por tanto, si no
hubiera universo, no habría Dios. Esto es como decir que porque un pintor
pone mucho de sí mismo en una obra de arte, si destruyeras la obra, el pintor
sería destruido. Y esto no es cierto. Lewis dice también que quien pretende que
no hay distinción entre el bien y el mal fácilmente pueden creer que cualquier
cosa que encuentras en el mundo es una parte de Dios. Pero si algunas cosas son
verdaderamente malas, y Dios es bueno, no puede ser. Un panteísta puede decir
de un cáncer, o de un barrio bajo: "Si vieres eso desde el punto de vista
divino, podrías ver que esto también es de Dios". Pero el cristianismo es
una religión de lucha. Cree que Dios hizo el mundo y todo lo que hay dentro,
pero cree también que hay muchas cosas que han ido mal con el mundo que Dios
hizo, y que Dios insiste con fuerza en que se pongan bien nuevamente.
El
ateísmo pone la pregunta: Si Dios hizo el mundo, ¿por qué se ha ido a perderse
el mundo? Consideran que es más simple creer que el mundo nunca fue hecho por
un poder inteligente. Ahora bien, el ateo dice que no hay Dios porque el
universo es tan cruel e injusto. Pero ¿de dónde tiene su medida de justicia e
injusticia? Al tratar de demostrar que Dios no existe, que toda la realidad
está sin sentido, está obligado a considerar que una parte de esa realidad, es
decir su idea de justicia, está llena de sentido. Si el universo entero carece
de sentido nosotros, según Lewis, nunca habríamos descubierto que era sin
sentido. En la misma manera en que si no hubiera luz en el universo, y por
tanto ninguna criatura con ojos, nunca habríamos sabido que era oscuro. La idea
de oscuridad sería sin sentido. Por tanto, el mismo hecho que nos fijamos en
que el mundo está lleno de injusticia y crueldad demuestra que al fondo tenemos
una medida de la Justicia y de la Bondad absoluta.[12]
Esto
se está alejando de nuestra pregunta original. Pero es para mostrar que dos
ideas contrarias, o tres ideas opuestas unas a otras no pueden ser todas verdaderas.
Sea una es la verdad, u otra, pero no todas. No puedes decir que el ateo tiene
razón, el panteísta tiene razón, y el cristiano tiene razón. Cualquier
creencia, pues, tiene que excluir ciertos elementos, al menos, de otras
creencias. A la persona que pregunta por qué el cristianismo excluye otras
religiones, se le puede preguntar por qué otras creencias excluyen el
cristianismo. (Cuando alguna creencia ajena al cristianismo quiere pretender
que incluye a Cristo en su fe, pero con su propia definición de Cristo, esto no
vale. Si se refiere a una persona, no puedes inventar tu propia definición de
aquella persona o cosa. ¡En tales condiciones no valdría la pena dialogar de
nada!)
Paul
Little en su libro Know Why You Believe trata la cuestión de las demás
religiones, y si Jesucristo es el único camino a Dios. Comenta que en
nuestro mundo, que se está haciendo, en términos relativos, cada vez más
pequeño, estamos cada vez más en contacto con el mundo del Islam, con Hindúes,
con Budistas, con Judíos... y la pregunta surge naturalmente si en realidad el
cristianismo es único entre las religiones del mundo. Algunos preguntarán:
"Si el mahometano, o el budista, o el hindú, o el judío, son sinceros, ¿no
podría ser que adoran el mismo Dios que nosotros, con un nombre distinto?"
En otras palabras, "¿Es Jesús el único camino a Dios?"
Esta
pregunta tiene un contenido emocional explosivo. Implica que el cristiano es
culpable de soberbia, y de desprecio hacia los demás. Ahora bien, cuando el
cristiano afirma que Jesucristo es el único camino a Dios, y que aparte de él no
hay salvación, no está sugiriendo que se cree mejor que los demás, ni que los
cristianos en general se creen mejores que los demás. Algunos ven al
cristianismo como siendo una sociedad de fanáticos intolerantes, igual como una
organización que tendría una cláusula sobre la segregación racial en sus
estatutos. Algunos piensan que si sólo los cristianos fueran menos
intolerantes, cambiarían sus reglamentos y dejarían entrar a cualquiera que
cree en Dios. "¿Por qué meter a Jesucristo en ello?" se nos pregunta.
"¿Por qué no creer simplemente en Dios?"
Los
cristianos afirman que Jesucristo es el único camino a Dios porque las
Escrituras dicen: "Y en ningún otro
hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en
que podamos ser salvos" (Hechos 4:12). Los cristianos creen esto, no
porque lo han decidido por su cuenta, sino porque Jesucristo nuestro Señor lo
enseñó: "Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí" (Juan 14:6). Un cristiano no puede afirmar otra cosa
que esto mientras permanece fiel a su Señor. Tiene que hacer frente al problema
de la verdad. Si Jesucristo es quien pretende ser, entonces tenemos la
autoridad de la palabra de Dios mismo sobre el tema. Si él es Dios y no hay
otro Salvador, entonces es obvio que él es el único camino a Dios. Los
cristianos no podrían cambiar eso mediante una votación ni por ninguna otra
manera.
A
aquellos que hacen esta pregunta, se les puede hacer notar que existen leyes
cuyo castigo es determinado por la sociedad. Hay otras leyes en las cuales eso
no es cierto. Por ejemplo, el castigo por conducir sin detenerse a un semáforo
en rojo se determina por la sociedad. Se puede establecer la multa a 50.000
pesetas, o a 25.000 pesetas, o hasta se puede abolir el castigo por completo.
En
cuanto a la ley de la gravedad, sin embargo, el castigo por violarla no se
determina por la sociedad. La gente podría votar a unanimidad para que se
abrogara la ley de gravedad durante una hora, (pero nadie
con cordura saltaría del techo de un edificio alto para probarlo! No, porque
el castigo por haber violado aquella ley es inherente en la misma acción, y (la
persona que la violara tendría que ser recogida con una espátula a pesar de la
resolución hecha a unanimidad!
Así
que, en la misma manera en que existen leyes físicas inherentes, existen
también leyes espirituales inherentes. Una de ellas es la revelación del mismo
Dios en Cristo. Otra es la muerte de Cristo como la única propiciación para el
pecado.
Al
proclamar la exclusividad de Cristo, un cristiano no asume una postura de
superioridad. Habla como siendo un pecador salvado por gracia. Un misionero en
Ceilán (ahora Sri Lanka) dijo: "La evangelización es simplemente un
mendigo diciendo a otro mendigo dónde puede hallar comida".
Esto
que hemos dicho es lo que Paul Little llama difusión de la "bomba
emocional". Pero de allí hay que seguir con la cuestión importante de la
verdad. El hecho de creer algo con toda sinceridad no hace que sea verdad.
Alguien que coge la botella de medicina equivocada en la oscuridad puede
entender esto. La fe no tiene más valor que su objeto, sin importar cuán
sincera o intensa sea aquella fe. Una vez una enfermera con toda sinceridad
puso ácido carbólico en los ojos de un bebé nuevo nacido, en vez de otro
producto químico más recomendable. Su sinceridad no evitó la ceguera del bebé.
Estos
mismos principios, pues, se aplican también a lo espiritual. El hecho de creer
algo no hace que sea cierto; ni tampoco el hecho de no creerlo hace que sea
falso. Los hechos son los hechos, no importa la actitud de las personas hacia
ellas. En cuestiones de religión, pues, la pregunta básica es: ¿Es cierto?
Tomemos,
por ejemplo, el hecho de la divinidad, la muerte, y la resurrección del Señor
Jesucristo. El cristianismo afirma estos hechos como siendo el corazón de su
mensaje. La religión del Islam, por otra parte, niega la divinidad, la muerte,
y la resurrección de Cristo. En este punto tan crítico, uno de los puntos de
vista que se contradicen entre ellos, tiene que ser equivocado. No pueden ser
ciertos los dos, sea lo que sea la sinceridad de cuantas personas sean.
Se
ha hablado mucho sobre la supuesta manera en que las religiones del mundo se
parecen entre ellas. Muchos cristianos en su ingenuidad dan por sentado que
las demás religiones son básicamente iguales, pretendiendo lo mismo y haciendo
básicamente lo mismo que el cristianismo, pero en términos cuya diferencia
tiene poca importancia. Tal actitud demuestra una ignorancia total de otras religiones.
Porque aunque hay algunas similitudes, las diferencias son mucho más importantes
que esas similitudes.
Una
de las similitudes es la esencia de la Regla de Oro, contenida en casi cada
religión. Desde el tiempo de Confucio, hallamos la afirmación, en varias formas,
de que deberíamos hacer a los demás lo que quisiéramos que nos hagan. Muchos
creen, equivocadamente, que eso es la esencia del cristianismo. Pero si lo
único que Jesucristo hizo hubiera sido darnos el Sermón del Monte y la regla de
Oro, entonces sólo aumentó nuestra sensación de frustración. Como lo hemos
visto, el hombre tiene la Regla de Oro desde el tiempo de Confucio. El problema
del hombre nunca ha sido el no saber lo que debería hacer. Su problema ha sido
que le falta el poder hacer lo que sabe que debería hacer.
Cristo
aumentó el nivel ético, haciendo así que las exigencias sean más elevadas.
Esto en sí aumenta el nivel de frustración. Pero eso no es todo lo que
Cristo hizo - allí la diferencia entre el cristianismo y las demás religiones.
Cristo ofrece el poder para vivir como deberíamos vivir. Nos da el perdón, nos
limpia, y nos otorga su misma justicia, todo como un don gratuito. Hace algo
por nosotros que no podemos hacer por nosotros mismos.
Cada
otro sistema religioso es básicamente una proposición de "hazlo tú
mismo". Dicen: "Siga este modo de vivir, y ganarás el favor de Dios y
eventualmente alcanzarás la salvación. Se puede decir que las demás religiones
son una lista de instrucciones sobre cómo nadar, dadas a un hombre que se ahoga
ya. El cristianismo es un salvavidas.
Otra
diferencia que se ha notado es que en las demás religiones, las buenas obras
son "para que..." mientras en el cristianismo las buenas obras son
"porque". En otras religiones las buenas obras son el medio por el
cual se espera conseguir la salvación. En el cristianismo la salvación se
recibe como un don gratuito, por medio de la obra acabada de Cristo, y las
buenas obras se hacen como respuesta a esto; como reacción al amor de Dios. Las
demás religiones dicen: "Haga..."; el cristianismo dice: "¡Hecho!"
El
cristianismo es lo que Dios ha hecho para el hombre al buscarlo y alcanzarlo
para ayudarlo. Otras religiones son el hombre que busca para alcanzar a Dios, y
luchando mientras busca. Por razón de esta diferencia tan importante, sólo el
cristianismo ofrece la seguridad de la salvación. Puesto que nuestra
salvación depende de lo que Dios ha hecho por nosotros y dado por nosotros,
podemos decir con la maravillosa certidumbre del apóstol Pablo: "Estar
ausentes del cuerpo es ser presentes al Señor" (2 Co. 5:8).
En
cualquier religión de "obras", por otro lado, es imposible jamás
tener esta seguridad. ¿Cuándo sabes que has hecho suficientes buenas obras? Nunca
lo sabes, y nunca puedes saberlo. Siempre hay temor porque no hay
seguridad de salvación. Lo que es la salvación, y lo que queremos alcanzar, en
las religiones del mundo es muy distinto de lo que son en el cristianismo.
Hay
que considerar además qué es la salvación en las demás religiones. Porque el
cristianismo, además de creer que Cristo es el único camino a Dios, es la única
religión que pretende ofrecer una salvación segura tal como la entendemos.
En
el budismo, la meta es nirvana: la extinción del deseo. Según Buda, todo dolor
y sufrimiento vienen de una cosa: el deseo. Si mediante el seguimiento del
Óctuplo Camino a la Iluminación se puede superar, o eliminar, ese deseo,
entonces es posible alcanzar la nirvana, que es el hecho de ser nada. Se
compara a la extinción de una vela: eso es lo que ocurre a la vida y a la
consciencia cuando se haya alcanzado la nirvana.
En
el hinduismo, la meta es también nirvana, pero el término tiene un significado
distinto. Para ellos la nirvana es la unión última con Brahma que es la fuerza
del universo, el Dios de los hindúes. La experiencia se compara al retorno de
una gota de agua al océano. Se pierde la individualidad en la reunión con Dios,
pero no es la eliminación total de sí mismo como en el budismo. Ese nirvana, en
el hinduismo, se alcanza a través de un ciclo continuo de nacimiento, vida,
muerto, y renacimiento. En seguida cuando algún animal, insecto, o ser humano
muere, vuelve a nacer inmediatamente en una otra forma. Depende de la cualidad
de su vida moral si irá hacia arriba o hacia abajo en la escala de vida. Si su
vida ha sido buena, entonces subirá a una clase de vida que implica más
comodidad y menos sufrimiento. Si es el contrario, entonces su propia vida será
más abajo, en sufrimiento y pobreza. Si ha sido lo suficientemente malo, ni
siquiera volverá como un ser humano, sino como un animal o un insecto. Esa ley
de cosechar en la próxima vida lo que uno haya sembrado en la vida presente se
llama la ley del Karma.
En
Islam, el cielo es un paraíso de vino, mujeres, y placeres. Se alcanza mediante
una vida que se abstiene de esas mismas cosas que serán su recompensa en el
paraíso. Además de esto tiene que seguir las Cinco Columnas de Islam: repetir
el Credo, hacer un peregrinaje a la Meca, dar limosna a los pobres, rezar cinco
veces por día, y respetar el ayuno del mes de Ramadán.
En
estas religiones no hay ninguna posibilidad de certeza. Si preguntas a hindúes,
a budistas, o a musulmanes, si alcanzarán la Nirvana, o el Paraíso, cuando
mueren, normalmente se negarán a contestar que sí. Más bien se van a referir a
la imperfección de su vida como poniendo una barrera a esa realización. La
razón que no hay seguridad en esos sistemas religiosos es que no hay propiciación,
y porque la salvación depende de que el individuo alcance suficientes méritos.
Se
nos dice que deberíamos estar de acuerdo en cuanto al concepto fundamental de
Dios. Que deberíamos unirnos con todos aquellos que creen en Dios, sin
importarnos cómo se llame Dios. Pero como en el caso de cualquier otro término,
la palabra “Dios” carece de significado aparte de la definición que se da a
ella. Buda nunca pretendió ser Dios. No lo tenía claro si Dios existía o no. De
todos modos, enseñaba que si Dios existía no podía ayudar al individuo a
alcanzar la luz. Cada individuo tendría que conseguir eso por sí mismo. Los
hindúes son panteístas. Eso significa que Dios y el universo son idénticos.
Para ellos (y para los budistas) el mundo material es una ilusión y la realidad
es espiritual e invisible. Es por eso que la ciencia moderna vino a existir por
medio de cristianos, que creían en un Dios personal y en un universo ordenado,
en vez de en el contexto de la filosofía oriental. )Por qué
investigar lo que creemos es una ilusión?
Además,
si examinamos el concepto mahometano de Dios, vemos que no se trata de Dios el
Padre de nuestro Señor Jesucristo, sino un Dios según la imaginación del
hombre. Nuestro conocimiento de Alá viene del Corán, que vino de Mahoma.
Mahoma, al contrario de Cristo, no pretendía ser Dios. Enseñó que era el único
profeta de Alá. Desde el Corán se nos llega una imagen de Dios como siendo
alguien totalmente ajeno a los hombres, caprichoso en sus actos, responsable
tanto por el mal como por el bien, y definitivamente no es el Dios que "de tal manera amó ... al mundo que dio a su
Hijo único para que todo aquel cree en él no se pierda mas tenga vida eterna".
Es justamente ese concepto tan distante de Dios que hace que la idea de la
Encarnación sea totalmente inconcebible para el musulmán. Su Dios, tan
majestuoso y más allá de todo, no podría haber tenido contacto con el hombre
mortal en su pecado y su miseria. Para ellos es también inconcebible la idea
de la muerte de Dios el Hijo en la cruz, por la misma razón. Significaría que
Dios hubiera sido vencido por sus criaturas lo que es, para ellos, una
imposibilidad.
La
religión que tiene un concepto de Dios más cercano al de los cristianos es la
religión judía. Solemos considerar que el Dios que adoran ellos es el Dios del
Antiguo Testamento, el mismo en que nosotros creemos. ¿No podríamos unirnos en
esto? Pero cuando examinamos de más cerca, vemos que los judíos no
reconocerían que su Dios es el Padre de Jesucristo. Fue esa la controversia en
el tiempo de nuestro Señor. Rechazaron a Cristo porque consideraron que
blasfemaba, puesto que como hombre se presentaba como Dios. Ellos dijeron a
Jesús: "Dios es nuestro Padre". Jesús les dijo: "Si Dios fuera
vuestro Padre, me amaríais a mí porque vengo del Padre" en Juan 8:42-47.
En la misma conversación dijo: "Sois de vuestro padre el diablo".
El
Señor Jesús, pues, nos muestra la actitud que debemos tener hacia aquellos que
buscan a Dios. Si buscan al Dios verdadero, su sinceridad se mostrará por el
hecho que recibirán a Cristo al oír de él.
Es
claro en las Escrituras que la adoración de otros dioses que el Dios verdadero
viene del diablo (Lv. 17:7; 1 Co. 10:20).
La
diferencia entre el cristianismo y las demás religiones es que sólo Cristo
pretendió ser Dios. Ni Mahoma, ni Confucio, ni Buda dijeron tal cosa de sí
mismo. Los seguidores de éstos ponen el énfasis en su enseñanza, mientras que
los seguidores de Cristo ponen la persona misma de Cristo como punto central de
su enseñanza. En la misma manera Cristo hizo de su propia persona el punto
central de su enseñanza. En Juan 6:29 dijo que la obra de Dios era que creyeran
en él.[13]
El cristianismo, por tanto, es
radicalmente distinto de las demás religiones en cuanto a las cuestiones de:
¿quién es
Dios?
¿qué es la
salvación?
¿como se
obtiene la salvación?
No
puede ser que el cristianismo sea verdad, y la doctrina de las demás religiones
sea también verdad. Vivimos en una época que premia la tolerancia. Pero la
tolerancia no significa considerar que el error es verdad. La tolerancia no
significa que un profesor de matemáticas deba aceptar la respuesta
"23" a la pregunta ¿cuánto son dos más dos? Hay que ser tolerante de
las demás creencias y dejarles el derecho de creer y expresar sus creencias.
Pero en nombre de la tolerancia no se puede obligarnos a estar de acuerdo con
todas las creencias, aun aquellas que se contradicen mutuamente. Tampoco en
nombre de la tolerancia se nos puede exigir que consideremos que todas las
creencias son igualmente válidas. Esa posición carece de sentido en todos los
campos de ciencia, de lengua, de matemática, etc. ¿Por qué habría que adoptarla
en cuestiones de religión?
Se
ha dicho que no importa lo que crees, con tal de que lo creas sinceramente. Eso
no es cierto. Hitler hizo morir unos seis millones de judíos, basado en una
sincera convicción de supremacía racial. Pero estaba en el error. Lo que
creemos tiene que ser verdad para ser válido. Alguien puede creer sinceramente
que no necesita ir al médico: que un curandero lo puede curar. Eso no impedirá
que muera de una enfermedad.
Por
tanto, es cierto que el cristianismo es exclusivo. Cualquier convicción es
exclusiva por definición. Si una cosa es verdad, el contrario no puede ser
cierto. Si el cristianismo es la verdad, entonces las demás religiones no lo
son.
Ejercicio: Contesta a las preguntas
siguientes:
1)
El cristianismo presenta la
humildad como siendo una virtud. Pero ¿no es orgullo pretender que su propia
religión sea la verdad absoluta?
2)
¿Por qué no se puede combinar
todos los mejores elementos de todas las religiones para hacer una religión
para todos?
3)
¿Hay una base común en cuanto a la
creencia que las distintas religiones tienen en Dios?
Lectura: Lee en E. Y. Mullins, Manual de Evidencias
Cristianas, el capítulo 1: "Evidencias Cristianas Modernas".
LECCIÓN
8: LA CIENCIA Y LA FE
¿HAY CONFLICTO ENTRE
LA CIENCIA Y LA FE CRISTIANA?
Es
popular decir que la Biblia y el cristianismo no puede sostenerse ante la
ciencia: que la fe es anticientífica. Además se pretende que pocos científicos
dan crédito a la fe por esta razón.
Ahora
bien, la fe no pretende ser científica. Pero tampoco es anticientífica. Citamos
a Galileo: "Las Sagradas Escrituras no nos fueron dadas para enseñarnos
cómo va el cielo, sino para enseñarnos cómo se va al cielo". Por tanto,
las Escrituras no hacen uso de un lenguaje científico que muchos no podrían
entender, y que dentro de poco tiempo perdería su significado. El propósito
de la Biblia es distinto. Por otro lado, en nuestra apologética, tenemos que
reconocer nuestras limitaciones en cuanto a la ciencia. No debemos torcer las
Escrituras para forzarlas a estar de acuerdo con la ciencia actual. Si lo
hacemos, entonces tendremos vergüenza cuando la ciencia cambia sus
posiciones. En el pasado, por ejemplo, la iglesia torcía ciertos textos de la Escritura
para armonizarlos con la creencia general de que la tierra estaba al centro del
universo y que no movía. Por esta razón condenaron a Copérnico, y forzaron a
Galileo a retractarse de sus teorías.
Galileo,
que fue acusado en nombre de la fe, dijo en su defensa: "Las Escrituras
son siempre la Verdad, tiene toda la autoridad en cuestiones de fe; pero su
misteriosa profundidad es a menudo impenetrable para nuestro débil espíritu, y
nos equivocamos seriamente si tratamos de encontrar en ella lecciones de
física que no están allí o que no podemos entender. Si la Verdad está en los
Libros Sagrados, no está clara para todos, y hay que utilizar, para percibirla,
la inteligencia y el razonamiento que Dios nos ha dado. El Espíritu los dictó,
y es cierto que Él nunca se equivoca; pero cuando interrogamos la naturaleza
es también Él que nos contesta y que nos enseña... Las obras de Dios no se contradicen
mutuamente, las contradicciones son sólo aparentes: hay que conciliarlas,
porque la Ciencia no puede ser algo que debilita la fe."
Es
cierto que la Biblia nunca podrá estar de acuerdo con todas las teorías
científicas: sería imposible porque las teorías científicas cambian. Lo que
ayer era verdad absoluta hoy ha sido descartado. Tampoco habla la Biblia de todos
los temas científicos. No es el propósito. Pero en lo que dice, nada que haya
sido comprobado científicamente, la contradice.
Se
ha citado, a favor de la idea de que nuestro planeta no mueve, el texto de
Salmo 19:5-6, hablando del sol:
"Y éste, como esposo que
sale de su tálamo,
Se alegra cual gigante para
correr el camino.
De un extremo de los cielos es
su salida,
Y su curso hasta el término de
ellos;
Y nada hay que se esconda de
su calor".
Lo
que se expresa aquí es simplemente la apariencia, en la misma manera en que
cuatro siglos después de Copérnico y Galileo, solemos hablar del levantar y de
la puesta del sol.
Se
ha hecho alusión a Josué 10:12-13 (en el cual el sol se detiene "casi un día entero") para mostrar
que la Biblia presenta el sol como estando en movimiento alrededor de la
tierra. (No se puede detener lo que no está en movimiento). Una vez más sin
embargo, está describiendo el espectáculo desde el punto de vista humano. Hoy
en día tal cosa se describiría seguramente en la misma manera si volviera a
producirse. Por otro lado este mismo relato demuestra una comprensión
sorprendente de astronomía. Porque para que el sol se "detuviera",
en el sentido que el progreso del día se detuviera, también tendría que
hacerlo la luna - especialmente si la rotación de la tierra fuera interrumpida.
Además,
según Daniel Vernet, autor de La Bible et la Science, parece que en los
cálculos del tiempo hechos por los astrónomos, habría una falta de tiempo
solar, equivalente a un día. Esto se explicaría cuando se toma en cuenta el
relato de Josué 10. El "casi" de Josué 10:13 se explicaría si añadimos
el relato de 2 Reyes 20:10-11 y Isaías 38:7-8, cuando el día se alargó de 40
minutos, o 151 en el reloj solar como señal para el rey Ezequías, lo que completaría
el día. Esos cálculos astronómicos se habrían hecho en 1890 y en 1908, y
habrían sido confirmados por ordenadores en Green-Belt, Estados Unidos. ¿Cómo
se hizo? ¿Interrumpió Dios las leyes de la naturaleza? ¿o utilizó algún
fenómeno natural? Un astrónomo norteamericano escribió un libro expresando su
convicción de que dos de los planetas del sistema solar se formaron a partir
del sol desde los tiempos "históricos", y que el segundo de esos
planetas habría cruzado la órbita de la tierra en la misma época en que Josué y
los Israelitas invadieron Canaán. Según este escritor, que no escribió con el
propósito de defender la Biblia, el relato de Josué apoyaría su teoría, puesto
que un planeta que cruzara la órbita de la tierra habría causado un cambio en la
inclinación del eje de la tierra, y habría hecho detenerse la rotación de la
tierra por un rato. No sé si eso es físicamente posible dentro de las leyes de
la naturaleza: la mayoría de los astrónomos rehusan dar crédito a esa teoría -
pero ¿quién sabe? No sería la primera vez que la mayoría de los científicos se
equivocaran. De todos modos no es necesario que sea un acontecimiento
físicamente "posible", si Dios lo hizo. Lo que nos importa es que el
hecho concuerda con otros hechos históricos y científicos, aun si no sabemos
cómo se hizo. En otras palabras, no se trata de "explicar" los
milagros por medio de razones naturales. Si Dios el soberano creador existe, no
debería haber ninguna dificultad en creer en milagros. Nuestro interés es en demostrar que hechos científicos
conocidos no contradicen lo que dice la Biblia. Por ejemplo, si la
Biblia contradijera la ley de gravedad tendríamos un problema. Pero si la
Biblia dijera que en una ocasión Dios actuó en contra de la ley de gravedad
sería otra cosa, y no nos causaría dificultad en absoluto. Porque hasta el
hombre con todas sus limitaciones puede desafiar la ley de gravedad
temporalmente.
Durante
muchos siglos se consideró que la tierra era plana. La Biblia, sin embargo, no
apoyó esa creencia.
"Él está sentado sobre el círculo de la
tierra..." (Is. 40:22)
"Cuando formaba los cielos, allí estaba yo;
Cuando trazaba el círculo
sobre la faz del abismo" (Pr. 8:27).
Los antiguos
creyeron que la tierra era soportada sobre algo físico, y esa idea era concretizada
en la leyenda del gigante Atlas que la llevaba sobre sus hombros. La Biblia,
sin embargo, la describe en una manera distinta:
"Él extiende el norte sobre vacío,
Cuelga la tierra
sobre nada" (Job 26:7).
La
Biblia no habla en ninguna parte del movimiento de la tierra alrededor del sol,
pero menciona el movimiento de los astros conforme a ciertas leyes naturales.
"Alzad a lo alto los ojos y ved; ¿quién
ha hecho esto? El que hace salir por
orden al ejército celeste, y a cada estrella por su nombre llama"
(Isaías 40:26, Biblia de Jerusalén).
Además,
mientras consideramos cuestiones astronómicas, es interesante notar que las
constelaciones mencionadas en el libro de Job son precisamente aquellas que se
habrían podido observar durante la primavera y el otoño de 2130 a. C., es decir
180 años antes de Abraham (para esta información Daniel Vernet cita a André
Lamorte en su libro Problèmes du Livre de Job).
Hay
otras informaciones en Job que demuestran un conocimiento que no tuvimos en
nuestros tiempos modernos hasta estos tres o cuatro últimos siglos. Por
ejemplo, en Job 28:25 leemos "Al dar
peso al viento, y poner las aguas por medida". Siempre se creó, hasta
el tiempo de Galileo, que el aire carecía de peso. Hasta la descripción que la
Biblia da del interior de la tierra se armoniza con lo que la ciencia moderna
ha descubierto: "De la tierra nace
el pan, y debajo de ella está como
convertida en fuego" (Job 28:5).
El
estudio del suelo de la tierra también carece de contradicciones a la fe
cristiana. Es significativo que P. Termier, un destacado geólogo de nuestro
siglo, habló del "papel apologético de la geología". Dice Termier:
"La fe cristiana no tiene nada que temer de los progresos de la
geología... La historia de la tierra tiene un valor apologético especial. La
tierra cuenta la gloria de Dios con tanta elocuencia, con más elocuencia quizá,
que el firmamento del cielo... puede servir al cristiano, más que la mayoría de
las demás ciencias, para confirmar su propia fe y para preparar a los hombres de
buena voluntad que buscan a Dios con humildad, a creer".
La
Biblia presenta además medidas de higiene y de profilaxis que parecen muy
adelantadas por su época. Haberlas practicado habría impedido muchas de las
grandes pestes que tuvieron lugar durante la edad media, cuando el hombre
ignoraba las maneras en las cuales las enfermedades se extendían entre la
población.
"Tendrás un lugar fuera del campamento adonde
salgas; tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí
fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento". (Deuteronomio 23:12-13).
Nos
dicen que en la edad media una peste en Francia fue detenida por un médico que
convenció a las autoridades a que impusieran estas medidas. Recordemos que fue
sólo con Pasteur que la civilización europea llegó a creer en la existencia de
microbios.
Es
interesante también leer lo que por una parte eruditos creyentes han dicho
sobre la Biblia, y por otra parte, lo que han dicho eruditos ateos o
agnósticos.
Muy
a menudo los que son más duros en sus críticas al cristianismo por ser
anti-científicos son personas que no son necesariamente los más instruidos en
la ciencia ellos mismos. Por esta razón puede ser útil citar varias fuentes
científicas en cuanto a sus actitudes hacia la ciencia por un lado y la Biblia
por otro.
Científicos creyentes E INCRÉDULOS
Citaremos
primero algunos científicos creyentes. Luego examinaremos lo que dicen
científicos que eran ateos o agnósticos.
Louis
Leprince-Ringuet: "Una verdad científica es siempre parcial y
reajustable". (Des Atomes et des Hommes).
Pierre Lecomte
DuNoüy: "Los que sin ninguna prueba se han esforzado en una manera
sistemática a destruir la idea de Dios han hecho una obra vil y
anticientífica... Lejos de ser como otros hombres de ciencia a quienes tengo
envidia, ayudados por una firme creencia en Dios, empecé en la vida con el
escepticismo destructor que estaba de moda. Necesité treinta años de
laboratorio para llegar a la convicción de que aquellos que tenían el deber de
iluminarme, aun si hubiera sido sólo confesando su ignorancia, me habían
mentido deliberadamente. Mi convicción de hoy es racional. Llegué a ella por
los caminos de la biología y de la ciencia física, y estoy persuadido de que es
imposible para cualquier hombre de ciencia que reflexiona el no llegar allí, a
menos que sea por ceguera o por mala fe. Pero el camino que yo seguí era una
desviación, no el bueno. Y es para evitar para otros la tremenda pérdida de
tiempo y de esfuerzos que yo sufrí, que me levanto violentamente contra todo
espíritu maléfico de malos pastores" (L'Avenir de l'Esprit).
El
mismo dice: "Que nos dejen recordar que muchos de nuestros grandes
eruditos modernos son hombres de fe y... que las nociones adquiridas en estos
cuarenta últimos años, en vez de fortalecer el punto de vista materialista, lo
han hecho científicamente insostenible. Tanto el gran astrónomo y matemático
Eddington como muchos biólogos distinguidos de todo el mundo han hecho contribuciones
importantes a esta posición durante estos últimos veinte años...
"Todo
aquel que cree en Dios debe entender que ningún hecho científico, si es verdad,
puede contradecir a Dios..." (El Hombre Y Su Destino).
Daniel
Vernet nos proporciona unas estadísticas interesantes. A pesar del racionalismo
que se desarrolló en el último siglo y que sigue tan popular, las estadísticas
nos dan los números siguientes:
De
432 eruditos franceses del siglo XIX examinados en varias ramas de la ciencia,
hay:
34 cuya actitud
hacia la religión se ignora;
15 que son
indiferentes o agnósticos;
16 que son ateos;
367 que son
creyentes.
Entre
esos 432, hay 150 que destacan como eruditos de primer plano, iniciadores que
abrieron nuevas vías a la ciencia. De estos 150, hay:
13 cuyos
sentimientos religiosos no se conocen;
9 que son
indiferentes o agnósticos;
y de los 128 que
quedan, es decir que han tomado alguna posición en cuanto a la religión, se
dividen así:
5 ateos (Berthelot,
Suess, Strasburger, Magendie, y Charcot) (menos de 4%);
123 creyentes (más
de 96%).
Según
una encuesta parecida hecha por el Dr. Dennert entre eruditos que vivieron en
el siglo XV y XVI, los resultados han sido análogos: alrededor de 3 % eran
agnósticos o indiferentes; menos de 2% que rechazaban absolutamente la fe en
Dios y el cristianismo; y 95 % creyentes.
Vernet
comenta que si borráramos de la historia de la electricidad los nombres de los
creyentes, es decir Gauss, Volta, Oersted, Ampère, Faraday, Hertz, Becquerel,
Branly, y Galvani (este último en 1798), (estaríamos en una civilización
muy atrasada hoy!
Los
principales fundadores de la astronomía moderno también han sido creyentes:
Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Hershel, Laplace. Lo mismo puede decirse de
los pioneros de la ciencia natural moderno como Linné, Cuvier, Lamarck,
Agassiz, Jussieu, Candolle, y una multitud más.
El
fisiólogo materialista y ateo Bois-Reymond confesó: "La ciencia moderna
debe sus orígenes al cristianismo". La reforma además ha tenido un impacto
muy positivo en el desarrollo y el progreso de la ciencias.
Según
Vernet sería difícil llevar una encuesta parecida entre los eruditos del siglo
XX, por el gran número de investigadores que sigue creciendo diariamente, sin
hablar de la especialización en la erudición. Además, la investigación
científica hoy en día es una labor más colectiva que en siglos pasados. Además
las líneas entre ateos, agnósticos y creyentes hoy en día son cada vez menos
claras. En 1926, sin embargo, Robert de Flers, miembro de la Academia Francesa
hizo una encuesta entre sus colegas de la Academia sobre si la ciencia era
compatible o no con la fe. Según esa encuesta, no había ninguna duda, ningún
desacuerdo, entre la Ciencia y la Fe.
Sir
James Jeans, un astrónomo del siglo XX, dijo: "Hoy estamos generalmente en
acuerdo, y del lado físico de la ciencia este acuerdo es prácticamente unánime,
para pensar que la corriente del conocimiento se dirige hacia una realidad que
no es mecánica: el Universo empieza a parecerse más a un gran pensamiento que a
una gran máquina. La mente (o espíritu) no aparece como un intruso accidental
en el reino de la materia... Descubrimos que el Universo hace patente la
existencia de un poder que concibe y que controla..."
El
Dr. Hans Rohrbach, matemático y vice-rector de la Universidad de Mayence en
Alemania, se expresa en los términos siguientes: "Los conceptos actuales
de la Física se armonizan mucho más con la revelación bíblica que los conceptos
elaborados durante el siglo XIX..."
Vernet
nos da una lista de eruditos ateos de este siglo, y otra lista de eruditos
creyentes (por creyentes queremos decir que creen en Dios).
Ateos: el matemático Emile
Borel; los físicos Pierre y Marie Curie, Frédéric e Irène Joliot-Curie, Paul
Langevin, y Jean Perrin; los biólogos Ernst Haekel, Félix Le Dantec, Étienne
Rabaud, Marcel Prenant, Eugène Bataillon, y Jean Rostand.
Creyentes: los astrónomos Sir
James Jeans, y Arthur Eddingtron; el matemático y físico Albert Einstein; los
físicos Edouard Branly, Georges Claude, Louis de Broglie, y Alfred Kastler; los
geólogos Albert de Lapparent, Émile Haug, Louis de Launnay, Pierre Termier; los
biofísicos Henri Devaux, Pierre Lecomte Du Noüy; los fisiólogos Ivan Petrovitch
Pavlov, y Paul Chauchard; el entomólogo Jean-Henri Fabre; los
biólogos-anatomistas-zoólogos Armand Sabatier, Louis Vialleto, Henri Rouvière,
Lucien Cuénot, Émile Guyénot, Louis Bounoure; los médicos Émile Roux, Albert
Calmette, Alexis Carrel, Josef Grasset, Rémy Collin, Paul Tournier, Maurice
Vernet; los botanistas P.-A. Dangeard, Charles Flahault, Jules Pavillard, Louis
Emberger, Claude Favarger.
La
mayoría de éstos, siendo una lista hecha por un francés, son sus compatriotas.
Pero eso no es una desventaja. Al contrario, Francia como país no ha
destacado en los últimos siglos por la insistencia en la fe. Sin embargo,
aún en aquel país, conocido como siendo un país tan irreligioso, predominan
entre los eruditos los que creen en Dios, y que consideran que su
conocimiento científico fortalece su fe. Pero allí, como en otros países, los
irreligiosos a menudo no son los científicos, sino los ignorantes.
Es
interesante también ver lo que han dicho muchos eruditos que son ateos, o al
menos desinteresados en cualquier religión.
El
biólogo ateo Félix Le Dantec defendía el monismo de Haeckl, conocido por su
"furor antireligioso". Le Dantec llamaba esa doctrina "ateísmo
científico" y expone sus ideas en un libro titulado "El
Ateísmo". Por todo el libro se encuentran varias confesiones
sorprendentes. Por ejemplo, empieza su prefacio, dedicado al biólogo Girard,
con las palabras "Dieu merci..." ("Gracias a Dios"). Luego
declara: "Bien, lo confieso, es un comienzo extraño para un libro sobre el
ateísmo, pero hay que hablar en francés...". En su primer capítulo dice:
"Seguro que en la gran mayoría de los hombres está la idea de Dios; muchos
se dicen ateos sin haber pensado mucho en lo que quieren decir..." Más
adelante dice: "Soy ateo, como soy Bretón, como uno puede ser moreno o
rubio sin haberlo querido. Por tanto no tengo ninguna razón personal de afirmar
que el ateísmo vale más que otra cosa, puesto que nunca pude probar otra
cosa..."
Según
Le Dantec, el ateo al negar a priori la existencia de Dios es como un ciego de
nacimiento que nunca ha tenido la experiencia de la luz y de un mundo
iluminado por los rayos de sol. ¡Y Le Dantec era un ateo! Vernet lo compara a
una conversación que un miembro de la iglesia perseguida en el mundo comunista
tuvo con un ateo:
"Supón
que pudieras hablar con un embrión y que le dijeras que la vida embriónica es
breve y que será seguida por otra vida más real y larga. ¿Qué es lo que te
contestaría? Lo mismo que lo que vosotros, los ateos, contestáis cuando os
hablamos del cielo y del infierno. Nos diría que sólo hay una vida, y es
aquella que se lleva en el seno de la madre, y que todo el resto es mera
superstición. Pero si el embrión pudiera razonar, se diría a sí mismo: ¡Me están creciendo brazos! No los necesito
en absoluto. Ni siquiera los puedo extender. ¿Para qué vienen? Seguramente en
provisión de un futuro estado de mi existencia durante el cual los necesitaré.
Se me están creciendo piernas también, y tengo que mantenerlas dobladas contra
mi pecho. ¿Para qué esas piernas? Seguramente habré de vivir en otro mundo en
el cual tendré que andar. ¿Ojos también? ¿En esa oscuridad donde no me sirven
para nada? ¿Por qué? Seguramente porque pasaré a un universo de luz y de
colores. En breve, si el embrión pudiera reflexionar sobre su propio
desarrollo, entendería que existe una vida fuera de las entrañas maternas, una
vida que todavía no conoce...". Es fácil seguir el razonamiento de esa
parábola.
Le
Dantec afirma que un individuo que no tiene idea de Dios no puede adquirir tal
idea a menos que Dios se manifieste en él, y eso sólo podría ser por milagro.
Por otra parte, rechaza la posibilidad de milagros, diciendo que el que cree en
milagros ha de ser determinista: no puede haber infracciones de leyes naturales
si aquellas leyes no determinan de antemano todo lo que pasa; por tanto para el
que cree en milagros, todo lo que hay fuera del milagro es determinado de
antemano. Sin embargo Le Dantec se contradice luego, diciendo que el ateo no
cree en su personalidad o individualidad; se considera como una sucesión de
mecanismos reunidos por los vínculos de la heredad y subordinados a las condiciones
del ambiente.
Más
adelante Le Dantec dice: "Puedo afirmar con toda sinceridad que no puedo
ver ningún razonamiento capaz de impedir el ateo perfecto de suicidarse... El
ateo lógico no puede tomar ningún interés en la vida; ésta es la verdadera
sabiduría, aunque a mi parecer es demasiada sabiduría; es la indiferencia del
fakir... ".
Le
Dantec dice hacia el final de su libro: "En una sociedad en la cual todos
los miembros fueran puros ateos, yendo hasta el final de las conclusiones
lógicas de su ateísmo, la conciencia moral perdería todo valor como sentimiento
social... tal sociedad, formada exclusivamente de ateos, acabaría naturalmente
en una epidemia de suicidio anestésico...". (Eso de un
escritor ateo! No es sorprendente que este autor escribe al principio de su
libro: "Me parece pues que un libro como éste no podría modificar las
ideas ya sentadas de un hombre. Seguiré siendo ateo después de haberlo
terminado; y el lector, también, si lo era; si no, seguirá siendo creyente como
antes; lo más curioso sería que un ateo, habiéndolo leído, llegara a ser
creyente; pero aquello no es imposible, porque muchos ateos no han querido ver
todas las consecuencias del ateísmo...".
El
conocido biólogo Jean Rostand era un ateo convencido. Se preguntó: ")De dónde
viene el hombre?... Su formación fue rigurosamente fortuita. Accidente entre
accidentes, es el resultado de una sucesión de casualidades... El hombre,
lejos de ser obra de una voluntad lúcida, ni siquiera es el resultado de un
esfuerzo sordo y confuso. Los procesos ciegos y desordenados que lo concibieron
no buscaban nada, no aspiraban a nada, no se dirigían hacia nada, ni siquiera
en la manera más vaga del mundo. Nació sin razón y sin propósito, como nacieron
todos los seres, como sea, cuando sea..." También había dicho: "Al
matar la casualidad, no se resucita a Dios.."
A
la luz de esa creencia en nada, es interesante ver su comentario en otro
escrito: "No soy tan insensato como
para sentirme completamente seguro de mis certidumbres. Nada, es demasiado
poco; Dios es demasiado..." En otro momento escribe: "El hombre se
ahoga en el hombre. Yo habría necesitado otro universo".
Uno
se sorprende al leer estas palabras de Rostand: "Aquellos que creen en
Dios, )piensen en él tanto como nosotros, los incrédulos, pensamos en su
ausencia?" Rostand confiesa que podría contestar a la pregunta de si
creyera en Dios: "Depende de lo que queréis decir por Dios. Pero no sería honrado llamar a Dios cualquier cosa. La única
propiedad específica de Dios es el hecho de poder orar a él". La frase más
sorprendente de parte de un ateo convencido: "Menos creemos en Dios, más entendemos
cómo otros creen en él".
El
biólogo De Bataillon se burló de la creencia en Dios, pero habló mucho de la
sabiduría de la naturaleza, diciendo que todo lo que el hombre hace es sólo una
pobre copia de ella. A menos que había adoptado una filosofía animista, al
fondo creía en un Dios sabio, inteligente, y poderoso que había creado todo. En
realidad aquellos científicos que eran ateos, al escribir sobre su filosofía,
se encontraban continuamente en contradicciones. Eran buenos científicos,
pero pobres filósofos.
Los
que consideran que la Biblia no tiene ninguna contribución científica deberían
aprender una lección de la compañía Standard Oil. Un director de aquella
corporación importante leyó Éxodo 2:3 “...tomó
una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea...”. Reconoció la
importancia de aquel índice. Consideró que eso significaba seguramente que
había un campo productivo de aceite por debajo. La compañía envió un geólogo
experto para investigar y los resultados fueron positivos. En 1970 había más de
veintinueve pozos en la región, produciendo un promedio de 139.500 barriles de
petróleo crudo por día.
Además,
desde descripciones bíblicas de varios sitios, se han encontrado varias
antiguas minas de oro y de cobre. Parece que los investigadores del mundo
tienen más confianza en la Biblia que muchos teólogos.
El
cristiano no tiene por qué sonrojarse ante la ciencia moderna. Su fe es
perfectamente compatible no sólo con la razón, sino con aquellos
descubrimientos científicos que son seguros, y pocos científicos lo negarían.
Lectura: Lee en MANUAL DE EVIDENCIAS CRISTIANAS,
de E. Y. Mullins, las páginas 37-51 (capítulo 3) sobre el Materialismo.
Ejercicio:
1. ¿Se puede tratar de defender la fe o atacar
la fe en base de la ciencia? Explica tu respuesta.
2. ¿Por qué algunos
creyentes a veces tienen la tendencia a temer la ciencia natural?
3. ¿Es cierto que los eruditos, en base a
sus descubrimientos y sus razonamientos científicos, suelen rechazar la fe?
Explica tu respuesta.
LECCIÓN
9: CREACIÓN O EVOLUCIÓN - I
¿NO HA DEMOSTRADO LA CIENCIA QUE LA VERSIÓN BÍBLICA DE LA
CREACIÓN ES FALSA?
La
Confesión de Fe que se llama la Confesión de Westminster dice: "En el principio plugo a Dios Padre, Hijo, y
Espíritu Santo, para la manifestación de la gloria de Su poder, sabiduría, y bondad,
crear o hacer el mundo y todas las cosas que en él hay, sean visibles o
invisibles, en el espacio de seis días y todo muy bueno." Esto es lo
que la cristiandad ha creído en una manera bastante uniforme hasta el siglo
diecinueve.
Cuando
Darwin propuso la teoría de la Evolución en el siglo pasado esto fue visto como
una contradicción de la postura cristiana y levantó un debate caluroso que
siguió aun entrado el siglo actual - y sigue todavía.
Antes
de empezar a examinar esa cuestión, es importante que nos demos cuenta que es
imposible demostrar en una manera científica, el valor de cualquier
concepto de orígenes. El Dr. Henry Morris nos presenta unas razones por eso:
No se puede demostrar la
creación. La creación no se está haciendo ahora, al menos en una manera en
que pueda observarse. Por tanto, si se hizo, fue en el pasado, y así es
inaccesible al método científico. Es
imposible proyectar una experiencia científica que describa el proceso de
creación, o para ver si tal proceso puede siquiera ocurrir. El Creador no crea
según el antojo del científico.
No se puede demostrar la
evolución. Si la evolución está
ocurriendo hoy en día, opera con demasiada lentitud para ser mensurable, y, por
tanto, está fuera del dominio de la ciencia empírica. Para trasmutar una clase
de organismo a otra clase más alta de organismo tomaría (según los evolucionistas)
millones de años, y no hay ningún equipo de observadores científicos
disponibles para tomar mensuraciones en tal experiencia. Las pequeñas variaciones en organismos que se
observan como ocurriendo hoy son fuera de propósito, puesto que no existe
ninguna manera de demostrar que estos cambios dentro de especies actuales
cambiarán a lo largo en otros especies distintos y más altos. Puesto que
pequeñas variaciones (incluso mutaciones) se han de esperar tanto en el modelo
de la creación como en el modelo de la evolución, carecen de valor en cuanto a
discriminar entre los dos modelos. Aun
si científicos modernos lograran algún día la creación artificial de la vida a
partir de algo sin vida, o la producción artificial de especies más alto desde
especies más bajos, en el laboratorio, eso no demostraría en absoluto
que tales cambios hubieran (o aun pudieran) ocurrir mediante procesos naturales
casuales.[14]
Según
Don Miguel Herbaje en su curso de Teología Sistemática (Escuela evangélica de
Teología), la dificultad original en este debate era que los científicos
escribían con más o menos ignorancia de la teología, y los teólogos con más o
menos ignorancia de la ciencia. Aparecían centenares de libros apologéticos
del lado de la religión que eran muy pobres en sus conocimientos científicos y
en su mayoría no escritos por expertos en la materia. Por ser tan pobre débil,
y poco convincente el contraataque religioso para cualquiera que tenía una
base científica, el evolucionismo ganaba cada vez más terreno. Desde el campo
de la biología extendió su influencia a todas las ramas del saber humano y
llegó a dominar todo. Toda ciencia, todo campo de investigación erudita tenía
que tener su armazón evolucionista. Varias generaciones fueron escolarizadas
en colegios e institutos donde el evolucionismo fue enseñado como si fuera un
hecho demostrado. Tan poderosa y dominante fue la influencia de la filosofía
evolucionista que muchos y tal vez la mayoría de creyentes cristianos con una
formación normal se veían obligados de hacer las paces con ella y elaborar una
u otra integración entre ella y su fe.
Llegado
a los años '60, varios escritores como por ejemplo Coulson, Roman, y Clark habían
elaborado una integración que satisfacía un gran sector del pueblo evangélico,
y como resultado estos aceptaban tranquilamente las enseñanzas de la ciencia
evolucionista, sin darse cuenta del impacto teológico que eso podía tener. Pero
había un sector que nunca quedó satisfecho y a principios de los años '60
empezaron a articular sus protestas en los escritos de hombres como Whitcombe
y Morris.
Herbaje
nos proporciona un resumen de los puntos principales de esta escuela de
pensamiento:
1.
Ponen en tela de juicio el principio
uniformista de las ciencias actuales, es decir, la suposición de que todas las cosas en el mundo físico siempre
han funcionado tal y como las vemos funcionar hoy. Ya que es sobre la base de
esta suposición que los científicos hacen sus cálculos de la edad de la
tierra, de las rocas, de los fósiles y del universo en general, el rechazo del
principio de uniformidad supone poner en tela de juicio todos estos cálculos:
el mundo y el universo no tienen que tener necesariamente la edad que los
científicos actualmente los atribuyen.
2.
La creación fue repentina y no gradual. Esto es lo que Génesis 1 nos da a
entender. Esta escuela por lo tanto rechaza de buenas a primeras toda teoría
evolucionista sobre el origen del mundo demostrando su insuficiencia sobre
bases científicos. Es verdad que hoy, tanto en el campo de la biología como en
el de la astrofísica, las teorías evolucionistas sobre los orígenes se están
mostrando cada vez más inadecuadas. Hasta el concepto común del origen del
sistema solar, que aun se enseña en los colegios, se está poniendo cada vez más
en tela de juicio. La misma ciencia está viendo que es imposible que los
planetas se derivasen del sol, o que se condensasen de una nébula de gases
estelares. Por lo tanto mientras la nueva escuela creacionista demuestra la
insuficiencia de toda teoría que implica un origen de las cosas por desarrollo
gradual, subrayan la importancia de los milagros de Jesús, especialmente los
que implican cambios físicos repentinos (el agua hecha vino, la multiplicación
de los panes y los peces, la resurrección de Lázaro cuando "hedía
ya)" como ejemplos de la acción creadora repentina de Dios.
3.
Creación con apariencia de edad. Si Dios creó repentinamente, si llamó
las cosas y allí estaban, entonces las creó con apariencia de edad. No creó
semillas que luego crecieron para llegar a ser árboles sino que creó árboles
adultos ya llevando sus semillas y sus medios de reproducción. Si rechazamos la
teoría evolucionista de que el hombre descendió del mono, o el evolucionismo
teísta que mantiene que Dios tomó un simio antropoide e infundiéndole un
espíritu especial creó el hombre, entonces sigue lógicamente que Dios creó el
hombre, como había creado las plantas, ya perfectamente formado y con
capacidades para reproducirse. Además, mantienen que los árboles no habrían
tenido anillos de crecimiento en la madera porque éstos sólo son producidos por
el crecimiento del árbol año tras año. El primer hombre y mujer tampoco habrían
tenido ombligos, ya que esto es sólo una consecuencia de la dependencia de la
madre durante la gestación, que ellos no experimentaron.
4.
La importancia de los inmensos cambios
producidos por el diluvio. A estos cambios, mantiene esta escuela, se deben la mayoría de los rasgos
de la superficie de la tierra, las sierras montañosas, las capas rocosas, los
fósiles, la situación de los mares y océanos, etc. La idea no es nueva ya que
en el siglo pasado el geólogo Sir Henry Howorth, que no era creyente, en su
libro "The Glacial Nightmare and the Flood" (La Pesadilla Glacial y
el Diluvio) recogió mucha evidencia para demostrar que la superficie de muchas
partes de la tierra demuestra rasgos que solamente pueden explicarse suponiendo
una inundación de proporciones que él consideraba ser casi universales. En su
opinión esto explica la gran laguna existente entre la paleolítica y la
neolítica y que resultó en la extinción de los monstruos antediluvianos y de muchas
otras especies.
Todavía
hay pocos libros en castellano que reflejan estos ideas, aun que empiezan a
escribirse. Uno es el de Janse: "La Tiranía del Evolucionismo".
En
la revista de SEDIN[15]
"Línea Sobre Línea" de septiembre, 1994, hay un artículo interesante
sobre "Biólogos Ante el Evolucionismo". En el artículo el Dr. Russell
C. Artist escribe: "Muchos (biólogos modernos) han llegado a insistir en
que la evolución misma es un hecho de la ciencia. Pero esta afirmación no ha
sido nunca demostrada y, de hecho, por la misma naturaleza de las cosas, no
puede ser sometida a prueba. Deberíamos también reconocer que en la actualidad
existe un número significativo de biólogos y de otros científicos que están
convencidos de que la creación específica ofrece una filosofía de orígenes más
razonable y satisfactoria que el evolucionismo. Sin embargo, casi siempre es
necesario, antes de que se acepte oír el alegato en favor de la creación
específica, señalar las falsas pretensiones que los evolucionistas utilizan
para apoyar su creencia".
La
cuestión, para el creyente, depende en gran parte de la manera en que tratamos
los primeros capítulos de Génesis. En primer lugar, ¿a qué género literario
pertenecen? Algunos han querido verlos como pura poesía, con ninguna conexión
con la historia real de nuestro planeta. Hay unos argumentos poderosos en
contra de esa idea:
Otros
los clasifican como mito. Esto sólo vale si consideramos que el mito siempre
está ligado con la historia. El contenido de los primeros once capítulos de
Génesis están reflejados en la mitología de todos los pueblos. Sin embargo, en
consecuencia de lo que la Biblia nos enseña acerca de su propia inspiración
divina, no podemos ver el relato del Génesis meramente como la versión hebrea
del mito universal sobre los orígenes. Es mucho más antiguo que la existencia
de Israel como nación y de los hebreos como pueblo. Es el mito original del
cual todos los demás derivan y del cual son versiones más o menos corruptas.
Mejor dicho, es la historia original, o el relato original, del
cual todos los mitos derivan y del cual son versiones más o menos corruptas. Un
estudio del lenguaje del relato de Génesis y de los mitos que hay en el mundo confirma
esto. El relato de Génesis para nosotros es, pues, la versión divinamente
inspirada de aquel recuerdo sobre los orígenes que tantos pueblos conservan todavía
en forma corrompida en su mitología.
Según
Herbaje,
“Es
imposible clasificar el relato del libro de Génesis como historiografía en el sentido
moderno de la palabra porque tal género no fue conocido cuando fue escrito.
Faltaba también la documentación necesaria y los procedimientos modernos de la
investigación. Además, la temática tratada no se prestaba a la documentación
por testigos presenciales - imprescindibles en cualquier investigación
histórica actual. ‘¿Dónde estabas tú cuando
yo fundaba la tierra?’, preguntó Dios a Job. No estaba nadie allí para ser
testigo de estos hechos. Creo que uno de los errores en que nuestros hermanos creacionistas
caen es tratar el relato del Génesis como si fuera historiografía moderna -
como si fuera una simple crónica de los hechos y nada más. No estoy negando los
hechos del relato de Génesis. Pero estoy diciendo que son más de una simple
crónica. La mitología se propone explicar la verdad filosófica, el significado
último del hombre, de la existencia del universo, en términos de la historia.
Por eso no es desvinculada de la realidad histórica, pero es más que historia,
y eso no lo hemos de olvidar a la hora de interpretarlo.
“Una
de las consecuencias de esto es el elemento milagroso que es característico del
mito. La mentalidad mítica no separa lo visible, concreto, y presente, de lo
transcendental y pasa por alto las causas secundarias. Los fenómenos de la
naturaleza, por ejemplo, son productos directos de la actividad divina. Esa no
es una mentalidad primitiva ni infantil, sino profundamente religiosa, que ve
lo transcendente en lo común, que no separa a Dios de ninguna de sus obras. En
este sentido limitado, y no en el sentido de ser invención de la sociedad, se
puede aceptar el término ‘mito’. (Nota de
JEF: Pero es preferible no utilizar el término en este sentido, puesto que el
lenguaje es para comunicación, y generalmente comunicará que no creemos en el
contenido). Esta característica del género mítico hace posible el admitir
que Dios pudiera haber empleado causas segundas en crear que el relato de
Génesis omite mencionar. Habla de creación como acción directa de Dios pero
este modo de hablar encuadra perfectamente dentro de las características del
género ‘mítico’ y por lo tanto no excluye la posibilidad del empleo de ciertos
procesos graduales al crear.
“Otro extremo que debemos considerar
al interpretar el relato de la creación en Génesis es su lenguaje.
Evidentemente no es lenguaje científico sino lenguaje popular y visual. La
palabra hebrea para ‘expansión’ o ‘firmamento’ que separa las aguas en
superiores e inferiores en Génesis 1:6 y 7 significa algo sólido; viene de una
raíz que significa pisar o martillar. La expansión se representa, por lo tanto,
como una inmensa bóveda o cúpula extendida sobre la superficie de las aguas
inferiores, separándolas de las superiores. Ahora bien, sabemos que tal bóveda
no existe sino, en nuestro lenguaje ‘científico’ de hoy, decimos que el
atmósfera es una capa de gases que rodea la superficie de nuestro planeta
mantenida allí por la fuerza de la gravitación. ‘Firmamento' es lenguaje
visual; al hombre normal el cielo parece una inmensa ‘bóveda’ o media esfera
elevado por encima de su cabeza. En consecuencia de esto podemos comprender
que la Biblia no nos da ningún dato específico acerca de la estructura del
mundo, sino sólo lo describe en términos visuales y comunes. Si lo hubiese
descrito en los términos de la ciencia del siglo XX, la mayoría de los hombres
no lo habrían entendido. Por otro lado, como en el caso del sol que se levanta
y se pone, un científico puede hablar en los mismos términos hoy sin que nadie
le reproche. Por lo tanto, en discusiones entre científicos y teólogos, hemos
de vigilar que las objeciones que levantan los científicos al relato de Génesis
no sean sólo objeciones al lenguaje y no a los datos.
“Es
perfectamente posible hacer uso de distintas formas de lenguaje en cuanto a la
descripción del cosmos, cada forma siendo valedera en su contexto cultural. El
mismo astrónomo cuando dice que el sol se pone o se levanta tiene que ver con
un estilo de lenguaje distinto del que acepta como científico. Lo que nos
interesa es el origen de las cosas, y sobre todo, la manera en que llegaron a
la existencia. Ahora bien, es precisamente sobre este punto que el relato de
Génesis no nos da detalles. Lo único que nos dice es, ‘En el principio, Dios creó los cielos y la tierra... y dijo Dios... y
fue’. Alternativamente dice luego Dios, ‘Haya’ esto u otro... ‘e hizo
Dios’ esto o lo otro. Nos dice que Dios hizo las cosas pero en ningún caso
nos dice cómo lo hizo; sólo dice ‘Y
fue así’ o simplemente hace eco de la frase usada por Dios mismo: ‘Produzca la tierra hierba, etc. ... y produjo la tierra hierba, etc.’ Aun en
el relato de la creación del hombre en Génesis 2, encontramos el mismo fenómeno.
En el versículo 7 leemos: ‘Entonces formó
Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida y
fue el hombre un ser viviente’. Muchos, al leer este versículo, imaginan a
Dios modelando un muñequito de barro en cuyas narices sopla el aliento. Este
soplo de vida convierte el barro en carne, huesos, entrañas, cerebro, etc. El
hombre se levanta, y está sobre sus pies con su propia vida. Pero en realidad,
según Herbaje, el hebreo original no dice nada de eso. Desgraciadamente
nuestros traductores han añadido una pequeña palabra que no está en el
original. Es la palabra ‘del’ antes
de ‘polvo’; en hebreo el texto es ‘Formó Dios el hombre, polvo de la tierra
etc.’ Esto pone el énfasis en la naturaleza del hombre, más que en la manera
en que fue formado; el hombre es polvo, como dice en 3:19, "Polvo
eres y al polvo volverás". Otra vez, la Escritura no pretende
describirnos cómo Dios formó al hombre, como tampoco nos describe
detalladamente cómo formó el resto de la creación.
“Desde
luego, esto no es el propósito de la Biblia. Según 2 Ti. 3:15 y 17 su propósito
es ‘hacernos sabios para la salvación'
y conseguir que ‘el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra’. Por lo tanto el
relato de la creación no tiene el propósito de instruirnos en la manera en que
Dios creó las cosas. Su propósito es comunicarnos el mensaje salvífico de que
Dios, de las tinieblas, el caos, y la muerte, crea luz, orden, y vida. El
relato de la creación del hombre en Génesis 2 tiene el objetivo de recordar al
hombre en su orgullo y en su deseo de hacerse Dios, que sólo es una criatura frágil,
nada más que polvo. Subraya la locura y la impropiedad de la empresa que luego
se propone (o acepta la sugerencia de Satanás) de aspirar a ‘ser como Dios’.”
Éste
es el aspecto filosófico, o más bien teológico, del relato, o "mito"
como dice Herbaje. Pero no hemos de olvidar que en el género mítico la verdad
transcendental se expresa en términos de la historia. La percepción y
aceptación de la enseñanza teológica de Génesis 1 y 2 no nos obliga a considerar
el relato como no histórico. Es un relato histórico expresado en lenguaje y
conceptos sencillos, comunes y conformes a la visión normal humana. Además, se
contenta con afirmar solamente que Dios hizo esto y aquello y lo más allá sin
dar más detalles sobre el modo de crearlo. Es en esto que me permito estar en desacuerdo
con la manera en que el hermano Herbaje ve el primer capítulo de Génesis.
Herbaje
sigue:
“Conforme
con el género mítico, habla de Dios como obrando directamente sin emplear
causas segundas o medios.
“Ahora
bien, si entendemos esto, podemos dejar el campo abierto para los
científicos, dejándoles formular las teorías que crean más verosímiles sobre la
manera en que Dios formó el mundo y el hombre, sobre la base de los datos a su
alcance. Las distintas teorías luego pueden ser evaluadas sobre la base de la
ciencia misma. Sólo estamos obligados a creer y mantener lo que la Biblia dice,
y no lo que pensamos que dice.[16]
“Sin
embargo, debemos tener cuidado cuando decimos esto. A veces ese lenguaje cubre
un intento de descartar lo que la Biblia dice, como si tuviéramos vergüenza de
ello. No tenemos por qué tener vergüenza del relato bíblico de la creación, sin
embargo. Si no nos dice todo, lo que nos dice es verdad.
“Sin
embargo, para finalizar sobre este tema, caben unas observaciones sobre el
evolucionismo y la ‘nueva’[17]
escuela creacionista. A la teoría evolucionista, aun en el campo biológico
donde tuvo su origen, no le ha faltado sus críticos. Hombres eruditos de mucho
prestigio en ese mismo campo de ciencia la han criticado duramente. Además en
el campo de la astrofísica las teorías evolucionistas sobre los orígenes de
nuestro sistema solar están en dificultades muy serias. Es aquí donde la nueva
escuela creacionista encuentra su fuerza poniendo al conocimiento del público cristiano
las fisuras que se están abriendo cada vez más en el edificio evolucionista. Y
eso además del hecho que es muy poco científico que una teoría se imponga de
tal forma sobre las mentes de los hombres como lo ha hecho el evolucionismo,
convirtiéndose casi en dogma religioso. Es muy poco pedagógico que esta teoría
se enseñe en todos los colegios, institutos, y demás instalaciones educativas
como si fuera una verdad fundamental y axiomática. Tenemos la obligación de
protestar contra esta ‘Tiranía del Evolucionismo’ como Janse lo llama.
“Hay
además un punto en que el evolucionismo y el relato del Génesis posiblemente
vienen realmente en conflicto. Es difícil evitar la impresión que el relato de
Génesis presenta la creación como repentina. Hoy se suele reír a la idea de
creación en siete días, como si fuera infantil tal creencia. Sin embargo el
lenguaje de Génesis 1 es muy preciso sobre el punto: ‘Y fue la tarde y la mañana, un día’. Aun admitiendo el género
mítico de Génesis y aun admitiendo que no es historiografía en el sentido
moderno de la palabra, es difícil, para mí, por lo menos, evitar cierto
sentimiento de intranquilidad, si intentamos dar a estas palabras una
interpretación que evade su sentido natural. En fin, ¿por qué hemos rechazado
la idea de la creación en siete días? ¿No es a causa de la tiranía de aquel
evolucionismo en el cual fuimos indoctrinados en nuestra juventud y que los
expertos ahora están encontrando cada vez más inadecuado como armazón para los
hechos que están descubriendo? La nueva escuela creacionista es flaca en el
aspecto exegético y filológico, pero está demostrando sobre la base de la
ciencia misma que la teoría que por tanto tiempo ha influenciado la
interpretación del relato de Génesis 1 y 2, se muestra cada vez más inadecuado
científicamente y que una creencia en la creación repentina no es
necesariamente anticientífica. Tal vez al final nos obligarán a revisar nuestra
opinión.”[18]
Si
al hermano Herbaje le parece que podría tener que "revisar su
opinión", en mi caso no sería un cambio, puesto que ya estoy convencido de
que los de la escuela "creacionista" tienen razón.
Ejercicio: Describe en tus propias
palabras cuál es el problema principal en la discusión entre creación y
evolución. ¿Puede afectar el asunto de la salvación? ¿En qué manera?
Libros Recomendados:
LOS HOMBRES-SIMIOS, ¿REALIDAD O
FICCIÓN? por Malcolm Bowden Ed. CLIE, TERRASSA,
EL DILUVIO DE GÉNESIS por J C. Whitcomb y H M.
Morris Ed. CLIE, TERRASSA, España
LECCIÓN
10: CREACIÓN O EVOLUCIÓN - II
LA
EVOLUCIÓN NO ESTÁ DEMOSTRADA
Se
nos ha acusado de tener una interpretación sentimental de los hechos
científicos; que creemos según nuestra voluntad y no según los datos que
tenemos. En este contexto, quisiera relatar una experiencia que tuve en el
Canadá en 1991. Se había anunciado un debate en la Universidad McGill (una de
las universidades más prestigiosas del Canadá y Estados Unidos) en Montreal.
Los participantes serían el Dr. Duane Gish, representando la escuela
creacionista, y un profesor de biología de la Universidad McGill. Este último
iba a defender la postura evolucionista que se enseña en las escuelas y en las
universidades como si fuera algo claramente demostrado.
En
sus comentarios introductorios, el profesor de Biología habló en una manera
condescendiente de los proponentes de la posición creacionista. Comparó las dos
posiciones como siendo una científica, razonada, etc., y la otra como siendo
sentimental y religiosa. El Dr. Gish en su réplica dijo que no hablaba de
religión: que el único que había hablado de religión era el profesor
evolucionista. Luego, cada uno empezó a presentar sus argumentos. Lo extraño
era que el evolucionista se refirió a menudo a la filosofía y a la religión; el
creacionista nunca. Los argumentos científicos del creacionista eran poderosos,
y los oyentes (la mayoría eran estudiantes de ciencias naturales en la
universidad, y no tenían una posición cristiana) aplaudieron varias veces. En
la conclusión del largo debate, el creacionista resumió sus argumentos. El
evolucionista, en su conclusión, empezó con un tono razonable, pero pronto se
puso casi histérico, y acabó chillando algo como: "(no quisiera
que ningún hijo mío sea expuesto a esa clase de basura!" No podemos juzgar
el evolucionismo sobre la ejecución de un profesor en un debate. Pero imagino
cuál sería la reacción si un proponente de la creación actuara así. Hay que
notar también que aquel profesor había sido escogido por los demás profesores
de ciencias naturales de la universidad. El creyente bíblico no tiene que
sonrojarse ante los científicos evolucionistas. Hay una lista importante de
científicos importantes que niegan la posibilidad de evolución.
En
esta lección no entraremos en los complicados argumentos científicos sobre la
evolución. Nuestro propósito es simplemente demostrar que la evolución no está
demostrado científicamente; que la posición basada en la fe en la Biblia no
contradice los hechos científicamente establecidos.
Miremos
por ejemplo el primer principio fundamental de la termodinámica, sobre la
conservación de masa y de energía. Este principio dice que la masa es
indestructible. El peso de materia que entra en cualquier reacción tiene que
ser exactamente igual al peso de materia que hay cuando la reacción haya
acabado. En la misma manera, según la ley de conservación de energía, la
energía es indestructible: la cantidad de energía que entra en cualquier
reacción ha de ser igual a la cantidad de energía que hay cuando la reacción
haya terminado. Este principio, universalmente reconocido, se ignora
completamente cuando se considera el origen del universo en términos de
evolución. Porque no se explique cómo el universo vino de la nada. Tampoco se
explica cómo el universo creció para llegar a ser lo que es hoy. Los mismos
principios científicos que son universalmente aceptados admiten que esto es
imposible sin un acto creador. La importancia de este principio es que sirve
como la base para establecer toda ecuación sobre la energía. Es la base de la ciencia
de la termodinámica.
Aún
en áreas de antropología, los proponentes de la teoría de evolución han hecho
afirmaciones muy dogmáticas que se contradicen mutuamente. ¿Cuáles de estas
afirmaciones hay que creer, si cada una ha sido "indudablemente demostrada",
pero se contradicen? Por ejemplo, se habló del Hombre Neandertal. Primero, era
un "Homo Sapiens" (ese hombre tan sabio que piensa que ha evolucionado
de otros especies) afligido de alguna enfermedad, lo que explicaba la forma de
su cabeza. Luego, era otra especie, el famoso vínculo que faltaba entre el mono
y el hombre. Después, fue una raza aparte, que no produjo al "homo
sapiens", pero que se extinguió en Europa con la llegada del "homo sapiens".
Últimamente, sin embargo, en las páginas del País, se ha anunciado el
descubrimiento de que el Hombre Neandertal comerció con el hombre moderno, ¡aun
que no cohabitó con él! Supongo que la misma clase de pruebas y la misma
certeza se puede atribuir a este último "descubrimiento" como a los
primeros. Suena mucho como los brujos de antaño que utilizaban muchos símbolos
y lenguaje incomprensible para demostrar su gran conocimiento de ... ¡nada! Al
lector “indocto”, en otras palabras, muchos de estos descubrimientos
científicos parecen ser una estafa.
¿CHAPUZAS DE LA
CREACIÓN?
Un
alumno de esta asignatura en Zaragoza tuvo la amabilidad de enviarme una
fotocopia de un artículo de El País publicado el 15 de mayo '96. El artículo se
llama Chapuzas de la Evolución. El escritor del artículo, Jesús Mosterín,
es catedrático de Filosofía, Ciencia y Sociedad, Y miembro del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas. El artículo presenta varios ejemplos
de que el diseño del hombre tal como está ahora es una chapuza, y por tanto no
puede ser el producto de la creación por un Dios perfecto, sino de la
evolución. El lenguaje del artículo es típico de la manera que hablan muchos
profesores de ciencias hoy en día. Hablan en una manera muy segura de
cuestiones sobre las cuales tienen muy poca seguridad. Por otro lado, si el
creyente en un Dios creador habla con tanta seguridad, es un intolerante que se
niega a mirar al otro lado de la cuestión. No pretendo discutir las
afirmaciones del profesor en cuanto a la manera que el cuerpo está hecho: no
tengo suficiente conocimiento de la anatomía, y sólo haría el ridículo.
Quisiera, sin embargo, examinar las conclusiones implicadas en el artículo: que
la evolución ha hecho una chapuza al "diseñar" al ser humano, y por
tanto fue la evolución impersonal con una serie de casualidades y la suerte del
más adaptado de sobrevivir. Mientras examinamos estas afirmaciones, os reto,
como alumnos, a pensar en alguna respuesta cristiana razonable, desde el punto
de vista creacionista. No vale contradecir las afirmaciones anatómicas, al
menos que tengáis la autoridad de conocimiento sobre el tema. Sólo trataremos
las implicaciones. Así que he aquí unos ejemplos de "chapuzas":
1. "Como
ha subrayado George Williams, la organización anatómica de nuestro ojo es el
resultado chapucero de una serie complicada de avatares evolutivos, algunos
claramente desafortunados desde un punto de vista ingenieril." El
catedrático sigue explicando el diseño del ojo, con sus dos fotorreceptores
(bastones y conos) que reciben y transforman la energía de los fotones... y
luego describe cómo los impulsos nerviosos causados acaban en transmisiones al
cerebro de la información recibida en la retina. Ahora bien, estos fotorreceptores
son alimentados por medio de una red de capilares sanguíneos. Según el señor Mosterín,
un diseño razonable del ojo exigiría que el estrato de conos y bastones
estuviese en la parte alta de la retina, adyacente al cuerpo vítreo
transparente y por encima de los vasos sanguíneos que lo alimentan, como ocurre
en los ojos de los calamares. Pero en los vertebrados, "la retina está
colocado al revés, debajo de las fibras nerviosas y los capilares, que han de
ser inútilmente atravesados por la luz antes de impactar en los fotorreceptores".
Además se queja de que el nervio óptico no se forma detrás de la retina, de
donde podría ir directamente al cerebro, sino delante, por lo que ha de abrirse
paso a través de la retina por un agujero para pasar al otro lado. Parece ser
que el ojo sólo funciona porque todos estos defectos se neutralizan, "pero
no es precisamente un paradigma de buen diseño."
Reconociendo
nuestra ignorancia, admitamos que esto es cierto, conforme a los conocimientos
actuales. El catedrático no hablaría así, en cuanto a los hechos anatómicos, si
no fuera cierto. En tal caso, ¿cómo podemos defender la posición
"creacionista" frente a esto?
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2. "El
conducto que lleva el aire a los pulmones se cruza absurdamente en la garganta
con el que lleva la comida al estómago, poniendo a los vertebrados en peligro
de ahogarse". (¡La mayoría de nosotros sabemos esto por experiencia! Por
tanto no contradecimos al catedrático).
¿Cómo
defenderíamos la posición creacionista?
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3. "Los
mamíferos machos tienen una temperatura interna demasiado elevada par la normal
producción de espermatozoides, por lo que sus gónadas han descendido ... desde su ancestral posición interna hasta la
posición externa del escroto. Lo curioso del caso es que al descender se han
equivocado de camino, por lo que sus conductos deferentes se han quedado
colgados de los uréteres. Aunque los testículos están muy cerca de la uretra,
en la que vierten el semen, éste se ve obligado a realizar una larga expedición
por un conducto innecesariamente largo (medio metro) y tortuoso." (Lo
único que me atrevería a contradecir son las palabras "descendido... desde
su ancestral posición" y todo lo que depende de ellas. Porque es una
suposición evolucionista).
¿Cómo
defenderíamos la posición creacionista?
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4. "Las
hembras humanas tienen dificultad para parir"
¿Cómo
defenderíamos la posición creacionista?
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5. "Muchos
seres humanos tienen dolores de la columna porque su esqueleto está más
adaptado a la posición cuadrúpeda anterior que el bipedalismo erecto que
adoptaron nuestros antepasados hace cuatro millones de años".
¿Cómo
defenderíamos la posición creacionista?
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6. "Nuestro
propio cerebro es el resultado de la reutilización para otras funciones de
estructuras de orígenes muy distintos chapucereamente yuxtapuestas".
¿Cómo
defenderíamos la posición creacionista?
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Ahora sugiero unas
respuestas parciales. Como el catedrático parece empezar con la presuposición
de la evolución, yo reclamo el mismo derecho, empezando con la presuposición de
la creación.
1. Según
el escritor del artículo, un diseño razonable del ojo exigiría que el estrato
de conos y bastones estuviese en la parte alta de la retina, adyacente al
cuerpo vítreo transparente y por encima de los vasos sanguíneos que lo
alimentan, como ocurre en los ojos de los calamares. Además, hay el problema de
la posición del nervio óptico que está por delante en vez de por detrás de la
retina.
Como
respuesta, habría que recordar el lenguaje que los periódicos suelen utilizar
cuando se trata de una captura por la policía. Dicen: "El presunto
asesino"; "el presunto etarra", etc. fue capturado... o
será procesado... Me gustaría que como científico el catedrático utilizara un
lenguaje igualmente cuidadoso. Podría decir, por ejemplo: "Según nuestras
informaciones actuales, un diseño razonable del ojo exigiría que..." lo
que a mis oídos suena más "científico" y menos "dogmático".
A cada cuantos años se descubren cosas que contradicen las opiniones anteriores.
Puede haber una razón por esta inversión de las partes del ojo, que algún día
entenderemos. Quizá protege el ojo de algo que no podemos entender hasta ahora.
El calamar es una criatura del agua, viviendo, pues, en condiciones distintas.
Es interesante que la estructura de su ojo sea también distinta. Reconozco que
esto no es una respuesta, sino una expresión del hecho que el problema no tiene
que preocuparnos demasiado.
2. En
cuanto a la posición del conducto de aire, sugiero la misma respuesta.
Simplemente que lo único que podemos decir es que hasta aquí no sabemos la
razón, pero no significa que no hay una buena razón. Un científico más que
nadie debe estar dispuesto a reconocer nuestras limitaciones en esa área.
3. En
cuanto al problema de reproducción de los mamíferos machos, )podrías
imaginarte lo que sería del mundo si no hubiera tal problema? Hoy muchos temen
que el mundo sea superpoblado (aunque otros niegan que sea el caso).
Seguramente si el sistema reproductorio fuera más eficaz, tendríamos un serio
problema de superpoblación. ¡Gracias a Dios que ha provisto algo para
impedirlo!
4. En
cuanto a la dificultad que las hembras humanas tienen para parir, la Biblia nos
da una explicación “Multiplicaré en gran
manera los dolores de tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos…"
(Gn. 3:10). Alguien puede rechazar esto como siendo de la Biblia, o como siendo
"sobrenatural" – pero, ¿no es eso la cuestión desde el principio? ¿Es
sobrenatural o natural? En otras palabras sería razonar en círculos decir que
lo sobrenatural no puede existir porque ¡la única solución a ciertos problemas
que nos presenta lo sobre natural es una solución sobrenatural!
5. En
cuanto a la razón de los dolores de la columna, el señor Mosterín no nos
explica en qué manera la columna es más adaptada para cuadrúpedas; se limita a
afirmar un juicio, de que es "más adaptada...". No parece ser un dato
seguro, y además la frase parece depender de su presuposición de que el hombre
era originalmente cuadrúpeda. Por tanto no tenemos la necesidad de encontrar
una respuesta.
6. Como
en el caso anterior, el señor Mosterín no nos da más datos; sólo da por
descontado que hubo otras funciones anteriores de la estructura del cerebro. En
la realidad, por la falta de datos el problema me parece muy poco claro.
No
prometí dar respuestas completas a esas afirmaciones, y (no he dado
más de lo prometido! Es cierto que hay muchos problemas que el creacionista no
puede necesariamente solucionar del momento. Científicos creacionistas como
Gish, y Morris, ya han afirmado que existen muchos problemas que hasta aquí no
llegan a solucionar. ¿Significa esto que la posición creacionista es falsa? Tal
conclusión sería anticientífica. Cuando uno considera la multitud de problemas
que se presentan a la posición evolucionista: la falta de ni un solo ejemplar
de vínculo entre distintas especies; la falta de ejemplo de mutación hoy en día
que consiga reproducirse; la falta de ejemplo de alguna especie de vida que se
mute en otra especie; en realidad la falta de toda evidencia concreta para la
evolución, que está basada en una filosofía más que en una investigación
científica. Hay además el problema del principio de que las cosas dejadas a sí
mismo tienden naturalmente al desorden, mientras la evolución significa que las
cosas han ido desde el caos hacia el orden por una serie de casualidades. ¡El
creacionista no tiene por qué sonrojarse!
Pero
el creacionista, ¿pasa por alto la evidencia de los fósiles? )los
hallazgos de dinosaurios y de mamíferos gigantescas que había en la tierra hace
mucho tiempo? )la extinción de ciertas especies? Claro que no. Reconocemos que algunas
clases de vida animal (como el pájaro que se llama "dodo" por
ejemplo) parecen haberse extinguido en los últimos siglos, y hay en este
momento algunas clases de vida animal que están en peligro de extinguirse. (Por
el deseo del hombre de proteger la foca, por ejemplo, ciertos peces parece
estar desapareciendo).
¿Y
qué de los dinosaurios? Según las afirmaciones populares, se extinguieron
cientos de miles de años antes de la aparición del hombre. Sin embargo hay un
libro antiguo, escrito por la mano de un hombre, que parece describir algunas
de esas bestias:
"He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti;
Hierba come como buey. He aquí su fuerza está en sus lomos, y su vigor en los
músculos de su vientre. Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus
muslos están entretejidos. Sus huesos son fuertes como bronce, y sus miembros
como barras de hierro"
(Job
40:15-18).
Se
ha sugerido que se trata de un elefante o un hipopótamo. Pero si miras a la
cola de uno de esos animales, )cómo entenderías las palabras: "su cola mueve como un cedro"? En realidad, la descripción es
la de un dinosaurio. Ahora bien, hace unos siglos puede ser que algunos se
habrían burlado de esa descripción bíblica de una bestia como siendo un ejemplo
de la fantasía de los escritores. Con el conocimiento que tenemos hoy en día
sin embargo, el texto no parece tan extraño, salvo que contradice la opinión de
que los dinosaurios eran extintos cientos de mil años antes de la existencia
del hombre.
Hemos
hablado ya de presuposiciones en este estudio. En la revista "Línea sobre
Línea" que citamos anteriormente, se cita al catedrático de bioquímica en
la universidad de Southampton, G. A. Kerkut, un convencido evolucionista. Éste
nos recuerda seis presuposiciones del evolucionismo que son a menudo ignoradas:
10. que dentro de los vertebrados los peces
dieron origen a los anfibios, los anfibios a los reptiles, y los reptiles a las
aves y mamíferos.
Dice
Kerkut, un evolucionista, que la mayor parte de los libros acerca de la
Evolución tratan estas presuposiciones con arrogancia como parte de un antiguo
debate ya resuelto. Sin embargo, dice Kerkut, estas presuposiciones son, por su
propia naturaleza, incapaces de verificación experimental.
Ya
hemos hablado del por qué de esta imposibilidad: no se puede repetir en un
laboratorio; tampoco podemos volver atrás en el tiempo para comprobar los
hechos. Como dice Artist, autor del artículo en cuestión, "El estudio de
los orígenes no es, hablando estrictamente, ciencia. No había observadores
científicos cuando la vida se originó, ni cuando vinieron a existir los
diferentes tipos de organismos. Estas cosas no están teniendo lugar en nuestro
mundo presente, por lo que el problema de los orígenes, sencillamente, no se
puede solucionar por medios científicos. La pretensión del origen espontánea de
la vida no es más capaz de prueba científica que el que la vida se deba a una
creación específica. Estas dos filosofías de orígenes, evolución y creación
específica, son las únicas que están en la actualidad a disposición de los
hombres de ciencia.
La
cita más interesante en este artículo, viene sorprendentemente de la
introducción a la Edición del Centenario de El Origen De Las Especies de
Darwin. La Introducción es escrita por el Profesor W. R. Thompson, F.R.S., que
fue director del Instituto de Control Biológico del Commonwealth, de Ottawa,
Canadá. El Dr. Thompson dice: "Como ya sabemos, existe una gran
divergencia de opinión entre los biólogos, no sólo acerca de las causas de la
evolución, sino incluso acerca del mismo proceso. Esta divergencia existe
porque la evidencia es insatisfactoria y no permite llegar a ninguna conclusión
cierta ... Esta situación, en la que hay científicos que se lanzan a la defensa
de una doctrina que son incapaces de definir científicamente, y más incapaces
de demostrar con rigor científico, tratando de mantener su crédito ante el
público suprimiendo críticas y ocultando las dificultades, es anormal e
indeseable en el campo de la ciencia".
Luego
el artículo cita a C. F. Weizäcker en su obra La Importancia de la Ciencia: "Todavía no entendemos demasiado
bien las causas de la evolución, pero tenemos pocas dudas en cuanto al hecho de
la evolución; ... )Cuáles son las razones para esta creencia general? ... No sabemos cómo
podría la vida, en su forma actual, haber venido a la existencia por otro
camino. Esa formulación deja silenciosamente a un lado cualquier posible origen
sobrenatural de la vida; así es la fe en la ciencia de nuestro tiempo, que
todos compartimos." Artist comenta esta cita, haciendo notar que no se
cree en el Evolucionismo debido a que existan unas pruebas positivas reales que
lleven a tal postura como conclusión científica, sino que el hombre moderno
toma su punto de partida en un rechazo de toda posible revelación de Dios.
En
otras palabras, tanto la Evolución como el racionalismo ateo no son basados en
conocimientos de los hombres, ni en ningún descubrimiento. Son más bien
filosofías, o una filosofía, en la cual se basa la interpretación de los
hechos.
Algunos
piensan que la teoría de la evolución es resultado de, o al menos es apoyado
por, la genética y por el registro fósil. El mismo circular, Línea Sobre Línea,
que hemos citado ampliamente, nos da citas de un zoólogo y de un paleontólogo.
El
eminente zoólogo francés, Pierre P. Grassé, dijo: "La genética es la
ciencia de la herencia, de la conservación del patrimonio específico; sus relaciones
con la evolución no son conocidas más que a través de teorías, lo que es bien
poco."
El
doctor Bermudo Meléndez, catedrático de paleontología en la Universidad Complutense
de Madrid, dijo acerca de la naturaleza del registro fósil: "La amplitud
de la evolución realmente comprobada por los datos paleontológicos es bastante
restringida... El principal motivo de incertidumbre está en que ya desde los
restos fósiles más antiguos conocidos, están perfectamente individualizados
todos los tipos de organización de
los Invertebrados, que aparecen aislados entre sí, sin formas intermedias
conocidas; y en cierto grado, también las clases
aparecen en las mismas condiciones. El Tipo
Vertebrados también aparece individualizado, desde el primer momento, sin que a
ciencia cierta se pueda decidir cuáles podrían haber sido sus
antecesores".
Apoyando
esta última afirmación, el doctor Stephen Jay Gould, profesor de geología y
paleontología en la Universidad de Harvard, y de firmes convicciones
evolucionistas, dijo: "... las transiciones entre los grupos principales
son característicamente abruptas. La extrema rareza de las formas de
transición en el registro fósil persiste como el secreto profesional de la
paleontología. Nos imaginamos ser los únicos verdaderos estudiosos de la
historia de la vida y, sin embargo, para preservar nuestro favorito relato de
evolución por selección natural, consideramos que nuestros datos son tan malos
que nunca vemos el mismo proceso que profesamos estudiar".
Lectura: Lee el capítulo V (pág. 62-75) sobre Evolución
en MANUAL DE EVIDENCIAS CRISTIANAS
Ejercicios: Escoja entre uno u otro
de estos ejercicios:
1. Explica cómo el Evolucionismo concuerda
con la Biblia, o al menos no la contradice.
2. Explica por qué no se puede sostener a
la misma vez fe en la teoría de evolución, y en la Biblia. Luego, explica por
qué, con todo esto, la Teoría de Evolución no presenta una verdadera amenaza
científica a la Biblia.
LECCIÓN
11: CONTRADICCIONES Y MILAGROS
¿QUÉ HACER DE LAS
CONTRADICCIONES EN LA BIBLIA?
Una
pregunta que se hace a veces a los creyentes es: ¿cómo puedes creer que la
Biblia es la Palabra de Dios mientras tiene tantas contradicciones? Gente sin
conocimiento de la Biblia está convencida de que está llena de discrepancias,
suficientemente para hacer insostenible la confianza en ella.
Cada
vez más, aun aquí en España, la creencia popular es que la Biblia está llena de
contradicciones. Y obviamente, si se puede demostrar que la Biblia contiene
errores y contradicciones, entonces habría que admitir que al menos aquellas
partes no son palabra de Dios. La ley de contradicciones, que está a la base
del razonamiento lógico, afirma que una cosa no puede ser A y A[19]
al mismo tiempo, en el mismo lugar, y en la misma manera. No puede estar
lloviendo y no estar lloviendo al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Ahora
bien, como dice Josh McDowell, es fácil decir que la Biblia está llena
de tales inexactitudes, pero es mucho más difícil demostrarlo. A
continuación, examinaremos algunos casos de aparente contradicción en la
Biblia...
1.
En
Jueces 4:21 y Jueces 5:25-27. En el primer texto Jael enclavó una estaca por
las sienes de Sísera mientras dormía. En el segundo texto, se pretende que lo habría
hecho mientras bebía leche. En la realidad, el texto sólo dice que le dio leche
de beber, y luego relata cómo lo mató. No niega que Sísera se habría dormido. Y
es seguro que la leche habría ayudado al hombre agotado a calmarse y a dormir.
2. En Mateo 20:30, Marcos 10:46-52, y en
Lucas 18:35-43, tenemos tres textos paralelos describiendo cómo Jesús sanó a
Bartimeo, el ciego, en Jericó. Pero en Mateo se nos dice que hubo dos ciegos,
mientras en Marcos y Lucas se menciona sólo uno. Podríamos decir que describen
dos distintas circunstancias, pero la descripción es demasiado parecida. Sin
embargo, en la realidad no hay contradicción. En Marcos y Lucas no se nos dice
que sólo había uno. Quizá Bartimeo era un ciego bien conocido, y por tanto
estos dos evangelistas enfocaron el relato en él, sin negar que hubiera otro.
Si José María Aznar entrara en mi piso junto con un político local importante
del PP, posiblemente yo u otro diría a la gente que José María Aznar me había
visitado. Otro podría decir que dos altos cargos del PP me habían visitado.
No habría contradicción. Sólo que las dos fuentes de información enfocarían en
detalles distintos.
3. En los mismos textos que acabamos de ver,
se nos ha hecho ver otra aparente contradicción. En Mateo y Marcos se nos dice
que Jesús encontró a estos ciegos mientras salía de Jericó. En Lucas,
sin embargo, leemos "Aconteció que acercándose
Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando...".
Esto parece, a primera vista, ser mucho más serio como contradicción. Porque no puedes
estar saliendo de una ciudad al mismo tiempo que estás entrando en la misma ciudad. Sin embargo, la
arqueología moderna ha vuelto a apoyar la posición bíblica en una manera sorprendente.
Se ha descubierto que había dos ciudades de Jericó. Una antigua ciudad
destruida, llamada Jericó, y una nueva ciudad reconstruida. No estaban
exactamente en el mismo sitio. Pero había gente que vivía en la antigua ciudad
de Jericó y que consideraban que aquélla era la verdadera ciudad de Jericó. Por
tanto uno podía pasar por la vieja ciudad de Jericó, estar saliendo de ella, y
al mismo tiempo estar entrando en la nueva ciudad de Jericó. Tenemos un
ejemplo perfecto de esto en Aragón, con el pueblo de Belchite. He ido varias
veces a visitar las ruinas de Belchite. Pero ahora hay otro pueblo de Belchite
construido al lado. Algunas veces he ido a las ruinas de Belchite sin entrar en
el pueblo reconstruido. Otras veces he andado de uno a otro. He salido de
Belchite para entrar en Belchite. Cuando estoy entre los dos no puedo decir si
estoy saliendo de Belchite o si estoy entrando en Belchite. Depende de cuál
pueblo me interesa. Si mi interés es histórico, estoy saliendo de Belchite. Si
mi interés es en comprar algo, o en visitar a un residente de Belchite,
entonces estoy entrando en Belchite. Sin embargo no hay ninguna diferencia en
los dos casos en cuanto a dónde me encuentro, ni de dónde vengo, ni a dónde
voy.
4. Otro ejemplo me fue dado cuando yo era
nuevo creyente, por alguien que quiso arrebatar mi fe en la inerrancia de las
Escrituras. Se trata de las versiones de la conversión de Pablo. La versión en
Hechos 9:7 nos dice "Y los hombres
que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver
a nadie". En Hechos 22:9 leemos "Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron;
pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo". En una traducción
inglesa se dice "no oyeron la voz", lo que no es muy correcto como
traducción. A primera vista esto parece contradictorio pero no lo es. Al ver la
luz no ven necesariamente a nadie. Al oír la voz, no significa que entienden la
voz. Por otro lado, aun si hubiera habido una verdadera contradicción en este
caso no habría sido una prueba contra la inerrancia de las Escrituras. En este
caso es Lucas que escribió el libro de Hechos. El relato, pues, de Lucas, en
Hechos 9, tiene que ser verbalmente inspirado e inerrante. Pero en Hechos
20, Lucas está relatando las palabras de Pablo, quien a su vez relata su
experiencia. La inspiración e inerrancia de las Escrituras significa que Lucas
reproduce sin error lo que Pablo dice; no significa que Pablo en lo que dice
fuese inspirado. En la misma manera, en los Evangelios, se cita las palabras de
los discípulos, que eran lejos de ser inspirados, porque Jesús les reprende,
diciendo una vez que Pedro hablaba por parte de Satanás. En la misma manera los
tres amigos de Job no eran inspirados, ni el mismo Job, pero el escritor de Job
era inspirado al darnos las palabras que dijeron. El conjunto de las palabras
nos enseña algo sobre buenas y malas actitudes frente al sufrimiento.
5. En Mateo 27:5, leemos que Judas "salió, y fue y se ahorcó". Pero en
Hechos 1:18 leemos cómo Pedro dice que: "Éste, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo
de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron".
Hay dos descripciones distintas de la muerte de Judas. Pero Mateo no dice que
Judas no cayó; y Pedro tampoco niega que Judas se hubiera ahorcado. Es muy posible
que Judas se ahorcó desde un árbol al borde de un precipicio que da con el
valle de Hinom. Después de ahorcarse allí, sea que la rama del árbol se rompió,
o la cuerda se rompió, y Judas cayó por el precipicio, reventándose el cuerpo
sobre una de las rocas agudas abajo. Según Josh McDowell, todavía hay árboles
que crecen a los bordes de aquel valle. En esta manera las dos versiones serían
exactas.
6. En Mateo 12:40, leemos como Jesús dice:
"Porque como estuvo Jonás en el
vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en
el corazón de la tierra tres días y tres noches". Ahora bien, si Jesús
fue crucificado un viernes, muriendo a las 3:00 de la tarde, y si resucitó el domingo por la madrugada (el
primer día de la semana en el calendario judío), ¿cómo puede haber estado allí tres días y tres noches? Los números no
parecen caber. Primero os ofrezco la explicación de Josh McDowell, y luego os
sugiero otra explicación que me parece más segura.
1.
Josh
McDowell cita el Talmud (comentario judío de la ley de Dios, en el cual podemos
encontrar mucho sobre las costumbres judías) que indica que "un día y una
noche" era una expresión idiomática utilizada por los judíos que indican
un día, aun cuando sólo se refiere a parte de un día. Por ejemplo en Marcos
8:31 leemos "y resucitar después
de tres días", y en Mateo 16:21 leemos "y resucitar al tercer día". La expresión "después
de..." en Marcos implicaría el cuarto día en nuestra manera de computar.
McDowell demuestra que el mismo uso se encuentra en el Antiguo Testamento. En
el Talmud de Babilonia leemos que "La porción de un día es contada como el
día entero". El Talmud de Jerusalén dice: "Tenemos una enseñanza, Un día y una noche son una Onah y la porción
de una Onah es como la Onah entera". Una Onah significa simplemente
"un período de tiempo".
2.
Hay,
sin embargo, otra explicación, que no excluye necesariamente la de McDowell. El
problema es que Jesús murió el día antes del "día de reposo" o
"Shabâth" en el hebreo del Antiguo Testamento. Eso hace creer que
murió el viernes. Pero hay otra palabra "Shabatôwn" que implica un
día especial de reposo. Las dos palabras se traducen en la misma manera en el
griego y en nuestras Biblias. Ahora bien el "día de reposo" era
normalmente el séptimo día, o nuestro sábado. Pero había excepciones. Por
ejemplo en Levítico 23:23-24 leemos "Y
habló el Señor a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: En el
mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo (Shabatôwn), una conmemoración al son de las trompetas,
y una santa convocación" en el versículo 27-32 leemos: "A los diez días de este mes séptimo
será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras
almas, y ofreceréis ofrenda encendida al Señor. Ningún trabajo haréis en este
día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante del Señor vuestro
Dios ... Y cualquier persona que hiciere trabajo en este día ... Ningún trabajo
haréis; ... Día de reposo será a vosotros...". Si el primer día
del mes es día de reposo, y el décimo día del mes es día de reposo, entonces al
menos uno de los días de reposo cae en un día que no es sábado. Esto significa
que en aquella semana habría dos días de reposo, o dos "Shabâth" (o
"sabatón" en el griego del Nuevo Testamento). Luego en el mismo
capítulo 23 de Levítico, vv. 34-36, leemos como el día quince del séptimo mes
será un día de reposo, y que entonces empezará la semana de los tabernáculos,
y el octavo día después será también un día de reposo. Es entonces que vemos
la Pascua. Ahora bien, la Pascua depende de la Luna, y no de los días de la semana. Por tanto, habría un "sabaton"
especial entonces que no sería necesariamente el séptimo día de la semana
(sábado). Posiblemente en el año que Jesús fue crucificado, el
"sabatón" de Pascua cayó en un viernes. Por tanto habría habido dos
días de reposo seguidos. Jesús habría sido crucificado antes del primero de
esos días de reposo. Esto explicaría por qué las mujeres esperaron tanto
tiempo antes de visitar la tumba de Jesús. También será más fácil en tales
condiciones contar "tres días y tres noches".
7. En el Nuevo Testamento a veces se cita un
libro del Antiguo Testamento cuando en realidad las palabras referidas vienen
de otro libro. Tomamos, por ejemplo, Mateo 27:9-10 “Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron
las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los
hijos de Israel; y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el
Señor”. En la realidad es Zacarías que hace esta predicción. Pero no
significa que fue un error. Parte de las palabras son de Jeremías, aunque las
principales son de Zacarías. Pero los dos profetas se hallan en el mismo rollo
de las Escrituras judías, y en el orden rabínico de los libros proféticos, Jeremías
se hallaba en primer lugar. Se solía identificar a todo el rollo de libros por
el nombre del primer libro en el rollo. (Como hoy en día una antología de
historias breves puede llevar sólo el título de una de las historias,
utilizándolo como título para todo el libro). Mateo veía los dos textos como
siendo cumplidos: Jeremías 19:1-13 en una manera típica, y Zacarías 11:13 en
una manera explícita.
8. Las contradicciones en los relatos de la
resurrección. Es interesante que en los varios relatos de la resurrección que
encontramos en los cuatro Evangelios, son teólogos que encuentran contradicciones,
pero un abogado como Sir Norman Anderson, que era Director del Instituto de
Estudios Legales Avanzados en la Universidad de Londres, un hombre bastante familiarizado
con aparentes conflictos entre los testimonios de varios testigos, no
encontraba que había tanta dificultad en cuanto a los varios relatos de la
resurrección. Dijo Anderson: "Me asombra la manera en que algunas personas
- eruditos bíblicos entre ellos - están dispuestos a hacer afirmaciones
categóricas de que este relato no puede reconciliarse con aquél, o que tales
afirmaciones son totalmente irreconciliables, cuando unas pocas preguntas a
los testigos, si fuera posible, podría bien haber aclarado todo el problema. A
veces una solución tentativa puede ser no muy lejos aun sin tales preguntas,
aunque la reconciliación sugerida no puede, por cierto, demostrarse; y en
otros casos puede haber una solución perfectamente aceptable que se nos escapa."[20]
El
Evangelio de Juan describe la llegada de María Magdalena a la tumba; el
Evangelio de Mateo dice que era acompañada por María la madre de Jacobo y José.
Pero no hay contradicción si uno pone el énfasis siguiendo los movimientos de
una mujer, mientras otro habla de las demás. Además, hay la cuestión de si
María había visto al Señor o no antes de anunciar lo de la tumba vacía a Pedro
y Juan. Es posible que no lo hubiera visto, pero que volviera hacia la tumba
con ellos y que mientras ellos investigaban la tumba, ella tuviera su encuentro
con el Señor en el huerto. Son suposiciones, pero demuestran que no es
necesario ver contradicciones en los relatos.
Nuestra
creencia en la inspiración de las Escrituras no admite contradicciones en las
Escrituras. Los "liberales"[21]
tienen razón en decir esto. Y por tanto nuestra "presuposición" nos
incita a encontrar soluciones a las aparentes contradicciones. Los que no
creen en la inspiración de las Escrituras, por otro lado, tienen otra presuposición,
y su presuposición les incita a no buscar soluciones para las aparentes
contradicciones sino utilizarlas para apoyar su punto de vista. Una vez más no
se trata de si alguien tiene presuposiciones o no. Se trata de saber: ¿cuáles
son sus presuposiciones?
¿SON
POSIBLES LOS MILAGROS?
No
podemos extendernos mucho en una respuesta a esta pregunta. En la realidad, se
podría contestar en una sola palabra: “¡Sí!” o en una frase: “Si creemos que
existe un Dios creador del universo que sea personal, entonces no tenemos ninguna
dificultad en creer en la posibilidad de milagros”. Esto resume nuestro
argumento. Hay muchas personas, hoy en día, que si les preguntáramos,
insistirían en que creen en un Dios Todopoderoso y personal. Al mismo tiempo,
tales personas se burlarían de la ingenuidad de tu fe si dijeras que creías en
los milagros relatados en la Biblia.
En
otra lección hemos hablado de la manera en que se detuvo el sol en el libro de
Josué. Es interesante ver cómo muchos predicadores "respetables" de
las iglesias más tradicionales tratan de “explicar” los milagros de los
Evangelios. Por ejemplo, en el milagro de la multiplicación de los panes, la
muchedumbre sufrió un arrebato de generosidad al ver como un niño estuvo dispuesto
a compartir sus pocos panes y peces; así que sacaron la comida que tenían
escondida ¡y se compartieron entre todos! Me parece, sin embargo, que tal
explicación no toma en cuenta el asombro de la multitud, y la manera en que el
acontecimiento está relatado en los cuatro Evangelios. Otros milagros, como la
redada de pescado cuando Jesús dijo que pescaran una vez más después de una
noche sin resultados, sería pura casualidad. Las resurrecciones serían casos en
los cuales las personas no eran muertas. La resurrección de Lázaro sería pura
invención, o al menos exageración. Algunas sanidades serían por autosugestión.
Estas explicaciones no bastan, sin embargo, cuando leemos los Evangelios. Hubo
varios milagros que iban definidamente en contra de las leyes de la naturaleza,
como cuando Jesús anduvo sobre el agua; cuando resucitó a Lázaro; cuando sanó a
los leprosos; cuando sanó a ciegos de nacimiento; etc. No se pueden explicar
naturalmente. Sea que eran puras invenciones de los escritores de los
Evangelios, o eran milagros. El hecho que no hay escritos por parte de judíos
de la época en los cuales se sugiere que estos relatos eran invenciones (y
había muchos enemigos del Evangelio) nos hace creer que estos acontecimientos
eran de dominio público, y los enemigos de Jesús no tenían nada que decir en respuesta.
En cuanto a personas, religiosas u otras, que pretenden hacer milagros hoy en
día, hay muchos libros que contradicen sus pretensiones, y no hay razón alguna
para pensar que no se habría hecho lo mismo en los tiempos apostólicos si
hubiera sido factible.
En
la realidad, la única razón por la cual alguien se burlaría de la posibilidad
de milagros sería por negar que Dios Creador y todopoderoso exista. Y esto se
trató en la Segunda Lección.
En
el libro A READY DEFENSE, McDowell sigue los argumentos de C. S. Lewis
en cuanto a los milagros. En primer lugar comenta el argumento de David Hume,
que dijo que una creencia sólo podía justificarse por su probabilidad, y que la
probabilidad se basa en la uniformidad o la consistencia de la naturaleza. Lo
que es único en cuanto a la experiencia humana normal, ha de ser rechazado
según Hume. En otras palabras, cree que vivimos en un universo cerrado en el
cual todo acontecimiento (pasado, presente y futuro) ha de tener una
explicación natural. Esto excluye la posibilidad de intervenciones
sobrenaturales. No importa qué ocurre, o cuán fuerte las pruebas, hay que
rechazar lo milagroso.
Así
que Hume rechaza la posibilidad de milagros porque nunca tuvieron lugar. Nunca
tuvieron lugar porque no son posibles. El profesor Clark Pinnock, al hablar de
esto, comenta: "La experiencia en contra de los milagros es uniforme
sólo si sabemos que todos los relatos de milagros son falsos, y no sabemos esto. Nadie tiene
conocimiento infalible de leyes naturales
para poder excluir a priori la posibilidad de acontecimientos únicos. La
ciencia nos dice lo que ha sucedido, pero nunca puede decirnos lo que puede o
no puede ocurrir. La ciencia observa los acontecimientos; no los crea. El historiador
no dicta lo que la historia puede contener; está abierto a lo que los testigos
relatan."
C.
S. Lewis dice: "Tenemos que estar de acuerdo con Hume que si hay experiencia uniforme contra los
milagros, si, en otras palabras, nunca han sucedido, pues, entonces nunca han
sucedido. Desgraciadamente, sabemos que la experiencia contra los milagros es
uniforme sólo si sabemos que los relatos de ellos son falsos. Y sabemos que los
relatos de ellos son falsos sólo si sabemos ya que los milagros nunca han
acontecido. En efecto, estamos argumentando en un círculo."
McDowell
nos proporciona un ejemplo histórico de lo insensato de esa clase de
razonamiento. Cuando los primeros exploradores llegaron a Australia,
encontraron allí un animal que desafiaba todas las leyes conocidas de
taxonomía. Era un mamífero semiacuático,
que ponía huevos, tenía una cola ancha y plana, los pies palmeados, y un hocico
parecido al pico de un pato. Llamaron al animal un "platypus"
(ornitorrinco). Al volver a su país, revelaron su descubrimiento al mundo. La
gente consideró que su relación era un engaño, puesto que ningún animal con
tales características podría existir. Aunque los testigos oculares tenían
buena reputación, se rechazó su testimonio por razón del punto de vista
general. Los exploradores volvieron una segunda vez a Australia y volvieron con
la piel de un ornitorrinco muerto. La gente les volvió a acusar de fabricar un
engaño. Parece que tomaban en serio el dicho de Benjamín Disraeli: "Sólo
creo lo que puedo comprender". Charles Caleb Coulton dijo: "Quien
cree sólo lo que puede comprender, sea que tiene una cabeza muy larga, o un
credo muy breve".[22]
La
Biblia en ninguna parte argumenta la realidad de milagros. Sólo los relata. Es
lo mismo con la existencia de Dios. Empieza: "En el principio Dios
creó...". Nunca trata de convencer a sus lectores de que Dios existe.
LECCIÓN 12: LA MORALIDAD DEL CRISTIANISMO
El
cristianismo ha sido criticado no sólo desde el punto de vista intelectual,
sino también desde el punto de vista moral. Se han hecho varias acusaciones:
4. Los cristianos no tienen el derecho de
pretender que ciertas cosas son moralmente bien y otras cosas moralmente mal.
Son
cuestiones que valen la pena tratarse, tanto para el bien del creyente como
para responder al incrédulo.
POR QUÉ DIOS PERMITE
LA MALDAD Y EL SUFRIMIENTO
Empecemos
con el primero. Paul Little lo trata en su libro KNOW WHY YOU BELIEVE.
Es una de las preguntas que más preocupa a la gente. ¿Por qué sufre gente
inocente? )Por qué algunos bebés nacen ciegos? ¿Por qué se extingue repentinamente
una vida prometedora? ¿Por qué hay guerras en las cuales cientos de miles de
personas inocentes mueren, y muchas más son mutiladas para la vida? Se ha dicho
que sea Dios es todo poderoso pero no es bueno, o Dios es bueno, pero no es todopoderoso
y por tanto no puede cambiar estas circunstancias. Se suele echar la culpa a
Dios por el mal que hay en el mundo.
Estas
cuestiones no son fáciles de tratar. Quien no ha padecido puede contestar
fácilmente en una manera dogmática, pero más nos acercamos al sufrimiento más
difícil es contestar.
Antes
de considerar la pregunta de por qué Dios permite tanto sufrimiento en el
mundo, deberíamos considerar que es más sorprendente que Dios no nos hace
perecer todos. El hecho que Dios es bueno no sólo significa que es
justo, sino que es también misericordioso, amante, y paciente. Algunos
consideran que si Dios fuera bueno, la vida de cada persona sería el resultado
de lo que merece sus buenas y malas acciones y actitudes. Si una persona
pregunta: ")Por qué Dios no castiga enseguida a los malvados?" Se puede
contestar: ")Dónde estarías tú si Dios castigara siempre enseguida la maldad de los
hombres?" En el Salmo 103:10-11 leemos "No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha
pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre
la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen". Así
que parte de la razón reside no en la crueldad de Dios, sino en la misericordia
de Dios.
En
el hinduismo hay otro concepto del sufrimiento. Ellos creen en el concepto de
Dios que consiste en recompensas y retribuciones exactas de lo que uno merece.
Las recompensas y retribuciones son parte de la ley del Karma, en el cual cada
uno recibe en la vida reencarnada lo que merece de la vida anterior. Por esta
razón cualquier intento de aliviar el dolor y la miseria sería interferir en
las obras de Dios. Por esta razón, en el pasado, los hindúes hicieron tan poco
por sus desafortunados. Aunque hay cambios en las actitudes de muchos hindúes
modernos hoy en día, no han llegado todavía a reconciliar este nuevo concepto
con la ley del Karma.
Es
claro tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo, que aunque el dolor puede
ser el juicio de Dios, hay muchos casos en los cuales no tiene relación ninguna
con las males acciones personales. Por otro lado Gálatas 6:7 nos advierte: “No os engañéis: Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Tenemos los
ejemplos de Miriam, que fue castigada con la lepra como resultado de su
rebelión; los seguidores de Coré que fueron tragados por la tierra; Ananías y
Safira que murieron por su mentira. Pero ¿por qué no mueren enseguida los malvados
en general? Porque Dios quiere darles la oportunidad de arrepentirse. En
Ezequiel 33:11 leemos: "Vivo yo,
dice el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío
de su camino, y que viva. Volveos, volveos, de vuestros malos caminos".
Además, en cuanto a la acusación de que Dios parece permanecer indiferente al
dolor de la humanidad, la verdad es todo lo contrario. Sí que Dios hizo algo
para el dolor de la humanidad. Intervino por medio de Jesucristo, y llevó
nuestras maldades en la cruz.
Little
nos hace un resumen de las razones por las cuales Dios permite que la maldad y
el dolor permanezcan y parecen prevalecer en el mundo:
1. La maldad es inherente en el arriesgado
don del libre albedrío. Dios podría haber hecho que fuéramos máquinas, muñecas,
o robots. Pero ¿te conformarías con una muñeca a quien darías cuerda cada
mañana para que te dijera las palabras "Te quiero, mi amor"? Somos
todos libres en cuanto a nuestras acciones pero no somos libres de elegir las
consecuencias. Y las acciones de cada individuo afectan a los demás.
2. Mucho del padecimiento del mundo resulta
directamente de las malas elecciones que hacen los hombres y mujeres. Hasta los
resultados de los desastres naturales son complicados a menudo por la
culpabilidad del hombre, sea en rehusar de atender los avisos de erupciones
volcánicas, inundaciones, etc. Además, los hombres son responsables por muchos
desequilibrios en el ecosistema.
3. A veces, aunque no siempre, Dios permite
el dolor como juicio y castigo. Generalmente Dios permite tal dolor para
conseguir la restauración y la formación de carácter. Quienes sufren en este
sentido como resultado de sus acciones, generalmente lo saben.
4. Dios tiene un enemigo en Satanás. Aunque
ha sido vencido a la cruz, está libre, hasta cierto punto, de llevar a cabo sus
acciones malvadas hasta el juicio final.
5. Quinto, Dios mismo fue quien sufrió más
que nadie y se enfrentó plenamente al problema de la maldad en el don de su
único Hijo, a un coste infinito a su propia Persona.
Little
dice que seguramente la mayor prueba para el cristiano hoy en día es el creer
que Dios es bueno. Normalmente yo no estaría de acuerdo con esto. Pero recuerdo
cómo reaccioné al oír un reportaje a la radio de cómo una niña autista había
ido en compañía de su padre en las montañas. El padre la había dejado en el
coche mientras iba a ocuparse de una manada de caballos, si bien recuerdo.
Cuando volvió al coche, la niña había desaparecido. Durante un par de días se
buscó a la niña hasta que encontraron los restos: había sido devorada por
fieras. Mientras la búsqueda se hacía, recuerdo haber ido en mi despacho con un
sentimiento de tristeza y rabia mientras pensaba en la pobre niña andando
perdida y seguramente totalmente confusa. Espontáneamente vino a mi mente el
pensamiento: "()Dios, acaso lo encuentras gracioso crear a una niña así?!" Fue un
pensamiento indigno, pero a veces cuando vemos y sentimos el sufrimiento del
mundo que hay que confesar no comprendemos plenamente, es difícil aceptar.
Nuestras explicaciones son sólo parciales, porque sólo vemos en parte. Entenderemos
el resto cuando lo vemos todo desde el punto de vista eterno.
Ejercicio: Explica cómo el libro de
Job nos ayuda a entender algo del misterio del sufrimiento.
LOS CRÍMENES EN EL
NOMBRE DE CRISTO
No
detallaremos aquí todos los crímenes que han sido cometidos en el nombre de
Cristo. Conocemos bastante de sobra, desde que el cristianismo llegó a ser
asunto del estado. Pero eso no es cristianismo. Fue la confusión entre la fe y
la lealtad al estado: no son lo mismo. Hombres aprovechadores, además, se adueñaron
de los instrumentos religiosos para su propio provecho. Pero Cristo no les
envió, y sufrirán su juicio cuando venga el día. Las guerras de religión que se
han combatido tampoco son resultado del cristianismo sino de hombres egoístas
que quisieron hacer uso de la religión para adueñarse de otras personas y de
sus derechos. No podemos ni defender ni negar los crímenes que se han cometido
en el nombre del cristianismo. Lo único que podemos decir es que se hicieron
en nombre de un falso cristianismo, o bajo un falso concepto del cristianismo.
Invitamos al mundo no a mirar a todo lo que se ha llamado cristianismo sino a
Cristo mismo y a su Palabra.
Se
puede hacer notar, sin embargo, que siempre ha habido cristianos que hicieron
objeciones a esos crímenes y guerras. En el tiempo de la Reforma, por ejemplo,
los varios grupos llamados "anabaptistas" en general se opusieron
fuertemente a toda guerra, no solamente a las guerras de religión. Muchos
creían que un cristiano debería negarse a llevar armas en cualquier
circunstancia. Los menonitas tuvieron que sufrir la cárcel, la pérdida de sus
bienes, y a veces sus propias vidas por esta convicción. En cuanto a otros
crímenes de la iglesia la historia está llena de nombres de cristianos que
levantaron la voz contra ellos.
Ejercicio:
1. Si hubiera una guerra civil en tu país
ahora, en el cual los evangélicos en general daban la razón a una parte, ¿crees
que sería justificable participar en la guerra?
2. Si participaras en tal guerra, y
tuvieras la responsabilidad de vigilar a un cierto número de prisioneros de
guerra, imagina que tuvieras la oportunidad de conducir a uno de los
prisioneros a Cristo. Ya lo consideras como un hermano en Cristo. Si surgiera
la oportunidad de dejarlo escapar, ¿qué harías? Razona tu respuesta.
LOS ACTOS VIOLENTOS
MANDADOS POR DIOS
En
el Antiguo Testamento, vemos cómo en varias ocasiones Dios exigió a su pueblo
que exterminara a los pueblos de la tierra que iba a ocupar. Hay que recordar
que esto fue el mismo Dios que dijo: "No matarás". Por tanto esto no
significaba un permiso para matar simplemente, sino matar en ciertas circunstancias
limitadas. No tenían el derecho de matar a menos que Dios mismo lo mandara.
¿Fue
algo inmoral por parte de Dios el exterminio de aquellas naciones? Habría que
considerar las circunstancias. Ya hemos visto que en ciertas ocasiones Dios ha
permitido desastres naturales como castigo del pecado de la gente. En esta
circunstancia, en vez de una tormenta, una inundación, o un terremoto, el
pueblo de Israel fue el desastre mandado por Dios como castigo. Choca mucho el
hecho que Dios mandara que no sólo los adultos, sino que en ciertas
circunstancias los niños también fueran exterminados. Pero los desastres
naturales también exterminan tanto a los niños como a los adultos. Si no, ¡cuántos
huérfanos habría! En lo que concierne la tierra de Canaán y sus pueblos, el
pecado había llegado a su colmo. Dios indicó que había esperado unos siglos
antes de actuar. Pero ya bastaba. Los adultos sacrificaban a sus niños en una
manera cruel. Esas prácticas se extendían rápidamente de una región a otra.
Dios mandó al pueblo de Israel para poner fin a aquello, lo que a lo largo
puede haber salvado muchas vidas.
Además
hay que recordar que Dios es Dios. Desde su santidad tiene el derecho de
juzgar. Lo que más debe sorprendernos es que no nos juzga a todos con más
severidad, y eso se debe a su gran misericordia.
EL DERECHO DEL
CRISTIANO DE JUZGAR ENTRE EL BIEN Y EL MAL MORAL
La
mentalidad que prevalece en nuestra sociedad occidental hoy en día es que no
existe una norma absoluta de lo que está bien y mal. Cada uno tiene que decidir
por sí mismo lo que está bien. Nadie tiene el derecho de imponer sus normas. ¿Qué
es el resultado de esa actitud? Las estadísticas siguientes, de los Estados
Unidos de América, son escalofriantes.
En Estados Unidos, cada
día ocurre lo siguiente:
No
hay ninguna razón para pensar que las estadísticas serían más positivas en
Europa o cualquier otro país del Occidente. Estos comportamientos no se limitan
a "niños problemáticos". Se trata de personas de clase media, a
menudo de buenas familias estables. Pero es el fruto natural de una filosofía
que pretende que no hay moral absoluto, con tal de que no hagas daño a otro. El
problema de esa filosofía es: )quién definirá qué es hacer daño a otro?
La
moral absoluta en que el cristianismo insiste, no consiste de unas ideas
inventadas por los cristianos. Se trata de las normas que Dios Creador puso. En
realidad, la cuestión no es si tal norma moral u otra norma es correcta, sino
si existe una verdad absoluta. Josh MacDowell define la "verdad
absoluta" como siendo "aquello que es verdad para todas las personas,
en todo tiempo, y en todo lugar". La verdad absoluta es objetiva, es
universal, y es constante.
Por
ejemplo, en cada familia tenemos unas normas de conducta. Puedo decidir que
mis hijos siempre tienen que estar en casa para las 10:00 de la noche. Esto es
una norma firme de la casa. Si pasan de esa hora, han transgredido la norma. Si
entran antes de esa hora, están bien. Pero esa norma )es verdad
absoluta? Claro que no, porque no se aplica a toda persona, en todo tiempo, y
en todo lugar. En la misma manera una municipalidad, o un gobierno autónomo, o
el estado, puede fijar ciertas normas para su población, que tienen que ser
respetadas. Pero no son verdad absoluta. Las normas y leyes cambian, y a veces
no se aplican en ciertas circunstancias. Pero una verdad absoluta es objetiva,
universal, y constante.
MacDowell
dice que si nuestros jóvenes van a aprender la diferencia entre el bien y el
mal, tienen que aprender cuáles normas de conducta son apropiadas para toda
persona, en todo tiempo, y en todo lugar. Necesitan conocer quién determina lo
que es verdad, y por qué.
Se
hizo una encuesta sobre las conductas de la juventud. Según esa encuesta, cuando
los jóvenes no aceptan una norma objetiva de verdad como siendo absoluta, son:
Además, tienen más
probabilidades de no fiarse de las personas, de sentirse decepcionados de la
vida, de estar enfadados con la vida, de faltar un propósito en la vida, y de
estar resentidos.
Por
tanto, el resultado de no tener una verdad absoluta es dañosa en términos
prácticos. Nos pueden reprochar algunas de nuestras ideas de lo que está bien y
mal, pero no pueden reprocharnos el hecho de tener una norma moral absoluta.
Nuestra tarea como cristianos es conseguir que nuestras normas se conformen a
la Biblia, que se pueda saber la diferencia entre normas absolutas bíblicas y
principios prácticos que deducimos de aquellas normas en ciertas
circunstancias.
Cuando
crees que hay ciertas cosas que están bien para toda persona en todo tiempo y
en todo lugar, estás reconociendo que existen normas morales y éticas
fundamentales que son totalmente independientes de tu opinión personal.
Reconoces que la distinción entre lo que está bien es objetiva, es decir,
definida fuera de nosotros; es universal, y constante. La juventud moderna no
puede ver que está mal robar, mentir, o hacer trampas, porque no tiene la idea
de una norma absoluta: todo es negociable. Por esta razón no ven el mal de ciertas actividades sexuales: si
está bien para mí, es decir si disfruto, y no me hace daño, y particularmente
si lo hago con amor sincero, entonces está bien. No consideran que el hecho de
actuar a espaldas de sus padres u otras autoridades; el hecho de actuar con el
miedo de un nacimiento o una enfermedad, no es propenso al verdadero amor. El
amor es abierto, y echa fuera el temor.
Así,
el cristiano no pretende que tiene el derecho de decidir qué está bien y qué
está mal. Lo que el cristiano hace es reconocer el derecho de Dios de
determinar el bien y el mal. Y cree además que lo que Dios ha determinado está
revelado en la Biblia.
Ejercicio: ¿Cómo puede el creyente
decidir entre el bien y el mal cuando se trata de cuestiones que no se hallan
en la Biblia?
CONCLUSIÓN
Nuestra
asignatura de Apologética ha tratado principalmente de una defensa intelectual
y razonada de nuestra fe frente a algunos de los ataques que se hacen a ella.
Esto no es, sin embargo, la defensa más importante, ni más eficaz, por lo
importante y útil que sea. La defensa más importante es, por cierto,
espiritual: la convicción por parte del Espíritu de Dios en los corazones de
las personas.
Otra
defensa importante, sin embargo, consiste en el comportamiento de los que
profesan la fe en el Evangelio. Siempre se puede encontrar nuevos argumentos
para atacar la fe. Pero es muy difícil encontrar argumentos contra una vida que
lleva, en una manera manifiesta, el fruto de amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza. Nuestra defensa es nuestra
reacción ante las dificultades y la oposición. Nuestra defensa es cómo amamos a
los hermanos.
Una
defensa se hace frente a un ataque. ¿Qué clase de ataque a nuestra fe es la más
peligrosa? ¿La oposición que viene de los ateos materialistas? ¿la oposición de
las sectas? ¿aquella sutil e hipócrita reacción de aquellos que profesan ser
cristianos pero no creen en ninguna de sus doctrinas? Toda esa oposición tiene
su fuerza. Pero la oposición, el ataque, más fuerte al cristianismo viene desde
dentro. La oposición más fuerte consiste en aquellos creyentes que no se aman
mutuamente. Viene de las iglesias de creyentes que se pelean entre ellos por
razones banales como el estilo de culto, o el presupuesto de la iglesia, u
alguna otra cosa parecida. Esto es lo que el mundo ve y hace que se burlan del
evangelio. eso es lo que ven los débiles en la fe y se desaniman. Debemos
asegurarnos que no estamos entre aquellos que están atacando la fe cristiana;
que estemos más bien entre aquellos que defienden la fe por nuestra conducta.
En
unos de los más grandes escritos de apologética cristiana, la epístola a los
Gálatas, Pablo resume su argumento diciendo a los creyentes: “Digo, pues: Andad en el espíritu, y no
satisfagáis los deseos de la carne (del yo)” (5:17). Sin
esto, toda nuestra "apologética" intelectual será inútil. Pero con
esto, nuestra apologética intelectual tendrá una fuerza que nadie podrá
arrebatar.
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[3] H.
de Lubac, El Drama del humanismo ateo,
Madrid 1948, (citado por Miano en DICCIONARIO TEOLÓGICO INTERDISCIPLINAR)
[5] Daniel 5:1
[8] Josh McDowell A READY DEFENSE (Compilación
por Bill Wilson) Thomas Nelson Publishers Nashville, USA pág. 411
[9] Lewis, C. S. Mere Christianity
pág. 138-139. Harper Collins Publishers, 1977. La traducción por J. F.
[10] Resumido
de Walter Martin, The Kingdom of the Cults, Bethany Fellowship, Inc. Publishers, Minneapolis, Minnesota 1969, pág. 54-55. Creo que este
libro puede encontrarse ahora en castellano.
[12] Estos párrafos son traducidos,
cuando hay " ", y resumidos, en otros casos, de MERE CHRISTIANITY,
de C. S. Lewis.
[13] Mucho de lo que precede es sea
traducido, sea resumido de Paul Little, Know Why You Believe, pág.
161-171 (Scripture Press Publications, USA, 1968).
[14] Morris, Henry M. Scientific
Creationism Creation Life Publishers, El
Cajón , California ,
1990, pág. 5
[15] SEDIN, Servicio Evangélico de Documentación e Información, Apartado
126, 17244 Cassà de la Selva (Girona). Lo que citamos viene del circular n1 1. Se puede escribir
a esa dirección para pedir información sobre una subscripción a GÉNESIS, o
sobre membresía de la COORDINADORA CREACIONISTA.
[16] Por otro lado
nunca hemos de ceder terreno de la verdad bíblica a favor de las teorías
científicas. Aun cuando no tenemos explicación, podemos estar seguros de que lo
que dice la Biblia es cierto. La cuestión científica puede resolverse luego.
[17]La palabra es
de Herbaje; las comillas alrededor de esta palabra son mías, ya que no creo que
haya nada “nuevo” en la escuela creacionista. J.E.F.
[18]Estos párrafos
son extractos del curso de Miguel Herbaje sobre la Teología Sistemática
(Escuela Evangélica de Teología).
[19] Recuerde que A
es nuestro símbolo por lo que no es A.
[20] Estas palabras traducidas de la página 133 en THE BEST OF JOSH
MCDOWELL, A READY DEFENSE, compilado por Bill Wilson (Thomas Nelson
Publishers).
[21] La palabra "liberal" en teología no se refiera a la idea de
tener una mente abierta; no es el contrario de "cerrado". Significa
más bien la escuela modernista de teología, que niega la inspiración de las
Escrituras.
[22] A READY DEFENSE,
compilado por Bill Wilson, pág. 123-125